sábado, 27 de julio de 2013

Insaurralde empezó a sumar y hay fuego de artillería en el escenario electoral


Por Jorge Joury

Hace unos días un ex hombre fuerte de la política me comentaba con euforia que estaban bajando las apuestas del candidato del Frente Renovador, Sergio Massa y en cambio aumentaban las fichas de Martín Insaurralde. Y hasta las del propio Colorado De Narváez. El mensajero, que construyó gran parte de su vida al calor de las encuestas, cree que esta nueva marca térmica obedece a varias circunstancias. Primero porque el impulso recibido por Insaurralde departe del gobernador Daniel Scioli y la propia presidenta de la Nación, que ocupa gran espacio de su spot televisivo, le han dado al hombre de Lomas un pronóstico alentador en materia de conocimiento público.Y hasta le ha sumado auspiciosamente, su paso por los programas de Alejandro Fantino primero y ahora, convirtiéndose en uno de los Intrusos de Jorge Rial. Lo cierto es que en su ficha técnica, mi informante también cree que Massa, en su afán por obtener voluntades, ha cometido un error garrafal: perdió la brújula selectiva y se han subido al tren personajes polémicos y de oscuro pasado en diferentes distritos. Por mencionar alguno, el hombre al que le gusta el café fuerte y sin azúcar, citó a Sergio Villordo, el ex intendente quilmeño, otrora chofer de Aníbal Fernández, quien supo ser su impulsor y al que luego el ex jefe de Gabinete le soltó la mano por graves denuncias, algunas de ellas de tenor policial. Idéntico cuadro de situación se ha dado en otros distritos, como Florencio Varela, Avellaneda y Lanús, el corazón del Sur, donde los intendentes oficialistas se frotan las manos por estos dislates que les multiplican los ímpetus electorales.

Los que hablaban de diez puntos de diferencia, que las encuestadoras le daban a Massa en las últimas semanas, hoy nadie se anima a sostener esta foto Esto ha puesto muy contento a Scioli, porque lo acerca a su sueño, ya que un Massa debilitado en Octubre es hombre muerto en la carrera presidencial. Pero hay que señalar también que el gobierno también ha contribuido en construir este escenario. Ha retomado la ofensiva en los últimos días con medidas que tienen que ver con el bolsillo de la gente. En tal sentido, el diputado Hector Recalde ya tiene listo el proyecto para gravar la renta financiera y sacar de allí los recursos que el Estado dejará de percibir por subir el piso del mínimo no imponible, para que sea menor la franja de trabajadores que paguen el impuesto al sueldo y de esta manera desarmar al ejército de Hugo Moyano, el titular de la CGT. Y a esto hay que sumarle la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo que acaba de hacer Cristina, para que como ella misma lo dijo "sea más vital y más móvil".Además, quienes están cerca del poder sostienen que en Balcarce 54 se están preparando una batería de medidas que tienen que ver con la Economía, de manera de darle más efectivo el órgano más sensible de la población (como decía Perón), que es el bolsillo.

Mientras las estrategias y operaciones políticas están a la orden del día, en donde hay carpetas que podrían salir a la luz, hay que decir que es muy pobre la campaña de spots televisivos, la gran mayoría de ellos carentes de imaginación y hasta parecidos a los de fabricación casera.En este marco, hay que decir que la provincia de Buenos Aires se ha puesto al rojo vivo.Algunos han desenterrado en las últimas horas el sueño que tenía Massa antes de lanzarse a la arena . Dicen que estaba desesperado por intentar que el gobernador bonaerense Daniel Scioli lo acompañe en su aventura. Esto lo afirmó el jefe de Gabinete sciolista, Alberto Pérez, en un fuego cruzado con el intendente massista de San Miguel, Joaquín De La Torre. Este último había acusado a Pérez de negociar “lugares en nuestra boleta hasta el sábado mismo del cierre de listas”. Esa frase, a su vez, era una réplica a otras palabras de Pérez, que había calificado a Massa de “ingrato y desagradecido”.

“Que Massa invierta en retretes, salud primaria y políticas sociales porque sus índices son peores que en Vicente López, San Isidro o San Fernando, incluso en zonas más pobres del sur de la provincia, como Quilmes”, señaló Pérez chicaneando al intendente de Tigre. En medio de semejante escenario con olor a agua estancada, un alto dirigente del justicialismo me confió que “en el peronismo te tenés que encolumnar y, si no, jugar sin atacar a tus compañeros. Massa y Giustozzi se pusieron afuera y encima no reconocen que cuando los eligieron fue gracias a las políticas del gobierno nacional y el provincial".El propio intendente de Florencio Varela y jefe de todos los alcaldes en la FAM, Julio Pereyra calificó a este sector "de rejunte" al ser invitado al programa 6,7,8.

En uno de mis comentarios anteriores había señalado, que la disputa ya con pintura de guerra entre distintos intendentes del conurbano y el interior bonaerense comenzó a rodar a partir del salto de Massa al escenario electoral. Si bien ya había empezado con un incipiente grupo de ocho jefes comunales en el 2011, siempre fue interpretado como el aviso del intendente de Tigre de transformarse en cacique de un sector del peronismo. En aquel entonces Massa amagó con presentarse a competir en la interna por la candidatura a la gobernación bonaerense peleando el puesto con Daniel Scioli, aunque sólo quedo allí. Como a quien le produce sarpullido alguna prenda de vestir, Massa intenta sacarse al kirchnerismo de encima cada vez que puede, pero siempre con una encuesta de marketing en la mano. En el 2009, cuando las encuestas y el humor social no acompañaban al entonces presidente Néstor Kirchner, cuentan los armadores electorales del kirchnerismo que “Massa organizó y promovió por atrás un corte de boleta junto a otros dirigentes para hacer daño a la figura de Kirchner”.

A aquel grupo inicial que estaba encabezado por Massa y lo seguían en fila india los intendentes de Escobar, Sandro Guzmán; el de San Miguel, Joaquín De La Torre; el de Hurlin-gham, Carlos Acuña; el de La Plata, Pablo Bruera –luego se alejaría–, entre otros, se sumaron José Eseverri, de Olavarría; Luis Andreotti, de San Fernando; Gabriel Katopodis, de San Martín. Sobre el final se adosaron quienes tenían un acuerdo con el macrismo como Jesús Cariglino, de Malvinas Argentina, Jorge Macri, de Vicente López, y Gustavo Posse, de San Isidro. Pero hay que señalar que la última adquisición del tigrense, fue tal vez la más importante –único representante de la zona Sur– Darío Giustozzi, el hombre nacido en Saladillo y que hace años puso un pie en el distrito de Almirante Brown, que hasta ese momento se presentaba como kirchnerista, después de haber ganado en la última elección con más del 70% de los votos.Por ese entonces Giustozzi se convirtió en la estrella rutilante del firmamento K y que tiene un sueño que lo desvela: aspira a futuro en convertirse en gobernador de Buenos Aires.

Pero para comenzar a imaginar de lo que será la madre de las batallas, hay que tener en cuenta de que del otro lado del ring ahora se plantado con renovado vigor el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde . No es poco lo que timonea este joven dirigente .Se trata del segundo distrito más poblado del conurbano y hoy está al frente de los dirigentes comunales encolumnados con el kirchnerismo, que sumados son una amplia mayoría.. Dentro de ese potencial electoral, Massa tropezará aquí con territorios muy bien atorrnillados, donde los barones del Conurbano han blindado sus geografías urbanas con un trabajo de militancia de muchos años, donde hoy ostentan en las filas de sus ejércitos a miles de jóvenes que paladean las mieles del Modelo, como el único camino a recorrer para lograr el crecimiento económico y la inclusión social..

Para demistificar el "paraíso tigrense", que muestra Massa, un jefe comunal de alto predicamento entre los caciques, se sumó al duelo de artillería manifestando que “en casi todos los indicadores sociales Lomas tiene mejores resultados que Tigre: hogares con cloacas, 32 a 18 por ciento; hogares con agua corriente, 98 a 64 por ciento; en hogares servidos por redes de gas, 68 a 55 por ciento”.La misma fuente indicó que "Massa muestra el cotado rico y glamoroso de su distrito, pero esconde a una amplia franja de pobres que no tienen agua, ni cloacas, además de decir que en su partido hay delito cero, pero le mandó a todos los delincuentes a sus vecinos de San Fernando".

Como se observa, los rivales ya raspan con todo y los cuerpos se friccionan en el escenario del gran partido. Y eso que todavía se está en la etapa de precalentamiento.No obsntate ello, hay algunos que lanzan espuma por la boca, como el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, quien salió a cruzar al massismo con los tapones de punta siguiendo la línea trazada por el jefe de gabinete de Scioli. Apuntó al desagradecimiento “porque la Provincia y la Nación han hecho inversión extraordinaria en Tigre, que además tiene grandes posibilidades de recaudación con los barrios privados”, no sin antes apurar a Massa para que “defina si es liberal”. Para los observadores políticos no hay dudas de que la batalla por el conurbano, anticipa un partido abierto, con un final cerrado. Las primarias de agosto están cerca y en la medida en que el 11 se ponga rojo en el almanaque, el olor a pólvora será cada vez más intenso.

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