jueves, 28 de julio de 2016

En el pais de la frivolidad, ganó Tinelli y Macri tuvo que bajarse los pantalones

"El mundo está en guerra", dijo el Papa Francisco al pisar el suelo de Polonia. Es la primera vez, que el Santo Padre pone de manifiesto una amenaza terrorista tan dramática. Sin embargo, aquí no es título de tapa. De este lado del mundo, en el país de la frivolidad, la noticia de primera plana es el encuentro entre el presidente Mauricio Macri y el animador Marcelo Tinelli.


Como si no hubiera problemas por resolver, con tantos pobres y gente que la pasa mal por la inflación, la  "cumbre" de Olivos no es ni más ni menos, que una mamarrachada que en nada le sirve al Presidente. Es más, si había algo que medir, quedó en claro que el rey del rating, es el que se llevó todos los aplausos.
Con la foto para la tribuna de los dos personajes sellando la paz, el que volvió a mostrar un nuevo signo de debilidad es el Gobierno. El gesto de distensión, las sonrisas y hasta el juego poco serio de ambos personajes de intercambiar sus rostros con el programa "face swap", no es moneda de cambio después de las heridas que dejaron el fuego cruzado de las últimas semanas.
Por lo que trascendió, no se puso en la charla bajo discusión la imitación que hace el humorista platense, Fredy Villarreal del jefe de Estado en Swowmatch. Se descuenta que es otro logro de Tinelli, ya que nada cambiará y hasta el propio Fernando de la Rúa tendrá que tragarse con sabor amargo la frase de "intento de desestabilización presidencial" con que leyó la humorada, que en su momento a él le tocó vivir en carne propia.
La estrategia de Tinelli es conocida: pega y luego negocia. Tiene el rayo láser de una audiencia millonaria. Aunque después, salió a poner paños fríos en la guerra desatada a través de las redes sociales, donde hasta abundaron denuncias de bombardeos a través de los Trolls, una suerte de espadas filosas del oficialismo. El encuentro de Olivos, fue  "mano a mano", sin intermediarios ni asesores. Ese trato directo entre ambos ya había quedado claro el martes, cuando el propio Macri habló con Tinelli y se encargó él mismo de acordar la cita.
Fue el segundo vuelo rasante de Tinelli por Olivos desde que Macri es Presidente. La vez anterior fue el 29 de marzo, cuando el conductor de TV aún pujaba por quedarse con la manija de la AFA, lo que finalmente no ocurrió y provocó malestar en el dirigente de San Lorenzo. El hombre intuye que Macri le embarró la cancha con Angelici. Pero,Tinelli  siempre sonrié y  entró a la Quinta presidencial cerca de las 12 y rápidamente fue recibido por Macri. Las primeras imágenes de la cita las subió el propio Macri a su Twitter. Y escribió: "Recibiendo a @cuervotinelli en Olivos".
 En otro gesto hacia el animador de Showmatch, pese a que por la Quinta desfilaron durante esas horas funcionarios de primera línea,  Macri decidió recibir a Tinelli "a solas". Tanto Tinelli, como el jefe de Estado, desplegaron sonrisas de dos plazas, como para ir apagando las últimas antorchas de una contienda con fuego cruzado y munición gruesa. El clima se espesó principalmente, ante la denuncia del animador por una campaña viral presuntamente orquestada, según deslizó, por el Gobierno y que tuvo como pico máximo la nota que dio el Presidente el domingo pasado a La Nación, donde acusó al conductor de satirizarlo "de mala manera" y consideró"increíble que se ofenda porque lo critican 30 mil tuiteros". Luego de esos cañoneos, hablaron por teléfono y ellos mismos acordaron verse, reunión que se esforzaron en decir en la Casa Rosada, que fue pedida por Tinelli.
La frutilla del postre fue la increíble señal de Macri, subiendo a sus redes sociales videos con Tinelli en Olivos. Un verdadero acto de cholulaje para un Presidente que prometió un cambio serio y que hoy debe lidiar con tantos desafíos por delante. En uno de ellos, se los ve bromeando con Face Swap, una herramienta que permite intercambiar caras en vivo. "Estamos muy bien ahí", dice el animador de TV, quien sostiene el celular."¿Alguien se va a dar cuenta que somos nosotros?.", contestó con una ironía el primer mandatario. Desde Casa Rosada, fueron más cautos frente a semejante escenario. Más allá de las imágenes y comentarios que subió el Presidente en sus redes sociales en público, en Presidencia por el momento eligieron el silencio. 
Sin embargo, por lo bajo, dijeron que la reunión fue en los mejores términos. "Se había hecho una bola donde no había nada. El programa nos divierte, ellos tienen la mejor y va a seguir de esa manera", aseguraron cerca de Macri y además negaron querer que Tinelli discontinúe la imitación realizada por Freddy Villarreal. Y para refrendar que la reunión permitió zanjar cualquier diferencia, el conductor de TV, minutos antes de las 14, tuiteó: "Gracias al Presidente @mauriciomacri por recibirme en Olivos. Muy linda, profunda y divertida charla. Hablamos de todo". Se prevé que en su programa del jueves, Tinelli cuente más detalles, esta vez sin "apagón" impulsado por los tuiteros que comulgan con el Gobierno...
De todas maneras, este capítulo mediático deja sus enseñanzas. Los asesores presidenciales deberán evitar que el Presidente vuelva a irse a la banquina con una cuestión tan elemental como el humor, que lo que hace es bajarle los decibeles a las angustias ciudadanas. El Presidente no puede tomarse todo a pecho, cuando vas siete meses de gestión. ¿Si imaginan a Arturo Illia, representado por la eterna tortuga?. Llamó la atención la actitud que tuvo Macri con Tinelli. No olvidemos, que el 10 de abril después de que se aprobara el acuerdo legislativo con los acreedores externos que demandaban al país por la deuda. hubo un hecho más fuerte, que pasó inadvertido. Ese día, el dibujante Hermenegildo Sábat publicó en Clarín una de las caricaturas más ofensivas. Lo mostró a Macri con una espantosa nariz de buitre y además, manejado a cuerda. Para pasarlo en limpio , Macri era ni más ni menos, que un presidente buitre.
Sin embargo, el dibujo no explotó en la polémica, porque el Gobierno lo dejo pasar y no hubo respuesta. El silencio y la tolerancia del Presidente en el primer semestre, fue una de sus mayores virtudes. Pero es evidente que las cámaras lo pueden todo y la TV es un filoso estilete que pocos resisten. Hasta la propia señora de los almuerzos, Mirtha Legrand, se puso del lado de Macri y le criticó a Tinelli de "poco felíz y agraviante", mostrar a un Presidente bajándose los pantalones, como lo hizo Fredy Villarreal en el sketch. Si queremos cambiar en serio, un país con libertad de expresión debe tener espacio para todo eso. Bienvenida la talentosa sátira contra el Presidente y los insultos contra quienes lo critican. Moraleja:  hay que reconocer, es que esta vez fue Macri el que se bajó los pantalones y el que se llevó los aplausos, fue Tinelli. 

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