miércoles, 17 de mayo de 2017

Vidal se puso casco y va en busca del voto asfalto para pavimentar el camino a octubre

El peronismo sueña con tener una figura como María Eugenia Vidal, la dirigente hoy con más peso dentro de la política. Pero es un imposible. Ella viene de la matriz pura del PRO y se mantiene fiel a su conductor. En esa dirección, con tal de preservar al as de espadas de Cambiemos, Mauricio Macri le envía una catarata de fondos para que la Provincia vuelva a florecer. Además de 500 millones de pesos para la finalización de dos cárceles, la gobernadora anunció en las últimas horas durante un acto en Ramallo 80 obras viales.


Se trata de un plan que tiene contemplado en su cabeza para comenzar a ejecutar este año, con una inversión de unos 16.800 millones de pesos, para realizar trabajos en el Corredor del Atlántico y un plan de asfalto en el conurbano. Vidal es rápida de reflejos y para diferenciarse de la gestión de su antecesor, Daniel Scioli, aprovechó la oportunidad para disparar con munición gruesa: "No es lo que vamos a hacer.Es lo que ya hicimos y estamos haciendo en muchos casos".
Aunque no se lo admita a tambor batiente, el plan esconde la apetencia electoral de ganar las elecciones de octubre de la mano de Vidal. De ser así, Cambiemos tendría mayor poder de maniobra en el parlamento y alimentar el sueño reeleccionista de Mauricio Macri en el 2019. 
Es evidente que el candidato del oficialismo serán las obras. "Queremos que la gente se de cuenta que en el pasado se inauguraban obras inconclusas hasta dos y tres veces, se robaban la plata y hablaban de la década ganada. La diferencia con este presente es que vamos a hacer lo que prometemos, mostramos los números y aseguramos la transparencia en todos los frentes. La gobernadora además dijo que si encuentra a alguno de sus hombres metiendo la mano en la lata, se la corta". Así lo resumió, una de las primeras espadas de la gobernación. 
La proyección para este año es habilitar un total de 1800 km de calzada, de los cuales 1500 ya están finalizados en 40 rutas que atraviesan 70 municipios. La gobernadora prometió acondicionar todas las rutas de la provincia en 8 años con un plan vial que requerirá la inversión de 10 mil millones de pesos. Lo hizo en la ciudad de Ramallo. "Hay un plan vial que empezó el año pasado y que trasciende este mandato, que llegó para quedarse muchos años, no importa si seguimos gobernando. También cumpliremos con el plan de obras hídricas, para que la gente no se siga muriendo", señaló. 
Mientras tanto, en los laboratorios amarillos, los operadores avanzan en pergeñar la campaña. Por eso ya hay prevista para las próximas horas en la agenda de la gobernadora, una foto junto a Graciela Ocaña, que ya blanqueó su pase a la provincia de Buenos Aires para competir en las elecciones por el frente Cambiemo en la lista de diputados. Aunque todavía no está definido el lugar, a falta de Elisa Carrió,"La Hormiguita" será la que llevará en alto la lanza contra la corrupción.
La foto con ella, es un gesto de Vidal para lograr votos en el distrito más importante, como el que tuvo el mes pasado con el ministro de Educación, Esteban Bulrrich, para presentar el plan "Asistiré" y anunciar la ampliación del Boleto Estudiantil Gratuito a las universidades de Avellaneda, Lanús, Luján y Moreno. Además, está previsto en los próximos días, otra foto conjunta entre Bullrich y la titular de Acumar, Gladys González, que también figura en carpeta como posible candidata en octubre.
Vidal para esta contienda, cuenta con la ventaja de un peronismo aún disperso, sin GPS y en estado deliberativo. Sabe que es la dirigente con mejor imagen y así lo demuestran diferentes encuestas encargadas por distintos espacios políticos Su sonrisa firme, la disposición al diálogo y la lucha contra las mafias como discurso constante, la han consolidado en lo más alto del podio. Hoy es una de las figuras de mayor poder en la mesa chica del PRO y será quien defina las listas, pero fue contundente al señalar que no quiere ser presidenta. Admite tener una responsabilidad enorme para cumplir y sostiene que la imagen es siempre una foto y "lo que importa es lo que hacés". Cuando reflexiona sobre lo que le paso a la Provincia, señala que "lo peor es haber tenido gobernadores que querían ser presidentes".  
Con el escándalo mediático de Daniel Scioli con su pareja Gisella Berger, Vidal recibió el regalo menos esperado. Al FPV se le derrumba por estas horas como un castillo de naipes, uno de los candidatos con mayor caudal de votos. No obstante, la mandataria no subestima la fortaleza de Cristina Kirchner, Florencio Randazzo y Sergio Massa. Mientras los tres vayan por caminos distintos, se le despeja el camino para llevar a sus candidatos a la victoria.
Pero aún  hay nubarrones. A un mes de la inscripción de alianzas y a menos de 40 días  de la presentación de listas, la situación electoral no le sonríe al gobierno Según las últimas encuestas, el 43% de los bonaerenses dice que votará a candidatos de la oposición, mientras el 34% admite que se inclinará por el oficialismo.
Frente a este escenario, el Gobierno enfrenta tres cuestiones de magnitud. Por un lado, la gran mayoría piensa que la economía está mal o muy mal. Por el otro, una gran porción considera que Cambiemos y Macri gobiernan para los más ricos. El tercer problema es que no tiene un candidato cuya figura consiga votos por propia chapa. Los politólogos sostienen que cuando se mide a Esteban Bullrich, su postulación apenas concentra el 14% de intención de voto.
Mirando hacia la orilla de la oposición, las dificultades provienen de la fractura. Cristina sigue siendo la candidata con mayor proyección, pero Florencio Randazzo, Daniel Scioli, si es que resucita,Verónica Magario, Sergio Massa y la izquierda pelean ese voto opositor. Demasiados comensales para la acotada porción de torta. De la forma en que se alineen los planetas, sobre todo en el peronismo, dependerá el resultado electoral. Las chances de Cambiemos están más circunscriptas a la política, porque en la economía, como se observa, no tiene hasta ahora mucho para exhibir. Los tarifazos, la pérdida del salario real, la caída en el poder de compra de los jubilados, la inflación, la recesión y los despidos, dejan al gobierno con poco argumento. Es lo que lleva a Cambiemos a recurrir a la carta de "la pesada herencia" y a concentrarse en la polémica sobre lo que dejó el kirchnerismo que se fue hace un año y medio.En política y cuando es necesario para sobresaltar a la memoria, el pasado siempre vuelve.

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