lunes, 22 de abril de 2013

El "efecto Francisco" hizo que miles de fieles vuelvan a las iglesias de la región


Por Jorge Joury

El comentario es recurrente en la zona Sur: todos dicen que hay más gente en las iglesias. Hoy a este fenómeno se lo llama "el efecto Francisco". A poco más de un mes del nuevo pontificado, desde la propia comunidad católica se admite una mayor presencia de fieles, tanto en las misas, como en el confesionario. Esta percepción está absolutamente avalada por las encuestas. Tanto la Alianza Católica, como el CENSUR (Centro de Estudios Sobre las Nuevas Religiones) coinciden a través de sondeos que se está dando la atracción por la figura de Bergoglio. No es ni más ni menos que el regreso a la Iglesia y a los sacramentos, por parte de personas que se habían alejado de ella y que ahora se sienten atraídas por el mensaje del nuevo Papa.

En el estudio, donde se le pidió opinión a unos 200 sacerdotes y religiosos a través de redes sociales como Facebook y Twiter, el 53% de los consultados manifestó que había receptado en la propia comunidad un aumento de las personas que se volvían a acercar a la Iglesia. La mayoría coincidieron en que el nuevo Papa encandila con su humildad y su apegó a ayudar a los pobres y combatir otros males sociales, como la droga y la trata de personas. Hechos concretos y recientes del Santo Padre, como bajar los sueldos de las altas autoridades del Vaticano para donarlos a los más necesitados, son ejemplos palpables de ese volver a confiar que experimentan los fieles.

Según el trabajo del que damos cuenta, en el 43,8% el aumento de las personas en las iglesias se define como "consistente", es decir permanente. Y para el 64,2% de los consultados el incremento está directamente relacionado con las confesiones.

Si tratáramos de traducir los datos en términos numéricos y a escala nacional, en relación con la mitad de las parroquias y de las comunidades, tendríamos que acentuar un dato relevante: son miles las personas que se han vuelto a acercar a la Iglesia siguiendo las invitaciones del Papa Francisco.

Para algunos especialistas también tiene mucho que ver el efecto Ratzinger, es decir que muchos afirman que se conmovieron por la renuncia de Benedicto XVI. Todos son datos reales, pero no son los únicos que confirman el fenómeno. Teniendo en cuenta un trabajo que la consultora Poliarquía difundió en los últimos días, el Papa Francisco es hoy el líder o el dirigente con imagen positiva más alta de la Argentina. Casi el 70% de los encuestados respondió que tiene una imagen muy buena del Papa, en tanto que el 20% habló de una imagen buena, sólo el 5% la calificó de regular y apenas un 2% dijo tener una imagen mala o muy mala.

Si hacemos una lectura fina en cuanto al impacto que tuvo la designación, el 74% lo considera un hecho positivo, el 23% dijo que no va a tener impacto alguno y apenas un 2% opinó que será negativo. La encuesta fue en forma telefónica y se hizo entre el 3 y 10 de abril, es decir casi un mes después de la elección del Pontífice, sobre la base de mil casos, entre mayores de 18 años de centros urbanos del país, con más de 10 mil habitantes.

Algunos sacerdotes de la zona Sur consultados sobre este nuevo fenómeno, coinciden en que "la gente ve al Papa Francisco como una figura transparente y absolutamente confiable".Uno de ellos puso como ejemplo que "se da un fenómeno como el de las aguas del Nilo. Pueden bajar después de la crecida, pero por más que retrocedan, la tierra ya quedó fecundada. Aquí es lo mismo. Tal vez dentro de un tiempo el fervor disminuya, pero para los católicos, la tierra ya fue fecundada".

Algunos se esperanzan en que sea el punto de partida del regreso a los sacramentos. Otros también señalan que " el fenómeno se puede ver hasta en la misma clase política, que dijo presente después de varios años de ausencia, en la asunción de Mario Poli al frente del Arzobispado de la ciudad de Buenos Aires, el hombre que hoy ocupa el lugar que dejó Jorge Bergoglio".

En lo que tiene que ver con los cambios que puedan darse dentro de la iglesia católica con la llegaba del nuevo Papa, la mayoría de los consultados por Poliarquía opinan que los habrá y que no serán menores. El 51% estimó que habrá grandes cambios, el 34% sostiene que serán moderados, mientras que sólo un 11% habla directamente de pocas variantes.

Si nos manejamos por fuera de las frías estadísticas, en la región Sur el ánimo con que los fieles se movilizan y transitan por la fe en los templos locales marca un entusiasmo muy alto, desde que un sacerdote argentino conduce los destinos de la Iglesia.Algunos de los consultados para el armado de este informe, coincidieron "en que hoy la gente necesita ser escuchada, quedando en claro que se está dando un reverdecer el catolicismo, como el que ocurrió en 1934, cuando el Congreso Eucarístico Internacional de realizó en Buenos Aires".

Los gestos de sencillez demostrados por el Santo Padre, son cuestiones que se resaltan hoy en las charlas cotidianas en las calles. Haber cambiado el tradicional Anillo del Pescador, de oro sólido, por uno simple de plata, el nombre elegido para honrar a San Francisco de Asís, el hijo de un aristócrata del siglo XIII, que renunció a una vida de opulencia para vivir con los pobres y romper con la tradición de un siglo al rechazar el gran apartamento del piso superior del Palacio Apostólico del Vaticano y escoger una modesta residencia de dos habitaciones en Domus Santa Marta, son algunos de los aspectos que han impactado fuertemente de manera positiva en la feligresía. Aquella Iglesia de la opulencia, la fastuosidad del oro y los mármoles, parece haber quedado atrás en el camino elegido por el nuevo huésped del Vaticano.

Además hay que destacar otro fenómeno. El turismo también se ha visto beneficiado por el efecto Francisco. Ya hay empresas que han organizado paquetes de recorridos por los lugares de Buenos Aires relacionados con el Papa, como la catedral y su viejo barrio de Flores, donde se desarrolló su infancia y está su casa paterna, además del seminario donde se ordenó sacerdote en Villa Devoto, la cancha de San Lorenzo, su equipo favorito, la iglesia de San Carlos, donde tomó la comunión y San Ignacio de Loyola, el templo mayor de la orden de los jesuitas .El circuito ya fue puesto en marcha experimentalmente durante la Semana Santa con un grupo periodístico extranjero, para asegurar su difusión y se calcula que la demanda irá creciendo exponencialmente. Además se cree que esta propuesta recibirá un gran impulso en julio próximo, cuando el Papa Francisco vaya a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, que se desarrollará entre el 23 y 28 de ese mes.

A todo esto, el gerente de una importante empresa especializada en viajes, reflexionó que "esto seguramente va a explotar cuando el Papa venga a la Argentina para fin de año. El city tour para un grupo de hasta 24 personas cuesta 3.120 pesos, lo cual quiere decir que si esa suma se prorratea, da 130 pesos por persona, o un poco más si el grupo tiene menos miembros. En cambio, si el recorrido lo contratan de una a tres personas que van en un auto con chofer, el costo es de 1.600 pesos".

Hoy los hábitos sencillos y blancos, la misma cruz de hierro que usó como cardenal y su mirada misericordiosa con los enfermos y los más necesitados, hacen que Francisco le haya abierto a la Iglesia una ventana para que entre aire fresco. Hay un nuevo camino y un reencuentro con la fe. Y eso es muy bueno para los pueblos, sobre todo frente a las nuevas amenazas del siglo XXI, contaminado por las ambiciones desmedidas.

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