viernes, 25 de abril de 2014

El día que a las mujeres les cayó para el cu… lo que dijo Macri







Por Jorge Joury

Si hay algo de lo que no se vuelve es del ridículo. Así versa una frase que apila seguidores en el cuño popular. Fue lo que le ocurrió al  jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, quien tuvo que salir a pedir “disculpas” por señalar que a las mujeres les gusta que les digan un piropo por la calle, incluso una grosería como: “que lindo culo que tenés”. El líder de Pro, cercado por la catarata de insultos que recibió a través de las redes sociales, admitió públicamente que : “Una de mis hijas me llamó y me retó por el tema de los piropos. Hice un comentario desde la galantería, pero si alguna mujer se sintió ofendida, pido disculpas”.
Lo que Macri no imaginó es que lo manifestado en la  entrevista con la radio FM Masters, de Ushuaia no quedaría archivado en las tierras del fin del mundo, sino que replicaría con tánta fuerza y que haría derretir hasta los cubitos de las heladeras porteñas.  “En el fondo, a todas las mujeres les gusta que les digan piropos. Por más que te digan alguna grosería como «¡qué lindo culo que tenés!»”, había expresado el ingeniero, ahora lanzado en pícaro. Lo que no midió es que el vértigo de las comunicaciones haría caer en Buenos Aires una lluvia ácida, que le puede jugar en contra en el caudal de votos femeninos para sus aspiraciones presidenciales.
Su acentuado machismo puede tener efectos colaterales. Por lo menos, ya provocó una rebelión en los tacos altos. A raíz de ello, ante el rechazo generalizado, el jefe de gobierno porteño intentó aclarar sus dichos: “Yo no hago ese tipo de piropos”. Tarde Mauricio para pedir disculpas, le susurraría un amigo al oído. O tal vez otro, ya más zarpado y en los pasillos de La Bombonera, le reprocharía : “fierita, con las brujas no te metas porque te hacen de goma y no te la perdonan más”.
No es para tánto, ni para que lo excomulgue el Papa. Pero  hay que subrayar que el hecho toma visos de gravedad porque Macri es un político y como tal, debe guardar recato por su investidura de Jefe de Gobierno. No  debe salir del molde de la cordura, aún queriendo hacerse el simpático, incursionando desde el humor. Se equivocó además Macri en elegir la parte del cuerpo, la más sensible al ojo masculino. Allí fue donde se desbarrancó hacia el mal gusto. Hay que decir que la jodita, hablando mal y pronto, le salió para el culo.
La pregunta es si lo de Macri podría encuadrarse dentro de lo que los especialistas denominan  como acoso callejero, algunas metodologías de piropo. Son ni más ni menos que las formas naturalizadas de acciones o palabras no deseadas que muchas mujeres padecen a diario. Para la mayoría de los argentinos se puede configurar bajo la figura del piropo.  Pero para los que analizan estas cuestiones desde la psicología, sostienen que  hace tiempo que hay una delgada línea roja entre el piropo y el acoso. Por eso es importante que la sociedad y sobre todo las mujeres conozcan esos límites y cómo defenderse.
Vayamos por parte. El piropo está inscripto en una frase o palabra construida con sagacidad, picardía y hasta cierta inocencia. En cambio el acoso callejero es un tipo de interacción focalizada con contenido alusivo a la sexualidad, cuyo ejercicio implica diferentes prácticas como silbidos, comentarios sexualmente explícitos, miradas fijas, cierre del paso, autoerotismo en público,exhibicionismo, manoseo, seguimiento, sonidos, ofensas verbales que se dirigen a las mujeres. Hay frases como: “Yegua, potra, caballo, fiera, bestia o si te agarro te parto en dos”, entre otras, que ofenden y se convierten en verdaderas cachetadas para el género femenino. Se escuchan a diario en las calles y no  aceptan atenuantes . Más bien, marcan a fuego el perfil bajo de quien las pronuncia.
Un estudio del programa de Opinión Pública de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) detectó que el 72.4% de las mujeres encuestadas desconocidos le gritaron o silbaron en el último tiempo. De ese total, el 59.2% manifestó haberse sentido “incómoda o intimidada”. Si bien el sentimiento de incomodidad es grande, el 76.2% de las mujeres manifestó no reaccionar ante el hecho, quizás por temor.  Como contrapartida, al 71.4% de los hombres ninguna mujer  le gritó o silbó nunca. A el 28.6% que sí le sucedió, le gustó el hecho.
 Para que los asesores de Macri tomen nota, la encuesta que realizó la Facultad de Psicología  y Relaciones Humanas de la Universidad Abierta Interamericana  se hizo entre hombres y mujeres de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Conurbano de Buenos Aires para conocer sus impresiones respecto de este tema.
En el marco de la Semana Internacional contra el acoso callejero entre el 7 y 15 de abril  impulsada por la ONG  Stop Street Harassment la encuesta de la UAI determinó que si bien el acoso callejero es muy común, sólo el 6.6% de los hombres encuestados reconoció llevarlo a cabo. De ese total, el 57.1% cree que a las mujeres “les gusta” y ellos lo hacen para “halagar”.
Otro de los datos interesantes del estudio señala que ante esta situación, el 56% de las mujeres manifestó que si ve  un grupo grande de hombres, cruza la calle y el 42.9% siente temor a la hora de caminar sola. La mayoría de los encuestados (el 55.6%) de los encuestados de ambos sexos, reveló conocer el término de “acoso callejero” y el 86.6% estaría de acuerdo con que se prohíba por ley.
La licenciada en psicología Mercedes Aréchaga sostuvo que : ” analizar este fenómeno es entrar a hacer equilibrio en una delgada línea roja. Hay que separar algunas cuestiones. Hay experiencias negativas y humillantes, intimidatorias y agresivas de meras aproximaciones de cortejo y coquetería.   Dependen del machismo como origen de comentarios contra las mujeres en los espacios públicos. Responde todo a una teoría general del poder en el género. Suele ser un componente invisible de las interacciones cotidianas, de breve duración, que se presenta disfrazado de piropos, alabanzas. elogios y halagos”.
Hay varias formas de acoso sexual  callejero (acoso femenino, acoso homosexual a heterosexuales) con distintas representaciones en la vida de los /las ciudadanos/as.  Algunos centros académicos proponen el estudio en profundidad para conocer realmente las experiencias subjetivas, utilizando entrevistas de larga duración con discursos que comprenden el uso de fotografías, diarios personales, que permita obtener de las personas los significados que les atribuyen a ciertos sucesos.
Otros especialistas define al acosador callejero como alguien que no está autorizado ni correspondido en su actuación
Otros especialistas define al acosador callejero como alguien que no está autorizado ni correspondido en su actuación y genera un entorno social hostil. Además esta situación tiene consecuencias negativas para quien las recibe, Muchas veces implica desequilibrio en las relaciones de poder y ocurre en diferentes medios. Es un problema social y no de patologías psicológicas individuales.
“Provoca temor, vergüenza, coraje e indignación. También puede generar sensación de pérdida de control, disminución de autoestima, distorsión en la valoración de las experiencias de acoso, incremento en la inseguridad propia y desconfianza hacia hombres desconocidos en general. Los daños a nivel psíquico pueden ser importantes. Uno de ellos es a cambiar formas de vestir, lugares donde transitan, hasta libertad para salir solas a la calle”, agregaron los especialistas. Por lo que se ve, Macri lo que hizo fue cartonear un poquito de fama, sin tener en cuenta su investidura de alguien que fue elegido por el pueblo para dar el ejemplo. Pero convengamos que la picardía, está lejos de la figura del acoso, con lo cual se le puede perdonar el dislate. Pero atención, desde el punto de vista político habrá que ver si en el futuro ellas no le pasan factura en las urnas.

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