viernes, 25 de abril de 2014

El Moyano que no vemos, ahora va por todo a la Plaza




Por Jorge Joury A Hugo Moyano cualquier colectivo le viene bien con tal de llegar a coronar su sueño de convertirse en el Lula argentino, o demostrar que es el que la tiene más larga. Además se haber puesto ya un pie en la comisión directiva de Independiente, el club de sus amores, el camionero mandó en las últimas horas un gesto de simpatía hacia el espacio UNEN. A pesar de estar integrado por radicales, socialistas y con algunos residuos de PJ, como la presencia de Pino Solanas y el ex K Martín Loustau, el camionero les dio la bienvenida a la política porque entiende que “oxigenarán el ambiente”. ¿Será que se palpita el resurgimiento de la Alianza, como fue en el 99? .

Muchos se preguntan por estas horas  que se traen entre manos ahora el tándem Moyano- Luis Barrionuevo. Ambos le tomaron el gustito al paro del 10 de abril y  no quieren que sus nombres desaparezcan de la tapa de los diarios. Tal es así, que durante una reunión celebrada en la casa del dirigente de UATRE, Momo Venegas, en medio de sabrosas tiras de asado y regadas con un malbec de los premiados, los dirigentes se pusieron de acuerdo para impulsar otra medida de fuerza de aquellas características. Es por eso que decidieron movilizarse el próximo 14 de mayo a la Plaza, frente a las propias narices de CFK. Los sindicalistas huelen  a “fin de ciclo”, sobre todo después del último discurso de Cristina y no quieren perderse la oportunidad de torcerle el brazo y llevarse el brazalete.
La convocatoria incluye los mismos reclamos que motivaron la última huelga y suma un ingrediente que busca generar el respaldo de la clase media, generalmente crítica con los líderes sindicales: la inseguridad.
“Esta vez la convocatoria es amplia por el tema de la inseguridad. Nadie vive tranquilo. Los trabajadores nos dicen que tienen miedo de salir a trabajar y de volver a su casa. Los compañeros de la recolección de residuos terminan su turno a las 4 de la mañana y esperan hasta que salga el sol para poder viajar”, declaró en las últimas horas Moyano.
Por lo que se observa, el eje de la convocatoria coincide con días difíciles para la seguridad que se viven sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Tiene que ver con el asesinato de un hombre de 40 años, en medio de una toma de rehenes cuando llegaba a su casa de Wilde. El caso generó una gran conmoción en toda la sociedad. y hasta originó la intervención de la comisaría de la zona por parte del Ministerio de Seguridad. Otro hecho similar se repitió en las últimas horas en Villa Adelina, donde delincuentes mataron salvajemente a un jubilado.
No obstante, Barrionuevo le mandó un telegrama al gobierno al asegurar que decidieron darle “más tiempo”  para que responda los reclamos realizados en el paro general. Pero enfatizó que van a poner “toda la carne a la parrilla” en una movilización que será importante.
Los reclamos sindicales que unieron a Barrionuevo y Moyano incluyen la actualización del piso de Ganancias, una mejora de los haberes jubilatorios, políticas contra la inflación y cancelación de la deuda que el Estado tiene con las obras sociales, calculada en más de 20 mil millones de pesos. Hay quienes sostienen que los sindicalistas se enteraron que el Gobierno ya tiene decidido subir el piso de ganancias a 19 o 20 mil pesos, lo cual será anunciado en forma inminente y es por eso que adelantaron la medida para ejercer presión y precipitar el anuncio. La medida beneficiará principalmente a los trabajadores camioneros, quienes superan en su mayoría ingresos de quince mil pesos mensuales.
Por lo que se comenta en los pasillos de la CGT, la  movilización se decidió  durante un asado que se realizó en la casa de Gerónimo Venegas y en el que estuvieron Moyano, Barrionuevo y los principales dirigentes de sus centrales sindicales. Pautaron además que la semana que viene, en las vísperas del Día del Trabajador, realizarán un plenario para analizar la agenda.
Quienes están cerca de Moyano comentan que ” a Hugo no lo deja dormir el sueño de llegar a posicionarse como un hombre fuerte de la política. Aspira a convertirse en el Lula argentino.Estapresunción fue ratificada por el polítólogo y profesor de la UBA, el licenciado Gustavo Damián González, a quien entrevisté en mi programa radial (“Te lo digo en serio”, que va de 8 a 10 por la Fm local 97.7).
González señaló que “Moyano aún no ha podido revertir la imágen negativa alta ante la opinión pública, pero cuenta con una gran legitimidad en su gremio por la manera en que pelea por las conquistas salariales de sus trabajadores. Además lidera un sector como los Camioneros, que con su poder de fuego, puede paralizar un país. Sabe que tiene el rayo láser y presiona con estocadas profundas para causar heridas en lo más alto del poder. Principalmente le apunta a Cristina, por la teoría del pato rengo”.
Para comprender de qué manera ha sembrado el líder sindical para construir su hipotético camino hacia lo más alto de la política, conviene hacer un poco de historia.
En abril de 2011, en un multitudinario acto en la Avenida 9 de Julio en el que impulsó la reelección de Cristina Kirchner, el secretario general de la entonces unificada CGT, Hugo Moyano, afirmó: “Los trabajadores no estamos solo para votar. También podemos reclamar algún cargo en las listas. Los trabajadores  tenemos el derecho y la obligación de asumir responsabilidades”.
Un año antes, durante una entrevista periodistica  Moyano ya había mostrado las uñas. Recordó por ese entonces que Lula Da Silva solía señalar que cuando era niño su sueño había sido manejar un camión pero que había terminado manejando un país. “Quizá mi sueño fue al revés”, señaló el sindicalista. Incluso en febrero del año pasado, el jefe del gremio de Camioneros destacó que pùede ser que sea candidato a presidente.

El líder de la CGT Azopardo se refirió en esas tres instancias a la posibilidad de ampliar su nivel de representatividad. De pasar de dirigente sindical a dirigente político. Se sabe que todo dirigente sindical “hace política”, desde ya. Pero esa política no es necesariamente la que apuntan a hacer los partidos: reunir votos sean de trabajadores sindicalizados o no.
Los analistas de la letra chica subrayan en sus manuales que el paro nacional que llevó adelante Moyano junto con otras dos centrales obreras opositoras, sobre todo la de Luis Barrionuevo, parece alejarlo de ese objetivo de mayor llegada a distintos sectores, que por ejemplo había encarado en 2011 cuando realizó una serie de charlas en universidades. En esa dirección el politólogo Gustavo González señaló que  “Moyano tiene con sus afiliados  un alto nivel de respaldo e imagen positiva, pero difícilmente expanda esa adhesión a otros sectores sociales que lo ven ligado a lo más oscuro del sindicalismo”.
Una pista de ello la dieron algunos de los principales dirigentes opositores, que no salieron a apoyar con sus palabras la medida de fuerza. Sergio Massa, Mauricio Macri y Ernesto Sanz, entre otros, Indicaron que las consignas contra la “inflación” y los “efectos de la devaluación” son válidas pero que el paro debe formar parte de una “última instancia” de acción. “El paro no va a contribuir en nada”, señaló además el líder del PRO. Y el jefe del Frente Renovador -que tiene vínculos políticos notorios con dirigentes organizadores del paro- prefirió considerar que “hay otras metodologías” para hacer planteos.
Quienes conocer la arena sindical, opinan que con la huelga, Moyano y Luis Barrionuevo, antes que plantear un reclamo concreto al Gobierno buscaron ratificar que siguen vigentes en el escenario político”. Una vigencia que implica que pueden no ser importantes en términos de votos, pero que todavía tienen poder de fuego “sindical”. En el marco de esta lectura, habría que pensar también si el paro estuvo dirigido -como señalaron los sindicalistas- a la presidenta Cristina Kirchner, a quien le quedan veinte meses de mandato. O tal vez fue más bien un tiro por elevación para todos aquellos dirigentes políticos que quieran competir por sucederla en 2015, sean oficialistas u opositores. Una suerte de carta de intención  que le sugiere  a los candidatos de todos los colores que “no olviden que tendrán que hablar con nosotros, si llegan a la Casa Rosada”.

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