martes, 28 de julio de 2015

Boletas por metro en un escrutinio bonaerense que vendrá demorado


Por Jorge Joury
Este año entrar al cuarto oscuro será una larga travesía. En la Provincia harán su irrupción boletas kilomètricas, de casi un metro de largo por las siete categorías que habrá que votar en las Paso del domingo 9 de agosto. Por esta razón, los sufragios bonarenses tardarán más en ser escrutados. Además, habrá que hacerse de paciencia y agudizar la vista ante semejante candidad de cargos, lo que provocará que los guarismos del territorio estarán entre los que más tarden en ser cargados esa noche. Frente a tan variada oferta de candidatos y para evitar confusiones, los caciques bonaerenses que son maestros en practicar esta gimnasia proselitista, jugarán en la previa a la boleta bajo puerta para simplificarle la tarea al elector y de paso remar todos los votos que se pueda para sus alforjas.
Por lo que pudo saberse, en el caso del Frente Para la victoria ya se mandó a imprimir tres padrones bonaerenses por cada candidato a gobernador. Es una forma de garantizarles a todos los postulantes a intendente que tendrán las papeletas antes de las elecciones. El “Operativo conurbano” donde se encuentra el tesoro más codiciado de los votos, costó más de 43 millones de pesos, que hubo que ponerlos contantes y sonantes, porque sino las rotativas de imprentas no arrancan.  No es para menos, se  trata de 72 millones de boletas kilométricas con un costo de 60 centavos cada una para repartir casa por casa. El padrón bonaerense es de casi 12 millones de votantes, es decir que se imprimirán 6 juegos por cada elector. El equipo de campaña de Daniel Scioli,  se ocupó de diseñar los modelos y enviarlos a imprimir. En una elección en la que predominará la cacería tenaz del voto, además de los pilones de boletas que garantizan desde el comando sciolista, los candidatos a intendentes también mandaron a hacer sus propias impresiones.
Los alcalde consideran que esta vez será fundamental la repartija domiciliaria, teniendo en cuenta que el electorado del conurbano no es proclive al corte de boleta.”Hay que simplificarle todo a la gente para no marearla con semejante oferta de candidatos, sobre todo en la interna bonaerense donde habrá dos fórmulas en disputa. Después en la general todo se simplifica”, aclaró un importante jefe territorial. “En la semana previa a la elección arranca la ansiedad por las boletas de parte de los candidatos y, cuando están listas, se agolpan en las imprentas para tenerlas”, agregó el vocero.
La experiencia marca que las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias suelen ser dificultosas por la gran cantidad de precandidatos y listas internas que suelen presentarse. Pero este año hay que sumarle una dificultad adicional. Tiene que ver con las dos categorías extra que deben votarse en todo el país para elegir los representantes nacionales y provinciales para el Parlasur.
La empresa que se hará cargo del escrutinio es la española Indra, quien deberá subir al sistema por orden de llegada, nada más ni nada menos que 94.979 telegramas con los resultados de cada distrito. El dato a tener en cuenta es que debido a la gran cantidad de categorías que existen en la provincia de Buenos Aires, es factible que las autoridades de mesa se demoren más en contar esos votos y, por lo tanto, en enviar la información.
Los sufragios de Buenos Aires, con boletas que presentan siete categorías y las de Catamarca que tienen diez, serán los que probablemente tarden más en ser cargados. De ser así, la tendencia definitiva de los resultados nacionales demorará en conocerse: aún cuando haya sido subido un porcentaje importante de votos, no serán representativos de todos los distritos. Sobre todo de la provincia de Buenos Aires, que concentra al 37,01% de las 32.037.323 personas habilitadas para sufragar.
Indra aclaró que la decisión de a qué hora se darán a conocer los primeros resultados no depende de ellos, sino de la Dirección Nacional Electoral a cargo del Poder Ejecutivo. En este sentido hay que señalar que por ley, los datos oficiales no pueden ser difundidos antes de las 21.
Para intentar minimizar los errores de en la carga de datos, la empresa española utilizará este año un sistema similar al implementado en 2013: los telegramas elaborados por las autoridades de mesa serán escaneados y enviados a una oficina, donde un primer grupo de operarios transcribirá los resultados a las computadoras. Luego, un segundo equipo volverá a ingresar los guarismos. Sólo en el caso de que los números ingresados por ambos grupos coincidan completamente el conteo será dado como valido y subido a la web. Si se encuentra alguna diferencia, un encargado revisará el telegrama y la carga de datos realizada para advertir dónde estuvo el error.
Ganadora de las licitaciones para organizar el recuento de los comicios argentinos desde 1997, Indra aseguró que desde ese año siempre tuvo una diferencia de menos del 1% con respecto al escrutinio definitivo que luego realiza la Justicia. El juego todavía está abierto y la cuenta regresiva ya marca la temperatura de lo que será una de las elecciones más reñidas de las últimas décadas, donde la cacería del voto en el conurbano profundo será crucial para los que sueñan con el premio mayor.

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