jueves, 23 de junio de 2016

La maldita policia volvió a atacar para seguir marcandole la cancha a la gobernadora Vidal

No es una mojada de oreja, pero se le parece. María Eugenia Vidal venía de elogiar a la policía por haber actuado de manera transparente frente al festival de dólares del caso López y recibió otro mensaje mafioso


La gobernadora quiere sacar a los  buenos de la cloaca, pero en las últimas horas le avisaron que la "maldita policìa" está vigente y agazapada. Dispuesta a resistir y seguír sembrando el miedo con tal de que no les toquen las cajas. Lo veníamos advirtiendo desde esta columna. Fue con el resurgimiento de la ola de secuestros registrada recientemente, que inclusive hasta tuvo como victima a uno de los hombres del frente polìtico, el ex diputado Osvaldo Mércuri.
Ahora la mandataria y su equido fueron blanco de otro hecho de intimidación. Esta vez, desconocidos ingresaron a la residencia oficial del ministro de Gobierno, Federico Salvai, una de sus primeras espadas y revolvieron todos los ambientes.
No es una casualidad. Tocaron en el corazón de Vidal. Y Lo hicieron para ratificar el poder de fuego que ostentan. Este nuevo episodio es el correlato de otro  ocurrido hace sólo dos semanas. En esa ocasión, dos oficiales de la Policía Bonaerense fueran descubiertos mientras revolvían cajones y documentos en el palacio de la gobernación, lo cual motivó en que fuera removido del cargo hasta el propio jefe de seguridad de ese palacio. 

UNA LOCURA SIN LIMITES

"No sabemos hasta dónde puede llegar esta locura", dijo Salvai, quien es marido de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley. "Lamentamos mucho esto. Tenemos chicos chicos y es lo que más me preocupa", agregó el funcionario. 
El hecho también disparó las alarmas en el Ministerio de Seguridad, donde Cristian Ritondo ordenó reforzar la seguridad de Salvai y de todos los funcionarios clave. ¿Por qué no estaba vigilado su domicilio, tratándose de una figura de relieve en el gabinete. Y más aún, frente a las señales anteriores que había enviado la denominada "maldita policìa"?. Es la pregunta obligada que por ahora no tiene respuesta.
Paradójicamente, la  residencia del ministro de Gobierno está ubicada a dos cuadras de la Gobernación, en la calle 54 entre 7 y 8. Este es otro mensaje de hasta donde llega el brazo de la impunidad. Salvai utiliza la vivienda muchos días cuando se queda en la capital provincial trabajando hasta tarde, ya que su domicilio personal es en la Capital Federal, en el barrio de Palermo.
Por lo que se sabe, los vecinos no vieron nada, pero lo cierto es que se tiene la presunción de que todo estaba planificado para que un grupo de personas ingresara a la marugada a la vivienda que tiene dos pisos. Revolvieron armarios y cajones. Dieron vuelta la casa, durante varias horas, desparramaron todos los objetos, para luego huír sin llevarse nada.  Además se cuidaron de no dejar ninguna huella digital porque utilizaron guantes." Son profesionales y es claramente un mensaje mafioso", señaló una fuente confiable.
ATANDO LAZOS DE MIEDO
Los individuos violentaron la puerta delantera, pero no pudieron abrirla. Luego subieron al techo y aparentemente barretearon la puerta trasera. Así ingresaron. Salvai reconoció que le llama la atención que no entraron ni a su dormitorio, ni al baño.
El funcionario, manifestó su preocupación por la serie de hechos similares en los últimos días. "No podemos descartar nada. También nos llamó la atención cuando entraron al despacho de la gobernadora", señaló ante la posibilidad de que se trate de un mensaje intimidatorio. Las autoridades bonaerenses ya realizaron la denuncia correspondiente en el juzgado N°2 de La Plata, a cargo de Cesar Melazo. Interviene también la UFI N°9.
No es casualidad de que todo esto sucede en medio del malestar que generaron en la fuerza algunas medidas de Vidal, como la obligatoriedad de que los comisarios presenten su declaración jurada y cambios en la estructura de la Policía Bonaerense, además del hallazgo de sobres con dinero en la Departamental, hecho del cual no volvió a hablarse. 
Salvai aclaró que  la Gobernadora está decidida a dar la pelea. "Dentro de nuestra Policía se está haciendo un gran trabajo. No vamos a dejar de trabajar ni seguir adelante por esto". Frente a este escenario, en donde evidentemente lo que se pretende es sembrar el miedo y obligar al gobierno a dar un paso atrás, no pueden dejar de mencionarse episodios muy llamativos ocurridos en los últimos seis meses. 
UNA CADENA DE EXTRAÑOS SUCESOS
En esa dirección, resulta extraño que varios funcionarios o integrantes del frente Cambiemos sufrieron asaltos o episodios confusos en la calle, sus residencias oficiales, casas particulares o despachos. La cadena comenzó el 2 de marzo, cuando el intendente de La Plata, Julio Garro sufrió un violento asalto en la coqueta casa que tiene el country Grand Bell, ubicado en la intersección de las calles 467 y 144, en la vecina localidad de City Bell.
 En ese sitio, un grupo de delincuentes irrumpió armas en mano, maniató a la esposa y las hijas del jefe municipal, que en ese momento se encontraba en su despacho. Los delincuentes sabían que allí vivía Garro, ya que a pocos metros fue detenido el policìa que se supone brindó toda la logística. Se trata de Patricio Miguel Másana (32), el subteniente de la Bonaerense que no tendría forma de justificar su forma de vida. Por su rango en la fuerza, el sueldo apenas superaba los 18 mil pesos. Pero desde hacía 10 meses pagaba un alquiler de 40 mil pesos en el exclusivo Club de Campo Grand Bell, donde compartía espacios comunes y rutina diaria con jugadores de futbol reconocidos, empresarios de todos los rubros y dirigentes políticos de varios gobiernos.
No obstante, el 15 de este mes se desencadenó el hecho más inquietante. Fue cuando tomó estado pùblico que dos policìas de la Bonaerense fueron encontrados por personal de limpieza del palacio de la gobernación en el despacho de María Eugenia Vidal. Los efectivos fueron sorprendidos en momentos en que revisaban en los cajones y documentos de Soledad Borsani, secretaria privada y mano derecha de la gobernadora. 
Los dos uniformados integraban la dotación a cargo de la custodia del Palacio. "Su trabajo era que nadie entrara a los despachos, no entrar a revisar documentos. Su excusa fue decir que estaban probando las llaves", afirmó Ritondo quien ordenó apartarlos de la fuerza. Los efectivos fueron sumarios y pasados a disponibilidad.

VIOLENTO ROBO A OTRO INTENDENTE
Las intimidaciones no se detuvieron. El jueves de la semana pasada, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, que también integra el frente Cambiemos, sufrió un violento robo mientras se encontraba en un festejo de cumpleaños. Sus custodios abrieron fuego contra delincuentes que los sorprendieron y se llevaron una camioneta Toyota Hilux perteneciente a la Municipalidad. En el enfrentamiento, uno de los asaltantes perdió la vida.
Se cree que el oscuro entramado forma parte de las iras que se desataron en la fuerza, cuando el lunes 3 de abril se secuestraran 35 sobres con un total de 150 mil pesos en la jeefatura Departamental La Plata, hecho por el cual fueron desplazados el jefe y subjefe de la dependencia. El hecho tuvo su origen en una denuncia anónima que dio cuenta que se trataba de la recaudación mediante el sistema de coimas para brindar protección a comerciantes, pasadores de juego clandestino, la venta de drogas y sitios donde se ejerce la prostitución.
LA FUGA QUE ENCENDIO LAS ALARMAS
No hay que olvidar, que a sólo 17 dás de asumir, la Bonaerense le marcó la cancha a Vidal con la increíble y cinematográfica  fuga de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci, condenados por el triple crimen de General Rodríguez y el tráfico de efedrina. Ya durante la búsqueda de los tres fugitivos, los "Patas Negras"  aparecieron en escena e incurrieron en la táctica de "poner palanca de boludo", tal como ellos llaman el trabajo a reglamento para así apurar sus reclamos a las autoridades de turno.
 A partir de ese momento, empezó una seguidilla de sugestivos delitos en el Gran Buenos Aires, algunos de los cuales hemos mencionado. La gobernadora debe entender que su vida está en peligro, junto con la de sus hombres de confianza. Debe tomar mayores recaudos. Se está enfrentando a un monstruo de siete cabezas. Una  fuerza militarizada que se financia a sí misma y que está acostumbrada a autogobernarse. Si algo deja para tener en cuenta el voluminoso manual azul de las últimas décadas, es que La Bonaerense es ante todo un Estado dentro del propio Estado. Vidal ya lo sabe. Veremos que tan profundo introduce el bisturí para cambiar la historia. La moneda está en el aire.

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