lunes, 18 de mayo de 2015

Entre fugas y caída en las encuestas, la alcancía de Massa está en coma


Por Jorge Joury
En el Frente Renovador ya es un secreto a voces que los fondos de campaña están en terapia intensiva. Con la pronunciada caída en las encuestas, fugas y garrochazos dentro de su espacio, la sonrisa de Sergio Massa va desapareciendo hasta de la cartelería callejera, un síntoma inequívoco de que se agota el dinero. También ha devaluado su imágen, la mala perfomance en las elecciones provinciales. Lo que se observa, es que los medios lo decodifican hoy con pocas perspectivas de prenderse en la carrera presidencial y le van soltando la mano. Desde esta columna venimos advirtiendo que el tigense se va quedando sin nafta, es decir sin recursos para posicionar su imágen en la opinión pública. Si bien es cierto que la llegada de Francisco De Narváez trajo una inyecciòn de contante y sonante al espacio, “El Colorado” no tiene para tirar manteca al techo y cuida que todos sus porotos caigan en la canasta bonaerense,para materializar su sueño por acceder al sillón de Dardo Rocha.
Otro dato sugestivo, es que tambien se ha diluído la publicidad del municipio de Tigre de las pantallas de los principales canales de televisión. Algunos atribuyen al acto en el estadio de Vélez, haberse llevado gran parte de la chequera. Además, es notoria la desaparición abrupta de grandes carteles que había en importantes zonas del conurbano bonaerense. Para muestra, a nivel local, basta con observar que en la zona de El Cruce de Varela, se ha esfumado una gigantografía del líder del FR, que se erigía al lado de los puentes que lindan con la zona de Berazategui (foto).
la foto
Los especialistas señalan que un candidato necesita como mínimo para una campaña de estas caracterìsticas, unos 100 millones de dólares. La caída en las encuestas, además de las fugas de dirigentes de peso, como Darío Giustozzi y el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, por poner algunos ejemplos, hacen que los aportantes del sector empresario cierren sus canillas porque ven diluirse las posibilidades del candidato, frente a la polarización que se está dando entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. Algunos señalan que para muchos sectores de poder Macri es más “confiable”. No son pocos los empresarios que ven en Massa una mezcla peligrosa de Menen y Kirchner, que una vez instalado en la Casa Rosada les marque sus propias reglas de juego.
Polìticamente hoy Massa sufre una suerte de estrangulamiento de arriba hacia abajo. Auque parezca descabellado, tanto desde el Frente Para la Victoria como del PRO, coincien tácticamente en un plan para dejarlo fuera de juego. En el caso de Scioli, apuesta a  que se diluyan sus chances para que no atraiga peronistas y lo deje a él como único candidato competitivo del oficialismo. Por el lado de  Macri, necesita superarlo ampliamente para ser el opositor que polarice con el kirchnerismo.
Massa, a diferencia de los otros  actores, es el único que no tiene un Estado grande para fogonear su campaña. La mayoría de sus aliados son intendentes y tienen presupuestos precarios para la escala de una presidencial, que el cálculo más conservador se estima en un costo de 100 millones de dólares.
Fueron algunos de estos intendentes que en reuniones recientes expresaron su preocupación por la falta de fondos. “No tenemos un mango. Se hace difícil”, confesó uno de ellos en un encuentro de La Plata. En el estado mayor de Tigre, fuentes confiables admitieron que las reservas de campaña alcanzarían hasta julio. Si para entonces Massa no repunta en las encuestas, el panorama se volverá desolador para afrontar el resto de la campaña. En su momento, con Giustozzi dentro del espacio, se sacaban fondos de la pauta publicitaria del municipio de Almirante Brown, lo cual le generó algunas denuncias al diputado. También se hizo lo propio desde la comuna de Tigre, “pero la vaca lechera no da para tanto”, se señaló desde el entorno massista.
Otro dato sugestivo a tener en cuenta sobre la caída de Massa en su posicionamiento a nivel nacional, tiene que ver con que los empresarios del juego.Siempre de buen olfato para detectar hacia donde puede haber bonanza, hace unas semanas se reunieron con un grupo de intendentes del FR . El objetivo fue que le transmitieran a Sergio Massa la sugerencia de que  se vería con agrado que se baje de la pelea presidencial y vaya por la gobernaciòn de Buenos Aires.”Sergio es joven y puede esperar otro período para llegar a la Casa Rosada”, disparó uno de los popes, siempre interesados en recaudar más en el territorio más pròspero de la Argentina.
Nada es a cambio de nada,  sólo en la provincia de Buenos Aires, el negocio del juego genera ingresos por más de 14 mil millones de pesos, poco más de lo que el presupuesto nacional le destina a la Asignación Universal por Hijo, la política social más reivindicada por la Casa Rosada. En territorio bonaerense, se emplazan 11 casinos -algunos sólo abren durante la temporada veraniega-, 46 salas de bingo, cinco hipódromos y 3070 agencias oficiales de quiniela. Además hay que decir que hoy se mantiene con matices, la estructura del rubro que se cinceló en la década del 90, durante la gobernación de Eduardo Duhalde. Los dos grandes competidores del sector son Boldt, anclada en casinos, y Codere, la verdadera reina de los bingos.  El encuentro con referentes del massismo, al que se trató de mantener en el mayor de los secretos, se desarrolló  en el coqueto restaurante La Stampa, en la ciudad de Buenos Aires.  Por lo que trascendió, los patrones del juego ofrecieron aportar recursos en caso de una respuesta favorable, pero  los jefes comunales fueron terminantes: no habría nada de qué convencer al tigrense, ya que no evalúa bajarse de la carrera por el sillón de Rivadavia.
La frase de Massa: “necesitamos un país con más educación y menos timba” fue motivo de queja en el almuerzo por parte del sector de los bingueros,  que pidieron que no se escale mediáticamente con el tema.
Otras invitaciones para que Massa  de solo la pelea boaerense, provinieron a través del operador de Techint, Luis Betnaza, quien compartió un viaje por Estados Unidos con varias de sus espadas.  Además, desde el macrismo el propio  Emilio Monzó, el principal operador del PRO, se reunió con el intendente de Junín, Mario Meoni y le mostró números en los que posiciona al Frente Renovador afuera del balotaje que definirá el próximo presidente. No obstante, Massa resiste y ordena a su tropa desestimar cualquier posibilidad de dejar la competencia nacional, algo que le está costando muy caro.

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