lunes, 18 de mayo de 2015

Tinelli arrancó la elección y jugó sus fichas con picardía


Por Jorge Joury
Con su habitual estilo de jugador astuto para manipular a la audiencia, Marcelo Tinelli ya definió la fotografía de la futura elecciòn entre tres candidatos: Scioli, Macri y Massa. Tampoco es una casualidad que los haya presentado en ese orden, siguiendo el rumbo de lo que le marca su olfato, en torno a cual sería el resultado de los comicios más reñidos de las últimas décadas. El showman de América arrancó formalmente la campaña polìtica con picos de 36 puntos de rating, poniendo en escena un impresionante mega espectáculo nunca visto en la televisión argentina, con más de 800 artistas en movimiento. La presentación del ciclo, luego de cinco meses de ausencia y precedido por distintos escándalos que involucraron al conductor, tuvo tintes políticos por donde se lo mire, quedando en claro que Tinelli jugará fuerte en un año electoral clave. Una prueba de ello es que una de las protagonistas de primer cartel, fue la propia  presidenta Cristina Fernández, cuya figura al frente de cadenas nacionales, fue doblada en forma ficticia, intercalándola en una parodia de la serie “Las mil y una noches”, en el marco de un descollante espectáculo musical tecno.
La llegada del primer programa de Tinelli en la temporada sobreviene luego de diversos  acontecimientos que pusieron al conductor en la agenda. Desde  sus intentos por quedar al frente del Fútbol para Todos, que terminaron en un encontronazo con el Gobierno, en  particular con el por entonces jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pasando por su separación de la actriz Guillermina Valdez, hasta el impactante acercamiento reciente a la Casa Rosada, cuando en una entrevista al diario Perfil minimizó sus roces con Máximo Kirchner, los reemplazó por elogios, para terminar calificando a Cristina Fernández como una “muy buena presidenta”.
Tanto afuera del estudio, como adentro, nadie quiso perderse el retorno a la televisión Tinelli. Cada uno se las arregló para estar. Además de los tres candidatos presidenciales, Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa, con sus respectivas esposas e imitadores, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, dirigió personalmente el operativo de 50 uniformados en las puertas de Ideas del Sur, en Chacarita. Otro de los candidatos ausentes, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, con la venia presidencial armó un acto de gestión ligado a su caballito de batalla con los ferrocarriles, en el inusual horario de las 23, evidentemente con el fin de confrontar con los tres candidatos, que a esa hora ingresaban a la “frivolidad” del set televisivo de Marcelo.
Berni, que también es pre candidato a la gobernación bonaerense, debe haber tenido en agenda la preocupación por una protesta organizada por docentes tigrenses, que organizaron una manifestación frente a Ideas del Sur para protestar contra Daniel Scioli, por la falta de cobro de sus salarios. De hecho, la marcha estaba presidida por la consigna “Bailando por un sueño”.
Randazzo participò casi a la misma hora en que arrancaba el show, de las pruebas dinámicas que se están realizando en los trenes 0 kilómetro que el Estado Nacional adquirió para la ex Línea Roca y que entrarán en servicio a partir del mes de junio.Otra de las dirigentes de peso que tampoco quiso quedarse afuera del “Bailando” fue Elisa Carrió, quien lanzó furibundos tuits contra el programa, sin tener en cuenta que en él participaba su aliado político más reciente, Mauricio Macri.
Lilita, con la lengua más filosa que nunca, disparó entre otras cosas : “Solo le pido a Dios que nos salve de éste espectáculo que pone a la Argentina como si fuéramos “Sodoma y Gomorra”. Mancillada, por el triste espectáculo de periodistas que no son periodistas y políticos que son actores hipócritas … hipócritas de este sistema venal y corrupto. Nunca me voy a prestar a esto, aunque no saque un solo voto. Recen por la Patria”.
En lo que tiene que ver con los tres candidatos, Tinelli cuidó todos los detalles para que tuvieran igual tratamiento en tiempo y espacio dentro del programa. No obstante, el orden en que fueron presentados, dió pie a suspicacias y dejaron en claro la ubicación que hoy tienen en las encuestas. Hay que decir que los tres soportaron los chistes del conductor, y de sus imitadores. También debieron contestar preguntas de doble sentido en la relación con sus esposas y tuvieron una cuota de espacio, escasa, para definiciones políticas. Por la manera en que se desempeñaron, Scioli y Macri se mostraron más descontracurados, en tanto que a Massa, que aludió estar engripado, se le notaron las huellas del portazo de Darío Giustozzi.
Scioli sorprendió con su show personal, al demostrar su habilidad para hacerse el nudo de la corbata con una sola mano. En tanto, el  jefe de Gobierno porteño se lució con la belleza de su mujer, las alusiones encendidas a la relación de amor que sostienen, además de mostrar sus escasas dotes de bailarín, en una confrontacion con su imitador, Martín Bossi. A su turno, el intendente de Tigre trató de bajar los decibeles con el dato de que su mujer, Malena Galmarini, venía de haber estado sacándose piojos. Luego dieron una clase con baño de popularidad acerca de cómo sacarle los piojos a los niños. Finalmente, pese a las especulaciones de que Massa tiraría una bomba con el anuncio de quien sería su candidato a vice, el tigrense manifestó su apoyó a la aspiración de Tinelli a presidir la AFA. Antes de abandonar el estudio, dejó al animador con la boca abierta, al proponerle que fuera él quien en su programa organizara el debate de los presidenciables.  “Vos lograste algo que no logró nadie, y es juntar a los presidenciales. Deberías convocar a los mejores periodistas para hacer un debate presidencial acá”, dijo el ex intendente de Tigre. El líder del FR también fue víctima de las bromas de su imitador, quien recordó el “Tajaí” que se viralizó en las redes sociales cuando el candidato presidencial publicó un video en YouTube como parte de su campaña “federal”.
Con sus apariciones estelares en el firmamento de Showmatch, los tres candidatos recibieron lo que esperaban: subir al podio de una audiencia que superó los tres millones y medio de personas. Se mostraron en sociedad de la manera más convocante. Superando la marca de treinta estadios de fútbol llenos a la vez, otro de los record que sólo ostenta la varita mágica de Marcelo Tinelli.

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