lunes, 4 de mayo de 2015

La agonía de los 100 días en el caso Nisman y la puerta hacia la verdad


Por Jorge Joury
¿Suicidio u homicidio?. La pregunta todavía está pendiente. Lo más triste, es no saber qué fue. No obstante, el fiscal Alberto Nisman, que se animó a desafiar al poder, dejó sin respuestas a toda una sociedad. Este martes se cumplirán 100 días de su misteriosa muerte y los motivos aún están en suspenso. En este escenario, la opinión pública se ha desgastado en medio de las versiones más encontradas. Hoy impera la desazón y tiene que ver con la resignación de que después de un bombardeo informativo, se transita por el terreno de las suposiciones y con pocas certezas. A cuentagotas, desde aquel domingo 18 de enero, van surgiendo evidencias que por ahora sólo sustentan la posibilidad del suicidio. No hay nada aún, pericialmente hablando, que pruebe la presencia del tercer hombre que alientan algunas hipótesis.
Hasta aquí, el efecto residual de un verano caliente que escribió una historia enigmática por donde se la mire. Y con todos los condimentos : espías, intrigas, lavado de dinero y hasta sábanas que agitan la sospecha de amores ocultos. Todo, en medio de una supuesta conspiración internacional donde entran y salen personajes de pasado oscuro. El caso Nisman contiene los ingredientes de un cuento de Edgard Alan Poe, pero es tan real, que todavía mete miedo por sus componentes de tinte mafioso.
INSTANCIA DECISIVA PARA LA DATA DE LA MUERTE
En las próximas horas, en la sede del Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema, comenzará una de las instancias más esperadas en la investigación. La junta médica convocada por la fiscal Viviana Fein, tratará de abrir la puerta hacia la verdada, mediante peritos oficiales que tomaron parte en la investigación .También se incluirá a los de la defensa de Diego Lagomarsino, además de los que asesoran a Sandra Arroyo Salgado. Roberto Godoy, decano del Cuerpo Médico Forense, será su coordinador.
A lo largo de diversas sesiones, se analizarán 24 puntos periciales establecidos por la fiscal Fein, con material fotográfico y fílmico. Fuentes cercanas al caso aseveran que determinar el momento exacto en que murió el fiscal Nisman, será un punto clave. La hora del fallecimiento es una de las principales divergencias entre los peritos oficiales y de la querella. El cuerpo siempre habla, sostienen los expertos en medicina forense, por lo que se espera que la lectura de los datos recolectados sea crucial para conocer la cuestión medular del caso.
Del voluminoso expediente, hasta el momento no surgen pruebas que permitan sostener la hipótesis del asesinato. Sólo del lado de la querella, a la que se suma ahora la verborrágica Elisa Carrio alientan las sospechas de un asesinato. Carrio dice que tiene pruebas clave y que las presentará el 4 de mayo ante la justicia. La diputada afirmó que continúa amenazada porque “el Gobierno sabe que yo sé cómo fue la muerte de Nisman. Voy a declarar el 4 de mayo. No tiene sentido anticipar la noticia”, disparó, con el suspenso que caracteriza cada una de sus opiniones. A fines de enero en Pinamar, cuando Carrio presentò su libro en la cafetería Status, reveló ante una nutrida concurrencia que el caso Nisman tenìa componentes mafiosos, aunque dijo que el fiscal “no era trigo limpio”. Todos quedaron perplejos, pero ella no ahondó en su reflexión. Es de esperar, que ahora lo haga ante la justicia.
ESTABA SOLO, ENCERRADO EN EL BAÑO
Mientras tanto, en lo más fresco de la investigación, el peritaje criminalístico realizado el jueves pasado en el departamento de las torres Le Parc de Puerto Madero dónde vivía Nisman parece indicar que el ex titular de la UFI AMIA estaba solo y encerrado en el baño en el que se produjo su muerte. Las conclusiones son todavía provisorias. Pero es un paso más. De hecho, los peritos se reunirán en una junta en los primeros días de mayo próximo para elaborar el informe final, que podrá ser unánime o con disidencias.
¿Nisman se suicidó cercado por una profunda depresión, después de convencerse que su denuncia iba a ser difícil de sostener?. O por el contrario, pudo haber sido inducido a quitarse la vida bajo amenaza de por medio contra algún miembro de su familia. No lo sabemos, pero pareciera que por ese andarivel transitan las dudas, ya que el escenario de la muerte fue poco preservado como para garantizarla total transparencia del acto pericial. Lo único cierto por el momento, es que no se pudo probar que haya rastros de terceras personas.
Paradójicamente, el martes 13 de enero Nisman presentó su denuncia de 290 fojas y 5 mil horas de grabación, ante el juzgado de Ariel Lijo. Al otro día los medios detonaron la bomba periodística del verano. El Gobierno, confundido, no fue rápido de reflejos como es su costrumbre y lo responsabilizó de encabezar una “operación ridícula” contra la Presidenta, el canciller Héctor Timerman y otros funcionarios, a quienes acusaba de pactar con Irán, por la firma del memorándum de entendimiento, para encubrir a los responsables de la muerte de 85 personas aquel 18 de julio de 1994 durante el atentado a la AMIA.
FRASES PREMONITORIAS QUE SE CUMPLIERON
“Yo puedo salir muerto de esto”, fue una de las frases que deslizó en las horas posteriores el fiscal, casi a coro con “le dije a mi hija que se prepare para escuchar las peores cosas de su papá”. Premonitorias, las dos se cumplieron luego de que Nisman, el fiscal que había denunciado a la Presidenta y que pocas horas después tenía que defender su presentación en el Congreso, apareciera muerto en “circunstancias dudosas” en la noche del domingo 18 de enero, minutos después de las 23.30.
Nadie se explica hasta hoy porqué Nisman acometió con tanta dureza contra la Presidenta, cuando fue en su momento bendecido por el kirchnerìsmo. No olvidemos que en el 2004, por decisión del entonces presidente Néstor Kirchner, fue designado titular de la Unidad Fiscal AMIA. Después de una dilatada cerrera tribunalicia, el fiscal llegaba al lugar donde lo aguardaban los reflectores de la prensa, algo que muchos colegas anhelaban y que otros preferían esquivar por los riesgos que implicaba tener que ir detrás de los autores del atentado más cruel que sufrió la Argentina en democracia.
¿ERA UN REHEN DE STIUSO?
Kirchner puso a disposición de Nisman, un enorme presupuesto para llegar hasta el fondo de la investigación. Y como ladero, le colocó al entonces jefe de la SIDE, Jaime Stiuso, hoy el hombre más buscado sobre el que el Gobierno centra todas sus sospechas sobre la muerte del fiscal. Es más, hay quienes sostienen que Nisman no trabajaba con Stiuso, sino que era su rehén y que vivía constantemente amenazado por el espía mayor, quien además tenía mucha ascendencia sobre varios jueces federales que manejan causas muy sensibles para el Gobierno. El propio Diego Lagomarsino, el colaborador informático de Nisman, dueño de la pisola 22 que le provocó la muerte, relató que el fiscal le contó que el ex SIDE le había dicho que se cuidara y que protegiera a sus hijas. Tanto a Stiuso como Lagomarsino, el Gobierno aún los tiene en foco. Cree que saben más de lo que contaron y que en ese círculo están gran parte de las respuestas de la complicada trama que envuelve al caso.
Sandra Arroyo Salgado, la ex pareja de Nisman, ha peregrinado sobre la sospecha del asesinado. Pero hoy se siente sola en medio de la enmarañada teleraña policial para darle respuestas a sus hijas. La menor, consultada por el caso por una compañera de escuela, dijo portar otro apellido, casi a modo de defensa propia ante las acusaciones por corrupción y por una supuesta agitada vida nocturna que salpican a su padre. Arroyo Salgado lo admitió en una charla con Mirtha Legrand, en su programa de Canal 13, hace dos semanas. Cuando lo hizo, estuvo a punto de quebrarse y romper en llanto.
UN HABITUE DE LA NOCHE Y CON CUENTAS OSCURAS
No es para menos, ya que tomó estado pùblico, que Nisman solía frecuentar boliches del barrio porteño de Palermo, sobre todo Rosebar y Club Shampoo, en donde los empleados aseguraron que “siempre reservaba la misma mesa” y se lo veía con bellas señoritas. Además, el diputado porteño Gustavo Vera relacionó en una denuncia judicial a algunos de los sitios a los que el fiscal acudía a divertirse con una trama de negocios que integraría el ex espía Jaime Antonio Stiuso. Esta es otra pieza de interés para el Gobierno, y un alerta más para la doctora Arroyo Salgado, que la obliga a ir con pie de plomo sobre la causa.
El informe de la querella de Arroyo Salgado abundó en detalles médicos. Según el documento, los párpados de Nisman presentaron lo que en la jerga forense se denomina “ojos de mapache”, hematomas producidos por la presión intracraneal. También tuvo hematomas en su masa encefálica. Esto, para el perito Osvaldo Raffo y la querella, indica la existencia de agonía, de una muerte lenta.
En el plano familiar, hace un tiempo que Arroyo Salgado rompió el vínculo con Sara, la madre de Nisman y Sandra, hermana de la víctima. Fue precisamente cuando las mujeres le confesaron a Arroyo Salgado que en una sucursal del banco Merryl Lynch, en Nueva York, existía una cuenta familiar de la que ellas eran titulares, Nisman apoderado y a la que tenía acceso Lagomarsino. La jueza, que desconocía la existencia de ese dinero, advirtió sobre el hallazgo a su par Palmaghini y a Fein, que incluyeron esa pista económica como un posible móvil que motivara un homicidio. Y por estas horas siguen detrás de ella, así como también se preguntan por qué la madre del fiscal, tras su muerte, vació tres cajas fuertes que la familia tenía depositada en diferentes bancos.¿Hay lavado de dinero en el medio?. Otro de los matices impensados del caso, pero sobre los que hay casi certeza.
LA SILENCIOSA TUMBA DE LE PARC
Lo cierto es, que después de este complejo entramado, aquella presentación que formulara Nisman contra la Presidenta de un presunto pacto de impunidad con Irán, en el juzgado de Ariel Lijo y en la cual se excusaron de intervenir varios jueces hasta que la Cámara Federal designó a Daniel Rafecas, ya no existe más. Primero fue el propio Rafecas el que decidió no convertirla en un expediente por considerar que carecía de sustento. Luego, la sala I de la Cámara Federal confirmó el fallo del juez, y más allá de los intentos de los fiscales Gerardo Pollicita y Germán Moldes por mantenerla en pie, quedó fuera de circuito después de que el fiscal Javier De Luca (miembro de la agrupación oficialista Justicia Legítima) considerara que no existía delito alguno para elevarla a Casación Penal.
“El yo soy Nisman” de aquellos carteles en medio de la multitud que ganó las calles bajo la lluvia, se han lavado casi en el olvido. Ni siquiera el caso afectó a los candidatos del oficialismo. Cien días sin certezas, es mucho tiempo. Lo cierto es que en el coqueto complejo Le Parc de Puerto Madero, con cientos de departamentos en cuatro torres, donde viven deportistas, políticos, actrices, economistas, músicos, arquitectos, médicos, abogados y empresarios, nadie escuchó el tiro que mató a Nisman. El departamento de tres ambientes del piso 13 “B” de la torre Boulevard, el edificio más emblemático del barrio más caro de la ciudad de Buenos Aires, aquel domingo 18 de enero se convirtió en una tumba silenciosa. No obstante, aunque a cuentagotas, la verdad comienza a asomar y no sería aventurado predecir que habrá capítulos para el asombro.

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