viernes, 22 de mayo de 2015

El día que Scioli no puso la otra mejilla y mandó a Randazzo debajo de un tren


Por Jorge Joury

Por como viene la interna en el oficialismo, era un final anunciado. Tarde o temprano, Daniel Scioli y Florencio Randazzo llegarían al ring antes de tiempo. Las declaraciones del Ministro del Interior y Transporte ante los intelectuales de Carta Abierta, aludiendo al “proyecto manco”, fueron el disparador que acabó hasta con la paciencia de la propia Presidenta. Cristina debió suspender una cadena nacional para darle un tirón de orejas en público a sus alfiles. Pero el moño final lo puso Scioli. Sorprendió el tenor de la frase del gobernador hace horas, quien lejos de su estilo habitual, marcó una nueva época y disparó a la cabeza de Randazzo , de manera contundente y enérgica : “Mi cara a cara, es con Macri”. Con siete palabras, bajó el martillo de la disputa con el ministro al realizar una fuerte definición política a casi 20 días del cierre de alianzas para las Primarias nacionales. No hizo otra cosa que ningunear a Randazzo en la interna del Frente para la Victoria y además dio por sepultadas las chances electorales del Frente Renovador de Sergio Massa. Más que nunca quedó en evidencia que el objetivo del sciolismo es polarizar las elecciones con el PRO.
El aroma a pólvora llegó hasta los umbrales de la Casa Rosada, teniendo en cuenta que Cristina debió cancelar en las ultimas horas su mensaje por radio y TV, luego del “culebrón” que se desatara entre los dos precandidatos, a raíz de los conceptos de Randazzo ante Carta abierta, lo cual luego obligó al ministro a dibujar unas disculpas que no fueron del todo. La jefa de Estado mostró su malhumor. La contrarió sobre todo que le pusieran este tema como centro de discusión, justo en la semana de los actos por el 25 de Mayo, en que se proyecta una gran movilización y su último acto patriótico, donde será la principal oradora. Con gesto de enojo CFK trató de poner en fila a sus principales jugadores y les advirtió que se dejen de “pavadas y pantomimas” y se aboquen a proponer ideas.
Las declaraciones de Randazzo cayeron como una lluvia ácida en la gobernaciòn. No se explican todavía que un hombre del propio espacio, haya utilizado como herramienta de campaña, la incapacidad de Scioli. Las primeras espadas naranja se paralizaron ante el tono que adquiere en el arranque la interna partidaria. “Si esto empieza así, como una picadora de carne, qué nos espera”, comentó uno de los alfiles de la residencia de la calle 6. La fuente reconoció que el gobernador acusó el golpe. “No esperaba esto de Florencio, dicen que comentó con tono apesadumbrado a su entorno. El impacto más grande, tiene que ver con que su esposa, Karina Rabolini, se enteró en el programa Animales Sueltos, cuando el periodista Alejandro Fantino la notificó de los conceptos de Randazzo y la mujer se quebró sin encontrar respuesta a semejante dislate.
En la Casa Rosada comentan que a Cristina le indignó más aún al ver el llanto de Karina Rebolini cuando calificó el comentario de Randazzo como “horrible”. La esposa de Scioli en tono suave había dicho: “No te podes reír de a desgracia de alguien. Me parece horrible lo que dijo”. Es público y notorio que la Presidente mantiene una relación formal con Karina Rabolini, es decir que su indignación no es producto del afecto, sino de considerar que el mofarse en política no la enaltece. A la jefa de Estado tampoco le gustó la participación de Scioli con Tinelli pero este miércoles el reto fue para Randazzo.
El propio ministro del Interior tuvo salir a pedir disculpas después de la repercusión del video, pero en la gobernación no le creyeron, ya que horas antes su vocero había dicho que se trataba de una operación mediática para victimizar la figura de Scioli. El embate del hombre de Chvilcoy pegó fuerte también en el propio PJ y en la galvanizada galaxia de los intendentes bonaerenses, quienes ya le habían sugerido a Randazzo que bajara el tono. “Florencio se pasó de la raya” comentó con preocupación uno de los barones del conurbano, que coincidió con la frase condenatoria de Aníbal Fernández, al señalar que “no se puede canibalizar a un compañero”. Desde La Cámpora también reprendieron al ministro. “No resultan palabras felices, hay límites que no deberían pasarse”, advirtió el diputado Juan Cabandié.
Scioli finalmente aceptó las disculpas de Randazzo. Le pidió a sus coroneles dejar atrás el incidente y enfocarse en la gestión. “Demostremos que hacemos y tenemos ideas, como pidió la Presidenta. No hay lugar para pantomimas”.
Si bien es cierto que el ex motonauta ha puesto siempre la otra mejilla cuando lo han castigado desde lo más alto del poder, esta vez demostró la contrario. Le envió un mensaje implicito a su contrincante, dando a entender que no tiene categoría para mojarle la oreja y que lo considera fuera de combate en la interna. ¿Será el comienzo de un nuevo estilo?. Recién este es el primer capítulo de una interna que viene al rojo vivo.

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