jueves, 4 de junio de 2015

El plan del Gobierno para barrer a Massa y ganar en primera vuelta


Por Jorge Joury
Hoy hasta  los diarios más opositores al Gobierno reconocen que Daniel Scioli está primero en las encuestas y que el oficialismo tiene posibilidades de ganar en primera vuelta. Massa está cada vez más confundido, por las fugas de poderosos intendentes de su espacio. Y encima Macri le cierra la puerta, como lo ratificó en las últimas horas, dejándolo virtualmente en soledad.  Pero en la Casa Rosada, preparan la última estocada para el tigrense. Se está urdiendo un plan en el mayor de los secretos, para terminar de asfixiarlo y sacarlo definitivamente de la carrera electoral. Uno de los armadores principales para la provincia de Buenos Aires es el secretario general de la Presidencia, Eduardo Wado De Pedro. Desde el día que dejó su banca de diputado para asumir en reemplazo de Oscar Parrilli, el joven camporista avisó que su rol se concentraría en la ingeniería electoral y eso está haciendo. Tiene línea directa con Cristina y Máximo Kirchner, con quien habla todos los días. Eso lo coloca e un escalón más arriba por sobre el resto de los integrantes del gabinete. Pero, De Pedro no está solo. Sus espadas son un tío, el diputado bonaerense Alberto España, y uno de sus hermanos de crianza, Gerónimo Uztarroz, que trabajan con él en el armado electoral. España, de hecho, es uno de los principales impulsores, junto con De Vido, de la candidatura a gobernador del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
En el segundo escalón de operadores todo terreno, se ubica el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, uno de los hombres que más conoce de los vericuetos del entramado de los barones del conurbano. Precisamente él estuvo involucrado junto con De Pedro en los últimos pases massistas. Las fotos se hacen en su despacho, pero primero se cierran en el de Wado, como el caso de Sandro Guzmán, de Escobar, o el más reciente, el del intendente de Pilar, Humberto Zúccaro.
A LA CAZA DE LOS VOTOS
Todos son mosqueteros de CFK, hoy abocados a rescatar más un millón y medio de votos que abrevan en la cantera  de la Provincia en el  Frente Renovador y que servirían para una victoria en primera vuelta. Además de echar por tierra la posibilidad de una gran alianza de la oposición en un ballotaje y que se despierte la tormenta del voto anti.
En medio de la pronunciada sangría de dirigentes, Massa resiste como puede el descuartizamiento de su espacio en el que, paradójicamente, coinciden tanto el peronismo como los macristas. Desde ambos espacios, el objetivo, es sacarlo de carrera como tercera alternativa y llegar a la polarización pura bajo el lema: continuidad o el cambio. Hoy Massa es víctima de su propia maquinaria. Los intendentes bonaerenses que lo llevaron a la victoria y que hacen de la oportunidad una virtud, vuelven con la cabeza baja al oficialismo porque perciben el aroma a cala, la flor de los cementerios, que preanuncia el peor final.
Con el olfato desarrollado para seguir a quien tiene el poder, hoy muchos tratan de tender puentes con Aníbal Fernández, uno de los banderilleros K que alienta el éxodo. Luego Zannini los recibe con los brazos abiertos y con el marco adecuado para la foto.
En esta suerte  de cerco sobre el Frente Renovador, también el macrismo tira para su lado. Aunque recoja menos que el FPV, el escenario de la polarización los beneficia ya que una gruesa porción del electorado manifiesta su deseo de un cambio. Hasta ahora la migración en el territorio donde el massismo era más fuerte, ha llevado casi toda el agua para el molino peronista. No olvidemos que la elección bonarense se define por simple mayoría y aunque desde el FR se han mandado señales al PRO para compartir una interna, el macrismo le ha contestado que frente al poder de fuego del tigrense, prefiere jugar con fuego y con candidatos puros.
A LA HORA DE HACER LAS CUENTAS
En tren de sumar insumos para un ansiado triunfo en primera vuelta, hay que agregar el casi seguro retorno al FPV del diputado Darío Giustozzi, quien hoy flojo de papeles, no le quedaría otro remedio que ir a pelear la intendencia de Almirante Brown, donde no la tiene fácil ya que ha crecido mucho el sciolista Mariano Cascallares hoy favorecido por las encuestas.
Además, los indultos del alcalde Merlo, Raúl Othacehé, el de Pilar, Humberto Zúccaro y el de Escobar, Sandro Guzmán, suman un enorme caudal de votos para el oficialismo. Sólo Othacehé cuenta con 140 mil adeptos en Merlo, sobre un padron de 240.  En la plantilla que analizan en La Rosada dan por seguro que tarde o temprano recalarán en el puerto cristinista, Joaquín de la Torre, jefe comunal de San Miguel y Gabriel Katopodis de San Martín .José Eseverri de Olavarría, quedó oficializado en las últimas horas, después que Randazzo lo abrochó en su último viaje. También está en gateras, el intendente de Mercedes, Carlos Selva. En este caso,  De Pedro lo está tentando con importantes ofertas.
Eseverri, que desembarcó en las últimas horas, es el octavo aliado que se aleja del tigrense en lo que va del año y el quinto que se acerca al Frente para la Victoria. Pero no era uno más en el esquema de Massa. Es un jugador clave, ya que tiene un asiento en la mesa chica del FR, junto a Joaquín De la Torre (San Miguel), Gabriel Katopodis (San Martín) y Mario Meoni (Junín).
SE QUEDARON PERPLEJOS POR LA NOTICIA
El olavarriense ya había provocado un verdadero tsunami la semana pasada, al compartir una foto y varios elogios con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aspirante a suceder a Cristina Kirchner y rival del gobernador bonaerense, Daniel Scioli. Desde el massismo quedaron descolocados y en principio, explicaron ese gesto como una chicana contra Scioli. Cuentan en el búnker del Tigre, que cuando la foto de Eseverri y “Wado” comenzó a navegar por Twitter, quedaron perplejos.
Sucede que Eseverri había estado durante un cónclave el lunes por la noche en los Astilleros de Rincón de Milberg, en Tigre, junto a Massa y al resto de los intendentes del Frente Renovador. Algunos aseguran que ofició a Judas, ya que no le escucharon una queja y, de hecho, afirman que prometió acompañar hasta el final la estrategia política que siguiera el tigrense. “Estaba al lado mío. Nos estuvimos c… de risa hasta las 2.30 am”, se sorprendió uno de los comensales.
Con Olavarría, los ocho municipios perdidos por Massa representan más de 1,7 millones de electores, la mitad de los 3,3 millones que el FR ostentó en 2014. El problema es que otras fugas asomen en el horizonte. No obstante, el  retorno de los arrepentidos de Massa al FPV no es gratis. Todos deben enfrentar primarias para revalidar sus títulos. En lo que tiene que ver con las cuentas para captar votos los mosqueteros cristinistas apuntan al 2013, cuando el peronismo tuvo su peor elección histórica por debajo del 30%. Luego la mejoró levemente en octubre , cuando llegó al 33,5%, pero lejos del 42% que necesita capturar el PJ en la Provincia, para imponer al futuro inquilino de Balcarce 50
”Hay que mejorar en un millón y medio de votos la perfomance del 2013″. Son las metas que habría impuesto la jefa de Estado a sus alfiles. Es la ecuación que se necesita para empujar hacia arriba la boleta presidencial, y compensar resultados adversos en lugares como Capital y Córdoba. El objetivo es que el FpV en la provincia de Buenos Aires debe colectar más de 4 millones de votos para cumplir el sueño de ganar en la primera vuelta.
Hay quienes sostienen que en 10 días Massa resolverá su futuro. Las últimas encuestas le dan un 17 % a nivel nacional y arañando el 20´% en la Provincia, algo así como una caida de 4 puntos en un mes, con una tendencia que parece irreversible. Tampoco los números le son favorables a su socio, el gobernador cordobés Juan Manuel de la Sota, de quien se dice que no ganaría ni en su propia provincia.

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