jueves, 4 de junio de 2015

Massa entre ser Rocky y el nocaut, en caso de postularse a gobernador


Por Jorge Joury
Las fugas de dirigentes, la caída en las encuestas y las tensiones internas, han convertido al Frente Renovador en una caldera a punto de estallar. El estado de confusión es tal, que en las últimas horas comenzó a circular con inusitada fuerza la posibilidad de que Sergio Massa termine siendo candidato a gobernador. La duda es si ya no es demasiado tarde para semejante desafío, ya que el tigrense agotó el crédito y perdió casi cerca de 600 mil votos que le arrimaron en su mejor momento los alcaldes que se fueron de su espacio. ¿Le alcanzará con el crédito que tiene hoy para ganar la madre de todas las batallas?. ¿Y si recibe el K.O final y termina fuera de combate?. Hoy son las preguntas que rondan en el espacio, convertido en una caja de resonancia.
Mientras tanto, Massa no quiere dar la imágen de un perdedor, Ratificó en las últimas horas su continuidad como candidato a las elecciones nacionales pese a que, dijo, “nos quieren bajar a cualquier precio”. Es más, se comparó con ” Rocky, ya que me pegan, me pegan y sigo peleando. Por ahí en el round 15 aparece el KO a los K‎”, disparó, sacando pecho con el último aliento.
Además se mostró a favor del debate entre los presidenciables porque es su “obligación” contarle a los ciudadanos las propuestas y adelantó que “a partir del 10 de junio” desde su espacio opositor dejaremos en claro “que vamos a hacer, como y con quién, lo vamos a hacer”.
Consultado si mantenía su postulación a presidente, aseveró: “Si, el sábado consolidamos una idea muy fuerte de candidatura y de debates”, en alusión a una encuentro del espacio UNA, donde su Frente Renovador se alió al peronismo del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota. “El 10 de junio, día de cierre de alianzas, vamos a estar con De la Sota en el primer debate presidencial, en un país en el que nadie quiere debatir” y donde “pareciera que la discusión no es de ideas si no solo de propaganda o de arrebato de dirigentes”, advirtió en alusión a la fuga de intendentes que sufrió su espacio.
Massa apuntó que en el panorama electoral observaba “una enorme preocupación por ver como nos pueden correr de la cancha. ¿Tánto miedo nos tienen?.Nos quieren empujar a cualquier precio”, se quejó el legislador.
Detalló entre otras cuestiones que “nos genera un poco de orgullo que nosotros somos una estructura política sin el gobierno nacional, de la provincia, de la ciudad, sin prácticamente gobernadores, salvo el trabajo que realiza José (De la Sota) en Córdoba”. “Vemos que a pesar de todo eso hay una enorme preocupación por ver cómo nos pueden correr de la cancha”, insistió y se mostró confiado de cara a los comicios: “vamos a ganar nosotros”.
ESPECULACIONES DE TODOS LOS COLORES
Más allá de los discursos para la tribuna, en el massismo admiten que habrá “definiciones” en los próximos 10 días y que seguramente por su envergadura, serán titulo de tapa.  No obstante, aún no hay unanimidad en la dirigencia sobre qué camino seguir. “Sergio sigue siendo candidato a presidente”, retrucan quienes empujan a Massa a la pelea mayor con espíritu triunfalista y ensayando el último aliento. “Va a ir a las Paso con De la Sota”, añaden como para salir decorosamente al cruce de los rumores que se instalaron con fuerza en las últimas horas.
La novedad no es una posible postulación de Massa en la Provincia. De hecho, del tema se habló, y mucho, en las conversaciones que el PRO y el Frente Renovador buscaron encaminar, sin éxito, hace algunas semanas para unificar al arco opositor. El dato mayor es que el tigrense estaría analizando esa alternativa en el marco de su alianza política con el cordobés José Manuel de la Sota.
La especie circuló como reguero de pólvora durante el acto que ambos dirigentes encabezaron en capital federal. Y se completaba con la posibilidad de que Francisco De Narváez, el postulante en la Provincia, iría encabezando la lista de candidatos al Parlasur, o como vice, ya que aportó mucho dinero a la campaña y no hay que dejarlo con las manos vacías, murmuran en el entorno.
Algunos sostienen que una posible bajada de Massa a la Provincia, sería el último monotazo de ahogado. De esa maner, podría instalar una suerte de tapón al drenaje de dirigentes que viene sufriendo el Frente Renovador. La movida del sábado en la Rural  exhibió que ese escurrimiento no ha cesado. Ese día no estuvo, por caso, el intendente de Olavarría, José Eseverri, un blanqueo de que, aún sin foto oficial, ya está abrevando en aguas del kirchnerismo. En cambio apareció por el predio de la Rural el alcalde de San Martín, Gabriel Katopodis, a quien el oficialismo dice tener casi en la ganchera para llevarlo a sus filas.
Las noticias son malas para Massa. En los pasillos  de la Casa Rosada se comenta con insistencia que en los próximos días habría un reingreso al FPV de tres de sus espadas. Además de los dos nombrados ubican en ese trío al jefe comunal de Arrecifes, Daniel Bolinaga. Katopodis ya le había avisado a Massa que no contara con él si el tigrense insistía en una alianza, al parecer frustrada, con Mauricio Macri. Otros alcaldes apuntados son Mario Meoni de Junín y Luis Acuña de Hurlingham. Ambos estuvieron ayer en la Rural, pero están en la cresta de la ola de que abandonarían el espacio.
Acuña afronta una delicada situación electoral en Hurlingham donde su principal opositor, el kirchnerista Juan Zavaleta, aparece arriba en las encuestas. El alcalde mantiene una buena relación con Jesús Cariglino, el intendente de Malvinas Argentinas que se acaba de incorporar al armado electoral del PRO en la Provincia, por lo que no sería extraño que se ponga la camiseta amarilla. Pero por ahora se mantiene expectante en las filas massistas.
Meoni también tiene que hacer frente a un escenario complejo. Va por la reelección y deberá lidiar con un candidato del PRO que aparece bien ponderado en Junín. El jefe comunal tiene llegada al macrismo vía el presidente de Boca, Daniel Angelici. Pero también es una pieza codiciada por el FpV.
HACIA UNA POLARIZACION CON EL KIRCHNERISMO
En el massismo todavia no hay suficiente consenso sobre la idea de Massa Gobernador. “Iríamos hacia una polarización con el kirchnerismo”, evaluaban algunos dirigentes y, de paso, minimizando a la coalición radical-PRO que empuja en la Provincia a María Eugenia Vidal. Además están los que fogonean en procurar un acuerdo con Macri, aun cuando las puertas de ese entendimiento aparecerían clausuradas y con candado.
Las bases del Frente Renovador empiezan a crujir y a pedir cada vez con más fuerza que el tigrense juegue en la Provincia de Buenos Aires, donde consideran que pese a lo que pase en Nación, los rivales son “más que accesibles”.Creen que frente a los kirchneristas Domínguez, Espinoza y Fernández y la macrista María Eugenia Vidal, Massa podría superarlos con comodidad ya que está muy instalado y una prueba son los votos que consiguió en la legislativa. En el estado mayor massista, el agua perforó el casco y quieren evitar el naufragio a toda costa, ya que muchos de ellos están muy jugados y no quieren perder el poder territorial.
En la parte superior de la boleta quedaría el cordobés José Manuel De la Sota. La idea le gusta a muchos, sobre todo a los cientos de dirigentes del interior bonaerense que se sienten totalmente desamparados. Necesitan de Massa, que juegue, que aparezca en la papeleta. Ahora es tarde para cambiar. Y por otra parte, se les haría imposible jugar solos, con una boleta corta.
Massa viene de cerrar una semana negra. Ni su propia familia lo ayuda. Su suegro, Fernando Galmarini, le regaló una declaración de esas que espantan adhesiones .”Yo volvería a colgar el cuadro de Videla”, dijo en un progama de televisión. Y como si fuera poco, encima De Narváez, le acaba de obsequiar con un cajón incenciado a lo Herminio Iglesias, casi desvaneciendo a golpes al editor de una  agencia de noticias que publicó una nota difamatoria sobre su vida íntima. En este cuadro de situación, Massa juega sus últimos cartuchos con el riesgo de quedar fuera de combate. Tiene algo a favor, está lejos de los 50 años y puede consultarlo con la almohada. En política, siempre hay revancha.

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