miércoles, 17 de junio de 2015

La bendición de Scioli con “el guardián del proyecto”


Por Jorge Joury

La Presidenta pateo el tablero polìtico con la fórmula menos pensada y provocó un doble efecto. Por un lado bendijo a Daniel Scioli como candidato único, al ponerle al lado a alguien de su riñón y dejó a Florencio Randazzo fuera de carrera para aspirar al sillón de Rivadavia. Por si fuera poco, además terminó con las especulaciones de que el compañero de fórmula pudiera ser su hijo Máximo. CFK bajó dos pájaros de un tiro, como es su estilo y volvió a dejar en claro que es la única que manda y por ende, será la gran electora. Los encuestadores sostienen que la presencia de Zannini, es la pata polìtica de kirchnerísmo en el futuro gobierno y que en nada modificará el impacto en las urnas, ya que nadie deja de votar a su candidato por su vice.
Además habla también que el kirchnerismo está muy confiado y se muestra más disciplinado y ordenado que la oposición. En una primer lectura podría decirse que se trata de una fórmula de unión, que apunta al consenso y no presenta conflictos.
Zannini aparece en la mirada de los observadores, como una suerte de “guardián del proyecto”. Se trata de colocar en lo más alto del poder a un garante del modelo, el hombre de mayor confianza y de larga data en la historia del matrimonio Kirchner . Es el que más conoce la enmarañada trama judicial gubernamental, ya que ejerce el rol estratégico de conductor de la Secretaría Legal y Técnica.
Zannini nació en 1954 en la localidad cordobesa de Villa Nueva y permaneció en su provincia hasta concluir la carrera de abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba. Arrancó en la militancia en los 70 y se sumó a la Vanguardia Comunista- maoísta. Por eso lo llaman “El Chino”. Durante la última dictadura permaneció privado de su libertad durante 4 años en La Plata. Luego volvió a Córdoba, se recibió de abogado y se mudó a Santa Cruz donde conoció a Kirchner y formó parte de sus gestiones en la intendencia y en la gobernación.
Cuando Kirchner asume como intendente de Río Gallegos el “Chino” lo siguió como su secretario de Gobierno. Ya como gobernador, Zannini siguió a su lado, donde llegó a ocupar el cargo de presidente del Superior Tribunal de justicia de Santa Cruz. La relación con el matrimonio presidencial es tan fuerte, que los hijos de Cristina lo llaman tío.
Con la llegada de los Kirchner a Casa Rosada, el ahora candidato a vicepresidente se trasladó a Buenos Aires para ocupar el cargo de Secretario de Legal y Técnica. Zanni además ostenta otro récord que marca su peso polìtico en el gobierno. Desde el 25 de mayo del 2003, junto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, es uno de los pocos funcionarios que mantienen su cargo . Quienes están cerca de la jefa de Estado aseguran que no hay proyecto estratégico que Cristina no consulte con él. Por su cargo y su perfil erudito, es el arquitecto legal de todos los proyectos de ley importantes y decretos.
Zannini es de perfil muy bajo. Es raro que sobresalga por declaraciones periodisticas. Más bien sus apariciones se vinculan a momentos donde el kirchnerismo necesita un fuerte respaldo a algún proyecto o acto. Es vox populi que integra, junto a Máximo Kirchner, la mesa chica del universo K y por ende con estrecho vínculo con La Cámpora. Otro de los méritos que se le reconocen es que en los últimos tiempos, junto al secretario de la Presidencia Eduardo “Wado” de Pedro fue el arquitecto del retorno de intendentes que se habían pasado a las filas massistas. Además hay que destacar que Zannini queda a cargo cuando la Presidenta viaja, cuando estuvo internada y en cada episodio médico. Uno de ls gestos mediáticos que se le recuerda, es cuando en marzo del año pasado se quebró en el Congreso de la Nación al defender el acuerdo con Repsol tras la reestatización de YPF. En esa oportunidad no lloró, pero se tragó las lágrimas mientras contaba la historia de un delegado petrolero en Cañadón Seco, “El Negro” Jorge Solohaga que se quedó con las acciones de la petrolera y es accionista. Zannini es respetado por todo el arco polìtico y la mayoria de los intendentes del conurbano, que ven el él una suerte de protector.
Recuerdan los memoriosos, que una muestra de su perfil politico quedó en evidencia en abril, cuando cerró el acto en conmemoración del triunfo de Néstor Kirchner en el Mercado Central. Allí bajó línea dura en defensa del modelo. Una lección 100% K y un reclamo a los presidenciables para que digan -como suele pedir Cristina -qué harían si llegaran al poder. Paradógicamente, uno sólo de los candidatos, Sergio Urribarri, lo escuchó en el escenario. Los demás, Scioli y Randazzo entre ellos, se habían retirado antes de su discurso. Muchos hoy se preguntan si Scioli presentía la llegada de Zannini. Si fuera así, el bonaerense volvió a mostrar sus reflejos al kirchnerisarse antes de tiempo para ganarle a Randazzo la carrera.

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