domingo, 11 de mayo de 2014

Los patrones del mal la están pasando mal en la TV basura




Por Jorge Joury

El peligro de los efectos colaterales de la “exitoína”, la peor de las drogas que afecta hoy al mundo de la Tele, está abriendo las puertas del abismo para algunos de sus demonios, que por lograr un punto de rating, echan mano a lo que sea con tal de defenestrar personas. Hoy transponer las fronteras de la ética, ya es moneda corriente en la pantalla chica. Aprietes, extorsiones, pases de factura, amenazas y exabruptos, sin respetar siquiera el horario de protección al menor, han resucitado lo peor de la TV basura. La pelea entre Casella y Ventura a lengua desenfrenada, midió a lo loco. A Tinelli le va fenómeno con el acoso a Capitanich. Quiere decir que el  negocio del escándalo continúa siendo la mejor carnada para un público ávido, al que se le cae la baba por sentarse frente a la vidriera de las miserias humanas y ver pasar los cadáveres de las “celebridades”.
Una muestra de los niveles de atracción que estas postales de la decadencia despiertan en el público, es la  tapa de la revista Noticias de esta semana, que está dedicada a tres de los más ranqueados conductores mediáticos. El titulo principal reza: “El show del apriete” y habla de la sociedad entre Rial y Ventura, señalando en la bajada que “convirtieron en gran negocio la lógica de la presión. Comandan un multimedios en sí mismos y meten miedo. Odio a Lanata.Vendetta del fiestero Tinelli.Y tensa reunión en América.La denuncia de coacción de Marianella Mirra”. Todo un menú atrapante para los mercaderes del tufillo mediático.
EL PEZ POR LA BOCA MUERE
Pero no es todo. Más abajo, en la misma portada, se habla de : “Bizarrísmo de Estado. El demoledor acoso de Tinelli a Capitanich y la furia de Cristina con Cristóbal López”. Pero así como Ventura encontró la horma de su zapato con Casella, ahora a Rial le pasaron la cuenta, no ya desde Noticias, sino del propio Observatorio de Medios. En las últimas horas este organismo denunció que el conductor  ejerció “violencia simbólica y mediática” por sus declaraciones contra Marianela Mirra, una ex integrante del programa “Gran hermano”, a quien calificó de “zorra” y “puta”, en el marco de un episodio mediático que los tuvo a ambos como protagonistas.
Resultan interesantes las conclusiones, porque se marcan pautas como que “la función social de los medios de comunicación y de quienes ejercen de comunicadores, debería estar a la altura de los debates que socialmente se ciernen en derredor de temas como la violencia hacia las mujeres”.
Esto tiene que ver con que el El 2 de abril el conductor de Intrusos utilizó la apertura de la emisión para referirse a la ex integrante del programa “Gran Hermano” Marianela Mirra, quien dio a conocer públicamente mensajes que intercambió con Rial, a través de los cuales se puso de manifiesto un posible vínculo amoroso entre ellos. En esa transmisión, Rial dijo, entre otras muchas cosas: “Voy a disparar y me harté, me harté de la mentira, me harté de las extorsiones, me harté de las buenitas, me harté de las putas, me harté de las zorras, me harté de las extorsionadoras”. Luego de referirse a uno de los supuestos “socios” de Mirra, a quien el conductor responsabiliza de ser la persona que “se ocupó de dar a conocer los mensajes”, Rial agregó: “Te voy a pasar con un camión por arriba, a ver si te queda claro. Porque ya empecé a descubrir tu jueguito… a vos Marianela te hablo, que sos una zorra. Y además de ser una zorra, tenés una asociación ilícita, cuyos nombres conozco y cuyas fotos voy a dar a conocer”.
EL PRECIO DE LOS EXABRUPTOS ES CARO
Frente a la catarata de insultos, el Observatorio de Medios tuvo en cuenta que “por un lado, el periodista hace referencia a Marianela Mirra como “puta”, “zorra”, “buenita”. No obstante, el discurso empeora cuando los agravios llegan a ser también amenazas no sólo respecto de lo laboral, sino sobre su integridad física y, con ella, de su vida: `Te voy a pasar con un camión por encima`”.
La Ley Nº 26.485 en su artículo 5° tipifica los tipos de violencia contra las mujeres, entre los cuales “además de la violencia física, psicológica y otras también se encuentra la violencia simbólica. Es aquella que reproduzca dominación, desigualdad y discriminación. Por su parte, el artículo 6° indica que cuando la violencia es perpetrada desde los medios de comunicación, se convierte en violencia mediática contra las mujeres. “Las amenazas y humillaciones hacia Marianela Mirra, por ser nombrada de las formas mencionadas, no sólo refuerzan, sino que legitiman patrones de desigualdad en los que las mujeres son asociadas al placer sexual o a la venta de sus cuerpos buscando así obtener otros réditos, en este caso sería un espacio laboral en los medios”, analiza el Observatorio.
En otra de las partes sustanciales del análisis se llega a la conclusión de que  “se la difama y se la asocia con supuestas situaciones que afectarían a otras personas y que en todo caso, deberían ser objeto de estudio judicial”, como cuando Rial dijo: “Tenés una asociación ilícita, cuyos nombres conozco y cuyas fotos voy a dar a conocer”. “Al poner atención en todo lo ya expresado aquí, se visualiza el discurso de corte patriarcal y machista que deja en evidencia lo más palpable de una situación en la cual hay un varón que ostenta sus influencias o posibles contactos que pueda tener para cerrar el círculo de la mujer”, dice el texto.
Más allá de las particularidades del caso y de la vida privada de cada una de las personas mencionadas, así como de la veracidad o no de la situación previa entre ambos, “queda claro que lo expresado públicamente por Jorge Rial es violencia simbólica y mediática”, agrega el Observatorio de Medios. Y además llama a ” la responsabilidad y a tener en cuenta la innecesaria referencia a situaciones de la vida privada que no aportan y sí difaman. Así como a desenvolverse dentro de los parámetros establecidos por nuestra legislación, entendiendo la relevancia de construir socialmente y de la importancia que como sujeto social se tiene al estar frente a una cámara y/o un micrófono”. Resta saber ahora si los protagonistas de estos comportamientos bajarán el tono y acatarán las sugerencias, algo poco probable en esta guerra por el rating.
EL SHOW DEL APRIETE PARA DOMESTICAR A LA FARANDULA
El caso de Rial no es el único. También Luis Ventura en su momento apeló a frases hirientes, como decirle “h de p” a Sofovich, ningunear a Mirtha Legrand y a Graciela Alfano, entre otras. Repartió además agravios contra el periodista Jorge Lanata, Diego Maradona, Marcelo Tinelli y la lista es interminable.Todo, en el marco de amenazas con presuntos videos privados y documentos personales que algunos le acercan y él compra para su encarnizada operación mediática.
Según Noticias, Rial & Ventura. a lo largo de tantos años han logrado crear una especie de multimedios que incluye televisión, radio, gráfica, internet y un archivo envidiable. Una red de fuentes y contactos los abastece de información personal y escandalosa sobre celebridades de todos los ámbitos. Muchos les temen por lo que saben. El mensaje tácito parece ser: “El que se mete con nosotros, pierde”.
La revista lo califica como el “show del apriete”, en el que ellos son sus máximos exponentes. Hay que reconocer que el tándem ha logrado mediante sus latigazos informativos, domesticar a casi todo el mundo de la farándula, que entendió que cuando ellos hablan frente a una cámara, puede sonar el escarmiento.
Le pasó a Mirra, que sintió todo el peso de la maquinaria Rial cuando quiso desafiarlo revelando la intimidad que había existido entre ambos, lo que provocó una temporaria ruptura en la pareja del conductor con Mariana Antoniale. Rial tampoco perdonó a su ex esposa durante su tormentoso divorcio. Silvia Dauro lo había acusado en su momento y  también fue la tapa de la revista Noticias, “de recibir en su casa sobres con dinero de gente poderosa”. Por aquel entonces se sabía que Rial mantenía muy buena relación con algunos influyentes del gobierno. La propia presidenta de la Nación lo eligió por entonces para que la entrevistara en Olivos. Pero ese vínculo con el oficialismo se fue quebrando con el tiempo. Fue la irrupción de Sergio Massa y un presunto acuerdo que logró el tigrenses con el canal América y el Grupo Vila, lo que motivó también que desapareciera del escenario informativo el periodista Gustavo Sylvestre y hubiera algunas indicaciones precisas de acotarle también la cancha a Mónica Gutiérrez.
Pero  la picadora de carne siguió funcioando a pleno y así corrieron la misma suerte el periodista Jorge Lanata y la figura emblemática de “Bendita”, Beto Casella, cuando se metieron con la vida privada de Ventura. Lanata pasó factura en Radio Mitre sobre el supuesto hijo extramatrimonial que el Intruso tendría con la vedette cordobesa Fabiana Liuzzi. Y Casella comentó, no sin malicia, sobre lo inusual que le resultaba el silencio del conductor de Lanús.
EL VENTILADOR DE VENTURA FUNCIONA A PLENO
De esta última pelea me ocupé pormenorizadamente en un comentario anterior en este mismo portal. Recordemos que durante una comunicación telefónica al aire entre Ventura y Casella, en un programa radial, ambos llegaron a niveles de insultos y amenazas poco dignos de caballeros. Como se podrá observar, todas son muestras de una TV desquiciada en la que, al aire, se ponen en juego cuestiones personales y las cuentas pendientes entre los adversarios. Alguien dijo que de lo que no se vuelve es del ridículo, pero parece que hay quienes han logrado la fórmula para sobrevivir.
En su investigación la revista Noticias da a entender que Rial manda y Ventura ejecuta, así funciona el tándem. No por nada, cuando estalló el escándalo de la atribución de un hijo extramatrimonial, Ventura dijo a través de su propia cuenta de Twitter: “Si Rial quiere, hoy hablo de las paternidades no asumidas en Radio Mitre, apuntando a Marcelo Longobardi y de los ADN en Clarín”. Y si de ADN se trata, Ventura acaba de confirmar que se hizo el exámen en el Sanatorio Otamendi, con lo cual deja más tela para cortar a sus enemigos, que ya hacen cola para caerle con todo.
Se comenta también en los pasillos del canal América, que en los últimos tiempos el teléfono de Liliana Parodi, la gerente de contenidos, ha estado al rojo vivo, además de sucederse las reuniones al más alto nivel a ver qué rumbo tomar frente a tánta exposición mediática de sus audaces empleados. Entre las medidas que se tomaron, una de ellas tendría que ver con bajar un poco el tono en Intrusos y darle un toque de magazine, para no agitar tánto las aguas. Habrá que ver como se direcciona el futuro de Ventura, que hace una semana está desaparecido de la pantalla y también lejos de su casa en Lanús. Otro de los enigmas es como reaccionará Rial frente a la arremetida esta vez de Noticias.
A grandes rasgos, matices más o menos, esta es la resurrección de la “Tele basura”. Aquella de la que Mauro Viale fue uno de sus grandes cultores con el caso Cópola. La  que todo lo muestra en honor a su majestad el rating. Camuflándose en la excusa de “reflejar la realidad”, no tiene reparos éticos, morales, humanos y de ningún tipo.Todo puede ser exhibido. Todo debe mostrarse. Los programas de chimentos y ciertos ciclos “periodísticos”, se han convertido en la guardia imperial de una TV que se transforma en una gran cloaca. Y lo hace sin miramientos, en esa búsqueda de atrapar al televidente como sea. El impacto visual, como mostrar una puerta en la que detrás se escucha el llanto desgarrante de Nazarena Vélez , frente al féretro con los restos de su marido, se convierte en lo único que importa para facturar rating, aunque de golpe bajo se trate y cause indignación, el encendido es altísimo.
APELANDO A TODO PARA FACTURAR AUDIENCIA
La fórmula preferida de los productores a través de sus prédicas demoledoras, es generar en el espectador la tensión necesaria para que no cambie de canal, tocando el órgano más sensible : su fibra morbosa. Esta es la clave de un formato que se expande por la pantalla sin importarle nada y a quienes destruirá. Si nos sentamos a analizar un día de tele haciendo zapping, nos vamos a encontrar con un escenario común a casi todos los canales. Se trata de la exposición de escenas violentas o en las que la gente común muestra sus miserias, hasta los límites de la degradación.
Como si la simple exposición de ese recorte de lo peor de la realidad no bastara, hay canales que le suman escenas de cámaras de seguridad .Se trata de un ingrediente más a la perversión, donde aparecen  ciudadanos sufriendo delitos o viviendo todo tipo de situaciones violentas con sus relaciones de pareja. Estas son acompañadas por graf en pantalla, sonidos y musicalización, que abrigan el único objetivo de burlarse de lo que las cámaras registran. Sin tener en cuenta la realidad de los hechos y las consecuencias que tuvieron en la vida de quienes los protagonizaron, editan las imágenes para hacerlas “más televisivas”. Para pasarlo en limpio: utilizan ese material con el único fin de provocar impacto, banalizando desde la edición los traumáticos hechos que padecen las víctimas. Lo grave, es que en  ningún caso los episodios son acompañados con campañas de prevención o de educación respecto de lo que se muestra.
Pero lo cierto es que la tele ha encontrado una nueva veta. Seguirá mostrando periodistas en guerra, sacándose los trapitos al sol. Metiéndose unos con otros en la intimidad de sus  vidas. Mientras esto venda, el negocio se acrecentará. Lo grave es que cada una de estas figuras mediáticas ha malinterpretado la realidad. No son los  dueños del poder. Lo tienen prestado. Pero su soberbia les impide ver que a futuro serán material descartable de los verdaderos propietarios de los medios. Aquellos mismos que hoy les pagan sus suculentos salarios y les dan cuerda, mañana les tendrán una sorpresa : los reemplazarán alegremente por otras figuras más frescas.

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