domingo, 25 de mayo de 2014

La transición más temida por todos los candidatos

Por Jorge Joury
Tanto a Scioli, como a Massa o a Mauricio Macri, que hoy son los principales protagonistas en el escenario político, no les conviene un fin de ciclo de CFK con tormentas en la economía. Esa posibilidad les perturba el sueño. La herencia sería muy difícil de sobrellevar y pronto se desgastarían con medidas antipáticas que se verian obligados a tormar. Ni que hablar de lo que nos tocaría a los ciudadanos comunes, que siempre terminamos pagando los platos rotos que dejan las crisis financieras.
Encima la proyección que hacen por estas horas los gurúes de las consultoras, es la de una posible fractura en el peronismo. Si no hay unidad y son dos los candidatos, por andariveles distintos, el Pj no obtendría la mayoría en las urnas. Eso abriría la posibilidad cierta de una segunda vuelta. Y por carácter transitivo entonces, no es difícil aventurar que el  candidato que llegará al poder seguramente no va a contar con mayoría parlamentaria. Encontraría entonces un Congreso atomizado y eso acotaría sustancialmente su accionar para emerger de la hipotética encrucijada.
Aunque son todas conjeturas, estas hipótesis figuran en las primeras hojas de las carpetas de campaña. No obstante, ninguno de los candidatos por ahora hará olas, hasta que esté terminado el Mundial de Fútbol de Brasil. En este interregno, sólo habrá flores para acompañar al equipo nacional, mientras se mantenga en la buena senda. Serán posicionamientos de rutina, para no perder el foco de la opinión pública. Veremos la película de Macri haciendo jueguito. A Scioli participar de un picado con ex glorias del fútbol. Y a Massa también buscando su lugar en la cancha, con alguna sorpresa.
UN EX YABRAN EN LA VIDA DE MASSA
Tal vez por esta circunstancia el ex intendente de Tigre buscó al renonocido publicita Ramiro Agulla, para que le vaya hilvanando la novela de un país soñado. Agulla pertenece al hemisferio que aglutina todos los colores políticos. No le hace asco a nada. En el 2003 armó los spots publicitarios de Menem y luego trabajó junto a Fernando De la Rúa, a pedido del entonces candidato de la Alianza. Más recientemente, acompañó a José Manuel De la Sota . Fue él quien le sugirió  que blanqueara por qué luce un entretejido, algo que el gobernador cordobés hizo ante los micrófonos de Cadena 3. Pero la historia no termina allí, ya que estuvo junto a Francisco de Narváez a quien ayudó a disparar todas sus baterías contra Massa. Vaya paradoja del destino: “Massismo es más de lo mismo. Massismo es más kirchnerismo. Massismo es más de lo mismooooo y nadie lo puede negar”, sostenía el jingle que Ramiro creó para El Colorado.
Massa necesitaba un nuevo creativo desde que Ernesto Savaglio decidió emigrar para el bando de Daniel Scioli. Ello provocó grandes cortocircuitos. A tal punto, que Massa llegó a acusar a Savaglio de haberse aprovechado de ideas que habían trabajado juntos para el Frente Renovador. Pero de lo que hay que hablar, es del hombre que acercó a Agulla al tigrense. Y aquí aparece en escena Héctor Colella, una de las primeras espadas del tristemente célebre Alfredo Yabrán. Las boas más filosas del Delta recuerdan que Colella fue presidente de la empresa postal OCA, y hoy sigue al frente de Ocasa. Colella es tan amigo de Massa como de Jorge Bergoglio, hoy el papa Francisco. Además, toma café con el empresario de medios, el periodista Daniel Hadad. Después del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas y su correlato, con el suicidio de Yabrán, Colella decidió bajar su perfil. Tras ayudar a liquidar gran parte de los bienes a la viuda, se radicó en Uruguay. Pero eso no quita que cuando viene a la Argentina, pase por el Tigre.
LOS ESCENARIOS DE AQUI AL 2015
 Mientras Aagulla prepara las nuevas baterías de Massa, las estrategias electorales que se implementen van a estar absolutamente supeditadas a como le vaya a la presidenta Cristina Fernández en el manejo de la transición. A ninguno de los aspirantes al sillón de Rivadavia le conviene un final muy friccionado o con crisis. El principal interesado en que la Presidente termine de la mejor manera, es el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli
El futuro de la economía aparece como el escenario común, tanto para la oposición, como para  el universo del peronismo . Hoy la cautela es el denominador  en ambos frentes.Nadie quiere mostrarse excesivamente pesimista y asustar al electorado con visiones apocalípticas. También hay quienes pasan por alto el peso de la herencia y se convencen sobre la buena onda financiera que va a despertar el regreso del cristinismo al llano. Pero si penetramos en el flujo sanguíneo de los integrantes de los equipos económicos de aquellos que ya están en marcha en  la carrera electoral, los temores están centrados en las reservas que quedarán en el Banco Central y en el costo social que tendrán que afrontar si los recursos son escasos. Nadie quiere llegar a La Rosada y tener que aplicar un ajuste.
En el mientras tanto, los gurúes de la economía se imaginan algunos escenarios, aunque hay que destacar que ninguno de ellos tiene la foto de una catástrofe. El que cuenta con menos adeptos indica que los problemas cambiarios, la inflación y el frente fiscal pueden llevar a la jefa de Estado a tomar más medidas impopulares que compliquen seriamente el final de gestión. La mayoría de esos economistas evalúan que, con grandes esfuerzos, podrá llegar a diciembre del año que viene muy deteriorada, pero sin sobresaltos de consideración.
Si se cumpliera ese presagio, la herencia para el futuro gobierno sería muy espinosa. Tendría un margen estrecho para desactivar la bomba de tiempo y debería tomar medidas antipáticas y con gran costo político. Tanto Scioli, Massa o Macri, rezan por ver otra postal de la realidad.
SCIOLI SERIA EL MAS PERJUDICADO
Tal vez lo que mejor les siente a todos los aspirantes al poder, es desearle una buena retirada a Cristina Fernández. Pero una cosa es irse como Carlos Menem en 1999 y otra distinta abandonar el poder como Raúl Alfonsín, 10 meses antes. En esto Scioli es el más perjudicado, ya que si caen demasiado los niveles de popularidad de CFK, le será más que tortuoso remotar el barrilete. Otra de las preguntas que se escuchan en los cuarteles de los candidadatos es : ¿Cómo reaccionaría Cristina frente a un escenario hostil? ¿Tendrá capacidad de daño? ¿Se animaría a usarlo para condicionar a su sucesor?. Evidentemente en los espacios políticos con chances presidenciales preocupa más el comportamiento de CFK en los últimos meses de gestión, que la propia herencia.
Los analistas políticos se esfuerzan más en plantear en que la llave de todos los interrogantes está en cómo se va Cristina del gobierno. Eso acota o ensancha el margen de maniobra de su sucesor. Una vez  dimensionada la envergadura de la herencia, se sabrá cómo podrá moverse la futura administración. Por el momento, todos los candidatos sonríen para mostrarse fuertes y capaces de remar en el dulce de leche. Habrá que ver qué tan espeso está, para que les alcancen las fuerzas y poder cumplir con semejante desafío.

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