domingo, 25 de mayo de 2014

Policía Municipal : ¿tiempo de descuento para la inseguridad?

Por Jorge Joury

Muchos se preguntan por estas horas qué nos suma la nueva Policìa Municipal y si servirá como mecanismo para terminar de una vez por todas con la inseguridad. Hoy nadie se animaría firmar ese decreto. Solo el tiempo será el árbitro de los resultados, pero el gobernador Daniel Scioli le ha puesto todas las fichas a la iniciativa, que está a un paso de convertirse en ley . A lo que se apunta, es a generar mecanismos de prevención para acorralar el delito. Aunque se pondrá en marcha a fines del 2015, el mandamás bonaerense interpreta  que es otra herramienta sustancial que le suma simpatías para remar hacia las presidenciales y le dá la impronta de su sello personal. Scioli se mueve como Massa. Su afán es estar en el centro de la vidriera mediática. Pero en este caso,  como buen lector de las encuestas, tiene en claro que hoy la seguridad es la prioridad de los habitantes y allí hace su gran apuesta en el tablero electoral.
Uno de los broches de oro que se le incorporó al proyecto a ultimo momento, por sugerencia de los organismos de Derechos Humanos, es la creación de una suerte de equipo interdisciplinario que actuará de manera permanente contra la violencia de género e intrafamiliar. Esta es una deuda pendiente, ya que en la mayoría de los casos las víctimas de estos episodios denuncian que las policías locales no atienden de manera eficiente las urgencias. Además, se desvinculaban ligeramente de la responsabilidad de resguardar las vidas en juego.
No fue fácil el camino para llegar a esta nueva fuerza, ya que en un principio los intendentes pusieron sus serios reparos en torno al financiamiento, dado que temían un desequilibrio en sus presupuestos. Despejado el tema, ya que los recursos correrán por cuenta del P. E provincial, ahora se entra en la etapa final.
Después de varias idas y vueltas, donde muchos opinaron y ayudaron a construir la letra fina, el proyecto de ley para crear la policía local en distritos con más de 70.000 habitantes y que alcanzará a unas 40 comunas, fue aprobado por la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires y girado para su tratamiento al Senado, que, de darle el visto bueno, le pondrá el moño y lo convertirá en ley la semana próxima.
Cumplido el trámite legislativo, la nueva fuerza de seguridad dirigida por los intendentes y monitoreada por los Concejos Deliberantes podría entrar en vigor a fines de 2015. Actuará en comunas de más de 70 mil habitantes, como Florencio Varela y el jefe comunal pasará a ser una suerte de custodio del nuevo aparato. Deberá  tener los ojos bien abiertos para velar por la paz de sus ciudadanos y cualquier irregularidad, ponerla en caja como corresponde a través de los mecanismos legales.
Atento a que en Florencio Varela ya está en funcionamiento la Guardia Comunal y el Comando de Patrullas, ahora a futuro se multiplicarán los recursos, tanto en hombres como en logística, para ir a fondo en la lucha contra el delito. También hay que saber que los aspirantes a integrar los flamantes cuadros, (hombres y mujeres) no podrán ser mayores de 35 años, ni haber sido exonerados de otras fuerzas de seguridad. Otro dato a tener en cuenta es que los cursos de capacitación no podrán ser menores a los dos años. La policía municipal tendrá a cargo tareas preventivas y de proximidad sobre delitos menores –a los que se incorporó un capítulo especial sobre violencia de género e intrafamiliar– y estará atada a la gestión del intendente municipal, por fuera de la estructura de la policía provincial.
Además, el intendente designará al jefe policial local luego de una audiencia pública de antecedentes y oposición no vinculante y podrá removerlo en “cualquier momento”, mientras que el Concejo Deliberante lo podrá hacer únicamente con la aprobación de dos tercios de sus miembros.
Para llegar a esta instancia, hubo fuego cruzado dentro y fuera de la Cámara de Diputados, ya que tanto renovadores y sciolistas, se disputaron con fuego cruzado, la paternidad del proyecto. Pero hay que decir que el verdadero cerebro de la letra base, fue el diputado de Nuevo Encuentro, Marcelo Saín, quien en el 2012 presentó el proyecto. Allí se tejió el nuevo andamiaje que consensuaron los legisladores. Dentro del recinto –donde el ministro de Justicia, Alejandro Granados, siguió de cerca el debate junto a su esposa, desde las gradas–, la disputa tuvo su punto más álgido en el financiamiento de la nueva fuerza. El massismo insistió en que debía hacerse a través de la coparticipación provincial, aunque primó finalmente el criterio del oficialismo que establece el aporte provincial actualizado equivalente al mantenimiento de la Policía Bonaerense en cada uno de los distritos.
El proyecto establece la creación de policías municipales en aquellos distritos con más de 70 mil habitantes, lo que abarcaría a la mayoría de las comunas del conurbano bonaerense y las principales del interior provincial. Aunque su conformación dependerá de la decisión de cada municipio para adherir a la normativa, que el Senado provincial ahora buscará convertir en ley la semana próxima.
En lo que tiene que ver con la designación del jefe de la policía local, esta atribución recaerá en el intendente y el Ejecutivo municipal como parte del Sistema de Seguridad Pública. En el caso de Florencio Varela, Julio Pereyra,  será el responsable político de la acción de la nueva fuerza por fuera de la estructura de mando de la Bonaerense. La tarea no será fácil, ya que del jefe comunal también dependerá la “planificación, implementación, coordinación y evaluación de las actividades y operaciones policiales”.
Otro de los items a los que el proyecto hace mención, es que se establecen  convenios de cooperación entre ambas fuerzas de seguridad: la local y la provincial. A lo que se apunta es que “sus acciones sean tendientes a neutralizar y contrarrestar en forma inmediata los delitos y contravenciones municipales y provinciales que estuvieran en ejecución, hacerlos cesar y evitar consecuencias ulteriores más lesivas dentro del ámbito jurisdiccional del municipio”. Entre ellas aparece la modificación que introdujo el martes la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja de la Legislatura provincial, en un capítulo sobre “violencia de género e intrafamiliar”. Allí también se deberá especializar la futura policía local junto a un “equipo interdisciplinario permanente”. Mientras que la capacitación de los aspirantes (repartida en partes iguales entre hombres y mujeres) no podrá ser menor a los dos años.
Scioli, que se puso al hombro la iniciativa, recordó que “hace dos años presentamos el proyecto de las policías locales. Luego pasó por un intenso debate en el marco del Consejo de Seguridad, la Mesa de Justicia y la Legislatura, y se fueron incorporando sugerencias junto con las de los municipios”. Es cierto, ya que el texto fue modificado múltiples veces para conformar a los jefes comunales del oficialismo que – a diferencia de del Frente Renovador- se opusieron a la iniciativa. Justamente para conformar a los intendentes del FPV se eliminó la posibilidad de que el nuevo jefe de policía local sea removido mediante consulta popular.
Por pedido de los alcaldes, también se eliminó la obligación del intendente de acudir a dar informes anuales al Concejo Deliberante sobre el funcionamiento de esta nueva fuerza. El jefe de la policía local podrá ser cualquier ciudadano que elija el intendente: no necesariamente un integrante de una fuerza de seguridad. Pero deberá responder por la acción de los uniformados que integren el cuerpo de seguridad local.
El Poder Ejecutivo central estará obligado a financiar un mínimo de quince mil cargos -equivalentes a oficial ayudante- para las policías locales, más un treinta por ciento más de este dinero, que transferirá una vez aprobado el presupuesto provincial de 2015. La fuerza destinada a la prevención del delito podrá recurrir al uso de armas de fuego “exclusivamente en caso de legítima defensa, propia o de terceros, como último recurso, debiendo actuar procurando reducir al mínimo la ocurrencia de daños y/o lesiones”. Además hay que señalar que la nueva fuerza será fiscalizada por un Tribunal de Disciplina y estará integrada en un 50% por mujeres.
Lo que lleva tranquilidad a los alcaldes es que la formación, el equipamiento y los sueldos los va a pagar la provincia de Buenos Aires en forma directa. Con la creación de estas fuerzas, se sumarán a las tareas e seguridad 15 mil agentes comunales a los 60 mil con los que ya cuenta la Policía provincial. Queda claro que en este marco, las policías comunales serán “fuerzas de aproximación y prevención”. Si bien sus integrantes contarán con un arma que portarán durante las horas de trabajo, no podrán llevarlas a sus casas. Va a ser policía armada durante las horas de trabajo, que va a depender del intendente, y que va a ocuparse de la ciudad, a la que tendrá que conocer a fondo para recuperar la credibilidad de los vecinos.
Hasta aquí, nadie se animaría a desalentar la nueva iniciativa, pero es de manual, tomar en paralelo otras precauciones para acabar definitivamente con el delito. Habrá que ir por otras medidas de fondo, como la creación de más puestos de trabajo, sobre todo para los jóvenes Ni-Ni hoy abrumados por el ocio, la recuperación del salario, reforzar aún más las partidas para educación y salud, achicar el déficit de viviendas, profundizar la lucha contra las drogas y convertirla en una política de Estado. Y por sobre todas las cosas, terminar con la corrupción, que es la madre de todos los males.

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