viernes, 17 de abril de 2015

Candidaturas y colectoras en el foco del PJ bonaerense


Por Jorge Joury
Las tan temidas listas a las que los intendentes más poderosos del conurbano le atribuyen  poder destructivo en las estructuras partidarias, vuelven a abrir la discusión en el escenario mayor del peronismo bonaerense. Precisamente el próximo lunes y después de un verano de 100 dìas, el PJ de la provincia de Buenos Aires planteará el tema de las denominadas colectoras, en busca de definiciones de la Casa Rosada. Se congregarán en el cónclave el grueso de los alcaldes, ansiosos por tener señales certeras de la Casa Rosada y comenzar el armado de su ingeniería electoral. El llamado lo hizo el presidente del partido e intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, con la idea de despejar las dudas sobre si el Gobierno instrumentará o no nuevamente las famosas listas en los municipios, una opción siempre resistida por los denominados barones del conurbano.
Una fuente confiable reveló que el encuentro, transitará por los carrilles de una charla meramente informativa. Todos saben que a Cristina no se le pueden pedir definiciones bajo presión, porque podría convertirse en un boomerang. Lo que se intentará es sacarles a los enviados de la Casa Rosada definiciones sobre los planes de CFK para el armado de las listas,  tanto a nivel nacional como provincial, además de saber si Máximo estará en la bonaerense, aunque lo dan como un hecho. Los enviados de la Casa Rosada serán el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro, y el diputado provincial José Ottavis.
Por lo que se sabe, por ahora, la Casa Rosada insistirá en que se reservará la decisión del armado de las listas de legisladores, tanto a nivel nacional como en el territorio bonaerense. Todo quedará en manos de Cristina Kirchner, un esquema que replicará lo que fue la elección de 2011. Aprovechando los  vientos de unidad que se observan en el FPV, los jefes comunales buscarán la manera de plantear que la que viene es una elección  muy peleada como para poner en riesgo los votos en la licuadora de las colectoras. ” Los que siempre ponemos el hombro cuando llega la más difícil, somos nosotros y después las colectoras nos rapiñan los votos y nos hacen perder peso en los concejos deliberante”, señaló uno de los referentes máximos.
Los alcaldes también quieren saber los pasos que darán Cristina y su hijo Máximo y si ambos estarán encabezando la lista bonaerense. Por lo pronto, lo de Máximo parecerìa confirmado. A tal punto que Aníbal Fernández lo catapultó en las últimas horas como un buen candidato y volvió a subirlo al escenario.”Todos los elementos están dados para que Máximo Kirchner sea candidato en la provincia”, disparó.
Aunque el jefe de Gabinete evitó pronunciarse sobre qué cargo se postularía en el oficialismo, cada vez se habla más que el nuevo jugador bonaerense, podria acompañar a su propia madre en la boleta. Los lugares por el momento están en suspenso, Los vientos salteños y el triunfo de Urtubey, junto a algunas encuestas que hablan de que CFK recupero el 46% de imagen positiva, hacen que en el oficialismo se hayan activado todos los laboratorios electorales con singular ímpetu.
Los principales referentes de La Cámpora, quieren ver a “El Pibe”, como lo llaman, como primer candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires. Es más, comentan en los pasillos de la Casa Rosada, que ya lo mandaron a medir.
En los últimos días, algunos dirigentes de peso, como el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro, resaltaron las cualidades políticas del hijo de Néstor Kirchner. Máximo Kirchner. Según la visión de algunos hombres del Gobierno, puede garantizar votos en un distrito clave, como es la provincia de Buenos Aires. No olvidemos que es el territorio más gravitante, ya que se concentra el 40 por ciento del padrón electoral.
Daniel Scioli  es otro de los que mandó señales a favor de Máximo Kirchner y detrás de él salió su esposa, Karina Rabolini, a declarar su admiración por la Presidenta. Rabolini está metida de lleno en la política y Scioli considera que ella es su bala de plata, el recurso estratégico de su campaña. Semejantes demostraciones se entienden mejor a partir del dato político de las últimas dos semanas: Scioli está ganando terreno en el núcleo duro del kirchnerismo como el potencial garante de la continuidad. Quizá sienta que debe retribuir en público tamaña distinción.
Florencio Randazzo tomó nota de ese cambio sensible, que no tiene por qué ser definitivo. Sigue teniendo trato preferencial de la Presidenta, pero pequeñas gestualidades del Palacio hablarían de cierto opacamiento transitorio de su estrella. Hay quienes lo dicen de modo brutal. “A Scioli no le confían, pero al Flaco, menos”, sostiene un alto jefe partidario peronista. “No hay mala onda con Randazzo, pero La Cámpora está cerrando con Scioli” asegura una fuente con oficinas dentro de la Casa Rosada.
Máximo viene recomendando a sus subalternos “cuidarlo a Daniel”, como ya se contó en estas páginas. Eduardo De Pedro, secretario general de la Presidencia, encabeza con entusiasmo la operación para articular a La Cámpora con el gobernador bonaerense. Cuatro altos dirigentes  coinciden en que “Máximo está hoy en la lista de diputados de la provincia de Buenos Aires”. Y que, salvo cataclismos inesperados, Cristina sería candidata al Parlamento del Mercosur.  Mientras tanto, en la galaxia K bonaerense, sobrecargada de astros, empezaron a apagarse estrellas y a germinar fusiones y ensambles. Domínguez y Mussi sellaron un pacto para compartir fórmula: el orden, según poetizó el ministro Julio De Vido, se discutirá más adelante. Otra de los tándem que suenan con simpatía es el de Diego Bossio-Espinoza. Pese al apoyo de Scioli, los ultra K no quieren que Martín Insaurralde vuelva a instalarse. En el auto hay lugar para cuatro, dijo en las últimas horas Patricio Mussi. Ese parecería ser el número ideal para las PASO.

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