viernes, 17 de abril de 2015

Con Varela en el mazo, Domínguez pone una pata fuerte en la Tercera


Por Jorge Joury

En su paso por Florencio Varela, Julián Domínguez dejó varios mensajes para decodificar. Sobre todo para ir interpretando como hilvanará su camino hacia  el sillón de Dardo Rocha. El hombre de Chacabuco se presentó como el candidato del trabajo y dejó en claro que captar a los jóvenes a través del mundo del empleo, es una de sus metas. “Vamos a potenciar al Conurbano como el corazón industrial de la Provincia. Ese es nuestro rumbo”, dijo Domínguez en presencia del intendente local Julio Pereyra, a quien ponderó como un hombre del kirchnerísmo que impulsó obras que quedarán en la historia del distrito, como la Universidad Arturo Jauretche, el hospital El Cruce y el Polideportivo La Patriada. Domínguez además aprovechó para tantear al jefe comunal y con elogios deslizó que “Florencio Varela demuestra que la construcción de una Buenos Aires productiva, moderna e inclusiva, comienza a jugarse siempre en el nivel municipal”. La frase sonó fuerte en los oídos de muchos de los presentes, quienes se preguntaron si en el coqueteo, Domínguez no estaba invitando a Pereyra a compartir una eventual fórmula.
Algunos sostienen que Domínguez quiere tejer una alianza  fuerte con los jefes comunales y por eso intenta seducir  a Pereyra, tratándose de la principal espada de la Federación Argentina de Municipios. Evidentemente, la estrategia es potenciar su presencia en la Tercera Sección Electoral, la más rica en votos, ya que La Matanza define por cantidad de sufragantes la elección provincial. Es más, en los próximos días el candidato estará en Avellaneda, Moreno y Berazategui. Tras el paso por este último distrito podría plasmarse la foto entre Domínguez y Patricio Mussi, también anotado en la grilla para suceder a Daniel Scioli. Tampoco hay que descartar la posibilidad de una fórmula entre Domínguez y Mussi (éste último como vicegobernador) lo cual genera adhesiones en buena parte de los distritos de la Tercera. Incluso el propio Pereyra, es uno de los jefes comunales que promueven esa nómina.
Desde su irrupción en el escenario bonaerense, Domínguez viene creciendo en las encuestas, con cierta ventaja sobre el resto de los candidatos, no sólo por sus antecedentes políticos, sino también por el nivel de adhesión que tiene entre legisladores, intendentes bonaerenses y los sectores sindicales, que lo ven receptivo para materializar a pleno la matriz del trabajo y el desarrollo. Precisamente hace pocos días, en su paso por La Plata, Domínguez sumó el respaldo de la agrupación peronista “5 de septiembre, Eduardo Giosué”, la pata política del Sindicato de Obras Sanitarias bonaerense, el SOSBA, que lidera Julio Castro, quien a su vez es secretario general de la CGT regional.
Pese a que el Frente Para la Victoria por lo menos cuenta con una generosa grilla de candidatos a la gobernación, Domínguez llega con  la bendición de CFK y es visto como uno de los hombres más experimentados para acceder al sillón que dejará vacante Daniel Scioli. Aquilata méritos como intendente de Chacabuco, su ciudad natal, ministro de Agricultura de la Nación en la etapa más tirante con el campo, después de la polémica resolución125, logrando aplacar las aguas en el dramático diferendo y hoy en la presidencia de la Cámara de Dipùtados de la Nación es uno de los hombres más importantes en la sucesión presidencial.
En muchas tertulias políticas y despachos ven con buenos ojos su candidatura, por tener la “piel K” y haber recibido la habilitación de la propia Cristina para declinar su precandidatura presidencial y enfocarse con todo en la Provincia. También que dentro la preocupación de varios popes provinciales por la variedad de nombres en danza “Julián puede ser un candidato de unidad”, al cual se podría inclinar todo el PJ bonaerense y sus satélites. En esa dirección, desde su entorno confían en que están cerca de tener el pasaporte asegurado para que su candidatura sea una de las que llegue a las PASO de agosto. Algunos dicen en tono de certeza, que probablemente el compañero de fórmula Domínguez termine siendo un hombre de la Tercera Sección Electoral. Así lo marcan los antecedentes históricos en casos como los del matancero Alberto Balestrini o la varelense, Graciela Giannetasio.
Pero el camino hacia las PASO recién comienza y Domínguez tuvo que poner acelerador a fondo para igualarse en la carrera frente a sus competidores partidarios, que hace tiempo vienen de recorrida. Durante su paso por Varela, con el armado político de Carlos Kunkel,  Domínguez sentó las bases para captar el voto joven. “Me voy a ocupar de que en Buenos Aires los jóvenes no busquen trabajo, sino que el trabajo busque a ellos”.
“Vamos a potenciar al Conurbano como el corazón industrial de la Provincia. Ese es nuestro rumbo”, señaló  y destacó que “Buenos Aires genera el 56% de la producción industrial del país, que en gran medida se concentra en el área metropolitana. Aquí se agrega valor en origen, se enlazan cadenas productivas y se genera empleo de calidad. Tenemos el desafío de transferir más tecnología y conocimiento al sector, mover la frontera productiva y aumentar la creación de empleo joven para alcanzar el desarrollo sostenido de la provincia de cara al futuro”, analizó Domínguez. Haciendo foco en la necesidad de inversión para generar desarrollo , el titular de Diputados remarcó que “la asociación público-privada para el desarrollo industrial es clave en la generación de condiciones para que nuestros empresarios inviertan en tecnología e innovación productiva”. Alli hizo foco en que  el Banco de la Provincia debe ser la carta estratégica del Estado provincial para financiar proyectos que agreguen valor en origen, transfieran tecnología y creen más fuentes de trabajo.
Domínguez eligió el escenario perfecto para sintetizar cuáles serán sus objetivos en caso de llegar a gobernar Buenos Aires. Visitó la  Fábrica “Fabio Hnos. SACFAI”,  una empresa familiar local con más de 60 años en la fabricación de bulones, tuercas, arandelas y piezas especiales, que cuenta en la actualidad con 150 empleados. Lo hizo  acompañado por Julio Pereyra y por el titular de la Confederación General Empresaria (CGERA), Marcelo Fernández.
Como corolario, cerró su visita a Varela señalando que “el siglo XXI nos demuestra que el Conurbano como ciudad-dormitorio, donde la gente sólo regresaba para dormir, es parte del pasado. La proliferación de parques industriales es el ejemplo de una época en que los vecinos trabajan en sus ciudades y el objetivo es claro: que los jóvenes vuelven a encontrar en el trabajo y el estudio la primer alternativa de futuro”.

No hay comentarios: