Por Jorge Joury
Las balas del Ébola pican cerca de nuestro país. Primero el miedo se instaló en Brasil. Luego las alarmas sonaron en Chile. Allí las autoridades activaron el protocolo sanitario de emergencia en un hospital de Santiago ante la sospecha de Ébola en un ciudadano que estuvo de viaje en Guinea Ecuatorial. Hay especialistas que creen que pueden surgir diez mil casos nuevos por semana en los próximos dos meses. El continente está alerta. En los hospitales bonaerenses ya se maniobra para ganar experiencia frente a la posibilidad de que se desate un brote. Aunque en muchos nosocomios todavía no se recibieron los trajes especiales, los denominados simulacros de actuación, están en marcha con la participación de personal de salud y de limpieza. Al mismo tiempo, el plan incluye la colocación de carteles alertando a quienes vienen de lugares críticos en materia de Ébola, para que el personal que los atienda tome precauciones. Se acondicionan además áreas de aislamiento, no sólo para el tratamiento de los enfermos, sino para el cambiado del personal de salud.
LA OMS ADVIERTE
Frente al panorama de incertidumbre, meten miedo las declaraciones de un funcionario de la Organización Mundial de la Salud que manifestó que podría haber hasta diez mil casos nuevos de Ébola por semana en los próximos dos meses. El director general adjunto del organismo, el doctor Bruce Aylward, manifestó que si no se incrementan las medidas para contener la crisis en los próximos 60 días, “mucha gente morirá” y será necesario enfrentar en el terreno el aumento veloz de infecciones.
Aunque la OMS pronostica la aparición de 5000 a 10.000 nuevos casos en diciembre, confía en que esa cifra disminuya el próximo año gracias a mejoras en el proceso de entierro de víctimas y el aislamiento de pacientes. La OMS prevé que en los próximos 60 días los gobiernos y organizaciones avancen tanto en la formación, tratamiento y logística como para que el 70 por ciento de los fallecidos sea enterrado de forma segura y el 70 por ciento de los casos sospechosos sea aislado. En la actualidad se están registrando unos mil nuevos casos de ébola por semana, informó Aylward. A la OMS le preocupa sobre todo que la enfermedad se esté propagando geográficamente en los tres países africanos más afectados y que se extienda a otras regiones, y advierte de la difícil situación que se vive en las capitales de esas naciones.
El caso de España y los dos confirmados en Estados Unidos, la sospecha luego descartada en Brasil y en Chile, no sólo instalan en la población el temor a la letal enfermedad, sino que obligan a plantear algunos interrogantes. ¿Puede llegar el Ébola al país ? Y si eso sucede: ¿cómo está preparado el sistema de salud para enfrentar la eventual aparición de casos?
LAS HIPOTESIS
En la sede del Ministerio de Salud en La Plata, admitieron que la posibilidad de que la enfermedad llegue a la Argentina existe. De allí que las fuentes consultadas señalaron que se diseñaron protocolos que están vigentes y determinan cómo debe actuar el personal de salud. Además, se establecen cuáles van a ser los centros de referencia primarios y secundarios para concentrar y tratar los casos eventuales de la enfermedad. Se ha planteado también hacer los seguimientos correspondientes y determinar áreas de aislamiento para el tratamiento de los enfermos en cada centro de salud. Al mismo tiempo, a partir de esta semana en los hospitales de la región se comenzarán a hacer simulacros para capacitar al personal en aspectos básicos, como el uso de los trajes de seguridad, los del más alto nivel de protección establecido por la Organización Mundial de la Salud, ya que ninguna parte del cuerpo del profesional que trate a los enfermos puede estar expuesta al contagio.
LOS MAS EXPUESTOS
Sobre este aspecto, el director de Medicina Preventiva de la Provincia, Luis Crovetto manifestó que “la población tiene que estar tranquila. En esta etapa es necesario poner el foco en el personal sanitario y de limpieza de los hospitales, que es el que tiene que estar capacitado para responder si aparece un caso”.
La situación del personal de salud es lo que más preocupa especialmente. Los datos estadísticos dan cuenta que desde que se inició la actual epidemia en Africa, en el mes de marzo, 240 trabajadores sanitarios se infectaron y 120 murieron haciendo su trabajo. El caso registrado en España afectó a una enfermera y puso en cuestión todos los protocolos de actuación: la mujer atendía a dos religiosos españoles que se habían contagiado en Africa y según se cree, cometió un error al sacarse el traje de seguridad y otro al tener los primeros síntomas y dirigirse a una guardia común sin poner en conocimiento al médico que la trató de que había estado en contacto con enfermos de ébola. Las informaciones que llegan desde España señalan que personal sanitario se quejaba de que no habían recibido suficiente instrucción sobre cómo actuar.
También surgen críticas desde el plano internacional por la falta de respuestas en la lucha contra el terrible mal. Margaret Chan, titular de la Organización Mundial de la Salud, señaló que “ya en 2009, con la pandemia de gripe H1N1, constatamos que el mundo no estaba preparado para dar una respuesta adecuada. La actual epidemia de ébola lo demuestra sin lugar a dudas”. Agregó que la epidemia “muestra los peligros de las crecientes desigualdades sociales y económicas en el mundo: a los pobres se los deja morir, pero, cuando un virus mortífero queda fuera de control, el mundo entero está en riesgo”. Chan recordó que, aunque el virus surgió hace casi 40 años, “no existen tratamientos ni vacunas, y esto se debe a que, como la enfermedad se limitaba a países pobres, no hubo incentivos para investigación y desarrollo. Una industria que se mueve por la búsqueda de beneficios no investiga en productos para mercados que no puedan pagar”. Chan consideró que el ébola es “la mayor emergencia sanitaria de los últimos años, por encima de la pandemia de gripe H1N1”.
TODOS EN GUARDIA
En nuestro país la reacción fue inmediata. Desde el Ministerio de Salud se informó que desde el momento en que la Organización Mundial de la Salud dio el alerta mundial sobre el Ébola, se armaron reuniones entre referentes de Nación y Provincia con infectólogos de todo el país para elaborar el protocolo de respuesta que hoy está vigente. El plan de contingencia establece hospitales de referencia como el Garrahan, Cosme Argerich y el Néstor Kirchner de Florencio Varela, a nivel nacional. El plan de contingencia también contempla en un segundo nivel los provinciales como el de Niños Sor María Ludovica o el San Juan de Dios, de La Plata, para la concentración de los enfermos en salas convenientemente equipadas y aisladas. Además, está previsto el uso de un helicóptero, un avión sanitario y ambulancias especialmente equipados para el traslado de los enfermos.
Por el momento, todo el foco de atención está puesto en puertos y aeropuertos. El instructivo establece que siempre que un pasajero presente algún síntoma, la tripulación está obligada a comunicarlo inmediatamente a Sanidad de Fronteras para que prepare el operativo de contingencia y avise a autoridades sanitarias para efectuar el traslado con los trajes de aislamiento y bioseguridad indispensables para evitar contagios.
El brote del virus del Ébola es una enfermedad para la que aún no existe una cura efectiva aprobada por autoridades sanitarias. La historia da cuenta que comenzó en marzo en África Occidental y rápidamente se expandió a Liberia, Sierra Leona, Guinea y Nigeria. El virus causa hemorragias que se presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, provocando que el infectado sangre tanto por la boca, como por el recto. Los facultativos señalan que la tasa de mortalidad es alta, alcanzando el 90% de los casos. El deceso se produce por un shock hemorrágico por la pérdida de sangre. El virus se detectó por primera vez en 1976. Fue en dos brotes simultáneos que se desencadenaron en Sudán y República Democrática del Congo. La aldea donde surgió el segundo de ellos, está situada cerca del río Ébola , que da el nombre al virus. Los especialistas sostienen que la enfermedad se propaga mediante la transmisión de persona a persona. Se da por contacto directo con órganos, sangre, secreciones u otros fluidos corporales de personas infectadas o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos o a través de animales infectados. Los síntomas son los siguientes:
Aparición súbita de fiebre
Debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta
Vómitos y diarrea
Erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática
En algunos casos, hemorragias internas y externas.
Los pacientes son contagiosos mientras el virus esté presente en la sangre y las secreciones. El periodo de incubación oscila entre 2 y 21 días.
LA PREVENCION
Conviene señalar que por el momento no hay vacuna contra la enfermedad y los casos graves requieren de cuidados intensivos. Por lo general los enfermos suelen estas deshidratados. A falta de un tratamiento eficaz y de una vacuna humana, la concientización sobre los factores de riesgo de esta infección y sobre las medidas de protección que las personas pueden tomar es la única forma de reducir el número de infecciones y muertes humanas.
Reducir el riesgo de transmisión de animales salvajes al ser humano utilizando guantes y otras prendas protectoras
Los alimentos animales deben estar bien cocidos antes de consumirlos
Evitar el contacto físico estrecho con pacientes con la enfermedad y utilizar guantes y equipo de protección personal adecuado para atender a los enfermos en el hogar
Lavarse las manos con regularidad tras visitar a enfermos en el hospital, así como después de cuidar a enfermos en el hogar.
Los enfermos que mueren por esta causa deben ser sepultados rápidamente y en condiciones de seguridad.
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