martes, 7 de octubre de 2014

El sinuoso camino contra las cuevas y la mafia financiera


Por Jorge Joury

El paso del tiempo, a los que peinamos años en el duro oficio de informar, nos ha enseñado que la larga lucha contra la mafia financiera, siempre ha dejado muertos y heridos. Desafiarla nunca es gratis y hay que prepararse para todo, inclusive para lo más descabellado. Hay que tener en cuenta, que se toca el órgano más sensible de corporaciones dispuestas a todo, menos a que se les imponga un marco legal para interrumpir sus negocios millonarios. Esa delicada tarea ahora le corresponderá al nuevo guardián del dólar, Alejandro Vanoli. El flamante funcionario, deberá librar la dura batalla contra los poderosos grupos financieros y si es posible, asestarle un golpe motal a las denominadas cuevas que operan en los circuitos céntricos, siempre al amparo de oscuros intereses de un entramado delictivo. Sobre los hombros del nuevo titular del Banco Central, la Presidenta ha depositado la difícil misión y ahora habrá que ver si le da la espalda para soportar las embestidas que vendrán.
Por lo pronto, menos el fin del mundo, las consultoras internacionales ya han pronosticado un dólar blue de 20 pesos para fin de año. También advirtieron que como vienen las cosas, en el 2015  podemos llegar a quedarnos sin reservas para afrontar los pagos de la deuda.Operaciones de este tipo y versiones que meten miedo, caerán como una lluvia ácida.

EL HERMANO BAJO SOSPECHA

Escenarios apocalípticos como estos, siempre son la primera reacción de los grupos concentrados que perciben que con las restricciones, se les irán achicando las ganancias. Tampoco hay que descartar que ensayen corridas bancarias. Lo cierto es que cerca del poder K, se comenta que Vanoli ya venía haciendo méritos ante la mirada de la Presidenta Cristina Kirchner. No solo criticaba  la operatoria del dólar blue, sino la misma difusión de las cotizaciones del mercado paralelo. Lo que se murmura, es que el nuevo funcionario fue recopilando en las últimas semanas información diaria y puntual sobre el movimiento de dólares en el mercado bursátil y le preparó a CFK un informe pormenorizado de la situación. Con ese material en mano, Cristina lanzó su andanada con un discurso de extrema dureza, para señalar tanto el volumen de dinero que por allí circula, como también a los principales jugadores del mercado “contado con liqui” y “dólar Bolsa”. Rojo de verguenza, Juan Carlos Fábrega tuvo que meter violín en bolsa y renunciar, dejando la mesa servida del Central al hombre que abrio el camino para cumplir su objetivo. Encima ahora, el fiscal federal Guillermo Marijuán abrio una investigación contra Fábrega, para determinar si permitió el funcionamiento de una cueva financiera que maneja su hermano Rubén.
La denuncia fue presentada por el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten por los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público, negociaciones incompatibles con la función pública, defraudación y violación de tratados concluidos con naciones extranjeras. Marijuán impulsó la investigación y le pidió al juez federal Rodolfo Canicoba Corral una serie de medidas de prueba para avanzar en la causa, entre ellas verificar si la cueva denunciada efectivamente existe. La cueva estaría ubicada en la calle 25 de mayo 517, en pleno microcentro. Según las denuncias, Rubén Fábrega también operaba como gestor y lobbysta de préstamos del Banco Nación  para terceros, a cambio de una comisión. Sánchez Kalbermatten sostuvo que el exfuncionario “habría permitido el funcionamiento de una financiera ilegal a cargo de su hermano lobista a pesar de ejercer el control de ese tipo de entidades por la función que ejerce, presumiéndose cierta complicidad que una pesquisa debiera comprobar”.

UNA DURA BATALLA CONTRA LA ESPECULACION

Vanoli llega al Central para vigilar a rajatabla que se cumplan las reglas del mercado cambiario. Construirá una suerte de central de Inteligencia financiera, para controlar que todos se ajusten a las reglas del mercado. Para ello, coordinará esfuerzos con la CNV, la UIF y la AFIP. De hecho, tiene clarísimo que muchas empresas se volcaron a ese mercado tanto para sacar dólares, como para ingresarlos a un tipo de cambio muy superior al oficial. Dentro de la legalidad, las empresas compraron y vendieron dólares a $15. Vanoli sabe, y se supone que Kicillof también, que prohibir o trabar estos mercados provocaría una disparada en el dólar blue y avivaría el fuego de la timba financiera.
El nuevo jefe del BCRA sabe que no tendrá influencia en el volumen de dólares que se liberará a los importadores, ni en la fijación de las tasas de interés de referencia, ni en el ritmo de emisión monetaria. Esas tareas quedarán en manos de Kicillof y su equipo de colaboradores.
Vanoli, por su experiencia en la Bolsa maneja información de que hay más de 200 mil millones de dólares de argentinos parapetados y fuera del circuito. La Presidenta ha pedido que una parte tiene que aparecer, pero para ello habrá que instrumentar nuevas medidas económicas para generar confianza. Mientras tanto, el nuevo titular del BCRA tiene que pisar las reservas a cara de perro, para evitar más fugas, pasarle al Tesoro todos los pesos que le requirieran y mantener tasas de interés reales negativas.

LAS CUEVAS EN EL OJO DE LA TORMENTA

Vanoli acentuará su mirada en los mercados. El Gobierno cuenta con información de que existe connivencia o un entramado ilícito entre cuevas financieras y personal del Banco Central y de la Policía Federal. En el caso del organismo monetario, se detectó que hubo llamados a los cueveros para anticiparles futuros allanamientos judiciales, mientras que en esos operativos se constató en varias oportunidades asociaciones ilícitas con fuerzas policiales. según algunos informantes, en  una o dos ocasiones, verbalizaron que los habían llamado desde el Central para decirles que estaba todo normal; esto sería que no iba a haber ninguna situación irregular”, señaló una fuente confiable.
En el marco de los procedimientos que se venían realizando, también se detectaron otros perfiles de funcionarios públicos dentro de las cuevas brindando seguridad, lo que es una situación absolutamente ilegal. La primera denuncia formal para el inicio de una investigación fue a partir de un allanamiento a una oficina clandestina de la city porteña. En esa oportunidad, el dueño del establecimiento ofreció dinero a un funcionario del área de fraudes de la Procelac y a otro del BCRA. Frente a la negativa a la proposición de soborno, el cuevero les manifestó: “A mí me dijeron del banco que hoy operara tranquilo”, en referencia a la autoridad monetaria. A raíz de ello, las miradas apuntan a directivos en distintas áreas estratégicas vinculadas con control bancario y cambiario. Se estaría frente a una verdadera organizacion mafiosa, pero aún no hay personas denunciadas.
En los allanamientos se encontró además personal de Policía Federal asociado a las cuevas, dando “cobertura” a estos establecimientos ilegales. En este último punto ya hay denuncias realizadas, dando cuenta de hasta hombres armados en las cuevas. Las sospechas de que actúa una verdadera red delictiva que involucra a fuerzas policiales y del Central en la pulseada contra el Gobierno, reavivó el debate sobre una reforma del marco legal, una discursión que ya lleva varios años. Por lo que pudo saberse, entre las medidas más urgentes se encontraría la actual imposibilidad de clausurar las cuevas e iniciar investigaciones más profundas. En el caso de los allanamientos en cuevas, la idea es que se pueden hacer in situ, sin necesidad de una autorización previa de la Justicia. También están en foco los grandes jugadores del comercio exterior y los sectores que fugan capitales. En la actualidad existen más de 80.000 sumarios en curso vinculados con petroleras y exportadoras de granos por maniobras de elusión a través del comercio exterior. Por lo que se ve, la tarea será ardua y espinosa, frente a un enemigo, que  no le tiembra el pulso para comprar fuertes influencias en lo más alto del poder y si es necesario, provocar hechos políticos desestabilizantes.

No hay comentarios: