martes, 7 de octubre de 2014

El Plan Primavera de CFK , con mano dura y más cepo


Por Jorge Joury

La partida de Juan Carlos Fábrega como presidente del Banco Central, disparó todas las alarmas en el mercado y en el ambiente político. Los más filosos analistas de larealidad coinciden que representa el comienzo de un proceso en el cual La Cámpora suma más poder de la mano del ministro de Economía Axel Kicillof, quien a todas luces aparece como el ganador de la pulseada. Nada es coincidencia: desde hace tres meses el Gobierno instaló la consigna “Patria o Buitres”, como el eje principal de su estrategia y ordena con ella la política económica interior y exterior. En función de esta bandera, la partida de Fábrega es una acción bastante coherente de una estrategia destinada a profundizar la batalla contra la especulación financiera.
Se trata de un giro de noventa grados en el plano económico, ya que el reemplazo del mesurado Juan Carlos Fábrega por el impetuoso Alejandro Vanoli, es interpretado como el preludio de una ofensiva oficial contra los empresarios, los bancos, los agentes financieros, las cuevas y los productores agropecuarios, que tendrá al dólar y a la ley de abastecimiento como metrallas fundamentales. La difícil misión de Vanoli, será sostener la estabilidad monetaria y cambiaria, en un mercado de aguas turbulentas.

LA LUPA EN LOS EMPRESARIOS

Lo que se supone a través de la lectura de la letra fina del mensaje de Cristina, es que se mantendrá la presión en forma permanente sobre el frente empresario, para quebrar la resistencia de los hombres de negocios, a los que el Gobierno imagina aliados en una conspiración para complicar o anticipar el final de ciclo, algo que cuenta con lamentables antecedentes en el pasado. En esa dirección, Fábrega representaba un palo en la rueda, ya que tenía muy buena llegada a esos sectores y hacía las veces de negociador moderado. El estado mayor K sospechaba que Fábrega filtraba información clave del Banco Central a los sectores especulativos, que luego maniobraban con el dólar blue y perforaban el colchón de reservas.
La presidenta con su golpe de timón de 90 grados, lo que quiere es mano dura y que aparezcan los dólares. Para esta delicada misión es que llega Vanoli, una clave de Kicillof, hoy el ministro con mayor poder en un gabinete afiebrado por los rumores de cambio. Lo que ha hecho Cristina, como lo veníamos anticipando desde esta columna, es poner en marcha su Plan Primavera, para convencer a la opinión pública de que los fondos buitres, aliados con empresarios locales, encabezan un complot para destruir el modelo. Cuentan en los pasillos de la Casa Rosada que fue Vanoli quien diseñó la ley de reforma de capitales. El hombre que siempre soñó con llegar al BCRA, fue quien acercó los datos sobre los bancos que operaban el dólar contado con liquidación. Ese era el camino ideado por Axel Kicilloff para que las importaciones se pagaran a $15 en vez de los $8,45 del dólar oficial. La Presidenta sabe que su estrategia de dar pelea con los buitres, la hace subir en las encuestas y la mantiene permanentemente en el centro de la escena. Su objetivo ahora es hacer retroceder a los grupos de poder que operan en la Argentina, frenar la fiebre especulativa y el drenaje de dólares. Un antecedente son los recientes allanamientos por operaciones con dólares a los bancos Macro y Mariva que nunca se habían concretado. Las señales son más que claras. Lo que viene es una escalada de mano dura con las regulaciones empresarias que incluirá una profundización del cepo cambiario, controles policiales y acoso judicial a algunos directivos parados en la vereda de enfrente. Se pondrá toda la carne al asador para que empiecen a aparecer los dólares y cese la fiebre especulativa. También algunas versiones daban cuenta de posibles subas en las tasas de interés para estimular al ahorro en pesos y evitar más fugas al dólar negro.

CAMBIOS EN EL GABINETE

En cuanto a los posibles cambios de gabinete, ahora frente a este panorama son una incógnita. En los pasillos de la Casa Rosada sostienen que a Cristina no le gusta “mezclar las aguas”. Además esperará que los rumores desparezcan de la tapa de los diarios. La intempestiva renuncia del presidente de la autoridad monetaria ha sembrado un clima de inestabilidad entre las primeras espadas de CFK, a tal punto que se comenta que “nadie tiene el sillón asegurado” y Cristina está dispuesta a meter bisturí a fondo.
Ni el propio Fábrega se imaginaba la sorpresa que le tenía reservada la Presidenta, al menos, no hasta el viernes a las 5 de la tarde, cuando pasó por la quinta de Olivos. Dicen que la charla fue amena y salió relajado, de buen humor y con la misma sonrisa con la que había entrado, sin noción alguna de lo que se le vendría apenas tres días después. Hoy la ruleta de los cambios sigue vigente y Capitanich es número puesto para regresar al Chaco, aunque no se sabe cuándo. Dicen que el lunes “El Coqui”, que venía anunciando a tambor batiente su despegue, clavó el freno de mano y retomó la gestión como si nada pasara.
Algunos sostienen que antes de diciembre, Capitanich, quien evidencia un notorio desgaste, regresaría a su tierra para poder anular el decreto con el que su vice a cargo del Ejecutivo provincial, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, convocó a elecciones primarias para el 8 de marzo. Los tiempos se acortan porque las listas se presentan en enero. Las novedades podrían llegar en los próximos días. Se espera que Cristina tome las decisiones con su hijo Máximo.
Para la Jefatura de Gabinete hay varios anotados. Uno es el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. A partir del alejamiento de Fábrega, sus acciones crecieron. Con él se buscaría compensar la balanza con un hombre de perfil dialoguista. Pero no hay que olvidar que otro de los que está en carrera, es el senador Aníbal Fernández, a quien Cristina elogió. Además el camporismo quiere sumar más poder, con el diputado Eduardo “Wado” de Pedro. Un escalón más abajo surgen las especulaciones sobre el ministro de Economía, Axel Kicillof, y la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. El primero deja trascender que no quiere saber nada y que, en rigor, los rumores son una operación en su contra para desdibujar su gestión económica. Su feroz interna con Fábrega ya se saldó.
Hay quienes sostienen que la llegada a la Casa Rosada de la cuñada de la Presidenta, respondería al plan de desembarco definitivo de La Cámpora en Desarrollo Social, donde ya puso un pie a través de Rodrigo Rodríguez, pero no tiene el manejo total de la cartera. Sería el correlato en la gestión de lo que fue la aparición de Máximo y su arenga a la militancia en Argentinos Juniors para consolidar la base social a la que apunta la agrupación. Está claro, que un nuevo tiempo está en marcha en el kirchnerísmo. Habrá que ver qué lectura hacen las primeras espadas del PJ, que el sábado se reunirán en Tandil para delinear estrategias rumbo al 2015 y el acto del 17 de octubre.

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