miércoles, 15 de octubre de 2014

Las cuentas de Scioli para desembarcar en la Rosada


Por Jorge Joury

En la Gobernación admiten que Daniel Scioli se reúne al menos una vez por semana con su economista estrella, Miguel Bein. Requiere con ansiedad de la proyección que éste le hace sobre las variables y el futuro de la economía. El mandatario sabe que sus posibilidades de llegar al sillón de Rivadavia, dependen de la mejoría del bolsillo de la gente. Además habla constantemente con la mayoría de los gobernadores. Quiere saber el diagnóstico general, a lo largo y lo ancho del país. Tiene claro que si las provincias crujen por la falta de recursos, los proyectos presidenciales se caen con ellas. No obstante, su pronóstico y su discurso van por la vereda del optimismo: “el gobierno no devaluará, se solucionará la falta de dólares y con las reservas petroleras, el país saldrá a flote”. Esta frase la disparó hace horas, en el cierre del seminario internacional de “Agroindustria y Desarrollo Sustentable”, que compartió con “el rey de la soja”, Gustavo Grobocopatel y otros empresarios locales e internacionales.
Otro de los temas que el gobernador quiere descomprimir, es el aumento de la tarifa del agua solicitado por Absa y que tánto rechazado ha generado por parte de los vecinos. Según se supo, Scioli dio orden para que sea inferior al pretendido por la empresa, que oscilaba entre 46% y el 145%, para el servicio no medido y usuarios con medidor.
Scioli cree que en Enero habrá acuerdo con los fondos buitre y el gobierno nacional logrará desactivar la bomba económica. No obstante, no puede bajar la guardia y en la órbita de la provincia de Buenos Aires, deberá administrar con el rigor de un padre de familia los recursos hasta el fin de su mandato. Por eso envió a la Legislatura bonaerense, un presupuesto para el 2015 de 246.000 millones de pesos, que presupone un fuerte endeudamiento por 28 mil millones de pesos (19.410 millones de pesos para 2015 y 9 mil millones pendientes del ejercicio anterior) y el pago de 21.065 millones de pesos por vencimientos de deudas con el gobierno nacional, organismos multilaterales de crédito y tenedores de bonos, entre otros. De ese total, el proyecto contempla toma de deuda por 20 mil millones de pesos y 500 millones de dólares.

EL GASTO MAYOR ES EN SEGURIDAD

El proyecto de ley contempla una suba de 66 por ciento del gasto en seguridad y el nombramiento de 41.000 nuevos empleados públicos, de los cuales 25.000 serán policías, 10.000, maestros y seis mil médicos y enfermeros. Scioli adosó además la ley impositiva, la cual prevé las subas de un 30% del impuesto inmobiliario rural y urbano y a los sellos, herramientas fundamentales para obtener recursos en el gasto público que tendrá por delante, además de las paritarias con los gremios estatales.
Educación es una de las áreas beneficiadas para el próximo ejercicio. La Dirección de Cultura y Educación, por ejemplo, incrementará sus partidas en un 28% (llegará a 68.5 mil millones), al ritmo de las mediciones de precios más alarmistas.
Salud, es otro de los frentes favorecidos, cuyo presupuesto se incrementa al mismo ritmo hasta alcanzar un 28.5% para el año venidero, unos 15.700 millones de pesos, mientras que Desarrollo Social, que estuvo en el ojo de la tormenta durante el año por los recortes a comedores escolares, incrementará su presupuesto un 31%, por lo que pasará a contar con más de 6.500 millones de pesos para el 2015.

SUBA DE IMPUESTOS

En el inmobiliario subirá el valor fiscal de las propiedades y también, aunque mínimamente, el coeficiente que determina el valor a pagar por cada propietario, pero no la alícuota. Con estos incrementos, el gobierno provincial espera recaudar cerca de 1200 millones de pesos adicionales el año próximo. De todas maneras, hay que aclarar que este aumento impositivo no impactará en aquellos contribuyentes dedicados a las actividades agropecuarias, que habitan en los distritos que fueron declarados en emergencia o desastre como consecuencia de las últimas inundaciones. “Scioli decidió que el año próximo otorgará un régimen especial de exención total o parcial del impuesto inmobiliario rural a los partidos que fueron declarados durante este año en emergencia y/o desastre agropecuario”, ratificó la ministra de Economía, Silvina Batakis al detallar los alcances de este incremento.
Más allá de los números fríos, que muchas veces le interrumpen el sueño, Scioli sabe que en su último año al frente del gran transatlántico que es Buenos Aires, los desafíos serán mayores. Tendrá que redoblar esfuerzos en la gestión, para poder lucir en la gran vidriera del 2015. Junto con la economía, la seguridad ocupa el otro capítulo de prioridades. De allí la proyección de refuerzo de policías para la cartera que comanda el ministro Alejandro Granados.
Scioli sabe que ahora con la denominada Ley de Leyes en la Legislatura, se avecina la batalla politica. La discusión pasará mayoritariamente por los beneficios y perjuicios para cada sector, que por las necesidades específicas de una provincia siempre al límite del ahogo financiero, hoy acentuado por la falta de crédito externo.
El oficialismo no podrá excederse de la estimación inflacionaria del INDEC, bastante diferente a la de las consultoras privadas. Tampoco le será fácil a la oposición oponerse a una suba impositiva cuando basa su discurso actual en la disparada inflacionaria. Más aún, en el caso del Frente Renovador, donde el Concejo Deliberante de San Fernando autorizó al intendente Luis Andreotti a aumentar las tasas en alrededor del 50 por ciento.

VATICINAN DURA BATALLA

Pero también hay que reconocer que el propio oficialismo muestra disparidad de criterios acerca de las consecuencias de un aumento en los impuestos y el costo político que podría acarrear. También en el  FPV será trabajoso el consenso acerca de qué tocar y qué no en la búsqueda de mayores recursos para la Provincia, que por otra parte prevee aumentar casi el 60 por ciento el monto destinado a la seguridad.
Ya hubo un intento del Ejecutivo, en diciembre de 2013, para avanzar en una suba de los inmobiliarios pero no se llegó a un acuerdo con la oposición. Tampoco lo hubo para establecer un canon específico del 18% destinado a seguridad. Se acordó establecer en el presupuesto un endeudamiento de 1.035 millones destinado a Seguridad. Pero esto tampoco pudo llevarse a cabo debido a las dificultades para salir al mercado que hubo durante todo este año. Conclusión: el Ejecutivo no acepará una salida similar para el próximo ejercicio.
En esa puja política a abrirse ni bien el Presupuesto y la Ley Impositiva se apoyen en los pupitres de la Legislatura, el oficialismo ha tomado una postura que amenaza ser inflexible, al menos en la previa. “No vamos a permitir que nos cambien cosas sustanciales. Si es necesario, iremos todos los ministros a dar las explicaciones. Estamos abiertos a aceptar las sugerencias que nos parezcan que suman, pero no vamos a aceptar que nos cambien cuestiones sustanciales”, manifestó un alto funcionario del área de Economía.

CON DESTINO INCIERTO

La disputa podría hacer correr a la Ley de Leyes la misma suerte que la policía comunal, votada en Diputados pero frenada en el Senado por el Frente Renovador. La composición de la Cámara Alta es todo un desafío de sortear para el Presupuesto y su eterna novia, la Ley Impositiva. La pregunta del millón en caso de palos en la rueda es: ¿Gobernará Scioli sin presupuesto durante su último año al frente de la Provincia?. Es una posibilidad. En su entorno señalan que no es el mejor síntoma político para alguien cuya carrera se basa en la apertura del diálogo y en los consensos. Pero tampoco se ponen demasiado dramáticos a la hora de aceptar esa realidad si llegara a concretarse.
Con el prorrogado de este año el Gobernador contaría, como mínimo, con unos 50.000 millones de pesos de libre disponibilidad. Esta certeza es para la oposición un contratiempo en caso que buscare trabar la herramienta de gestión del mandatario provincial. En los pasillos del parlamento bonaerense los pronosticos auguran una dura batalla entre oficialismo u oposición, por tratarse de un año electoral. Pero todos son conscientes de que la sangre no llegará al rìo. No conviene tirar demasiado de la cuerda frente a la delicada situación económica que vive el país. A todos les conviene, una transición en paz.

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