martes, 7 de octubre de 2014

En Berazategui y Tandil, el PJ dio señales de unidad


Por Jorge Joury

Era lo que más deseaba Scioli, para sostener su teoría de que hoy más que nunca, se necesita un peronismo unido para triunfar en los futuros comicios. El mandatario hizo realidad su sueño este fin de semana. La primera foto, la obtuvo el viernes en Berazategui y el sábado, la frutilla del postre se concretó en la reunión del PJ en Tandil, de la participaron los principales referentes del justicialismo, entre ellos el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra.
En el primer escenario, Scioli fue registrado en una foto a los abrazos con Julio De Vido y Julián Domínguez, dos de las figuras K que más lo combaten en público. Y además se lo vio eufórico por la presencia de intendentes del conurbano, jóvenes de La Cámpora y sindicalistas, incluido Antonio Caló. La postal “de familia” del oficialismo en ese acto, reavivó el deseo de un sector del peronismo y del propio gobernador de apostar a un acuerdo de unidad para el 2015.
El mérito de la movida pertenece al joven intendente de Berazategui. Patricio Mussi que cuenta con el aval de la Cámpora y Los Oktubre, el grupo de jóvenes intendentes. Mussi pegó dos veces, ya que en el evento sumó otro gesto de la Presidenta para su candidatura a la Gobernación. Cristina aceptó inaugurar vía teleconferencia el Congreso de Infraestructura para la Producción que cerró el viernes en el vecino partido, sumó a Mussi en su último viaje al Vaticano y varias veces lo mencionó en sus discursos. El joven alcalde, que ya puso acelerador a fondo en su campaña, se pasó la última semana recorriendo programas políticos de la tele, instalando su frase de que “es momento de que los intendentes lleguemos a la gobernación para opinar, discutir, hablar y proponer”. No es fácil el camino, ya que el sillón de Dardo Rocha es disputado por varios referentes dentro del Frente para la Victoria. Entre ellos, el mandamás de La Matanza y presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza; el vicegobernador Gabriel Mariotto, el director de la Anses, Diego Bossio, y Santiago Montoya, por la ola naranja. Y aún sin partido definido, merodea Martín Insaurralde.

EL CAMINO

“Si esta foto se hace realidad y vamos todos por el mismo camino, en el 2015 ganamos”, comentó un importante referente territorial en el acto, quien reivindicó a Scioli “como el hombre más adecuado para manejar la Argentina del futuro, por su temple y su actitud dialoguista”. El marco fue propio para que el ministro de Planificación, Julio De Vido, hiciera una larga enumeración de obras realizadas. Scioli también puso sus fichas y pidió “acompañar” a la Presidenta en la batalla contra los fondos buitres. Julián Domínguez, otro de los presidenciables, habló de la “patria” y Eduardo “Wado” De Pedro, uno de los dirigentes más influyentes de La Cámpora, le entregó a Mussi una carta bendecida por el papa Francisco para el municipio. Para poner un marco de certeza frente a la incertidumbre económica por la renuncia del presidente del Banco Central y lo que está por venir, el ministro De Vido apuntó que : “Nunca vi a Cristina más firme y decidida que ahora para consolidar el modelo con una visión de veinte años más”. Del acto quedó mucha tela para cortar y a criterio de los observadores, lo que se presagia es un pacto de convivencia entre el cristinismo y Scioli.
El anhelo del ex motonauta, es ser ungido tarde o temprano, como el delfín de CFK en una lista de consenso, donde estaría dispuesto a ceder casilleros para favorecer el armado de Olivos. Lo de Berazategui, para las primeras espadas naranja, es una suerte de cabecera de playa con el propósito de Scioli de enrolar en su cruzada a la estructura del PJ y el kirchnerismo, una alquimia que hasta ahora sólo funcionó bajo la jefatura de un Kirchner.

EN LAS SIERRAS

La otra señal que aguardaba Scioli en sus aspiraciones presidenciales, la encontró el sábado en la cumbre que el Partido Justicialisya realizó en Tandil. Allí, tres candidatos que competirían en la primaria del Frente para la Victoria se mostraron juntos en un marco de absoluta convivencia. La reunión sirvió también para tomar el pulso a varios dirigentes que ya caminan la provincia de Buenos Aires para suceder a Scioli en el 2015. Al pie de las sierras, se dio una contudente demostración de fuerza, estableciendo como rumbo y mensaje la unidad del movimiento justicialista. Además, se ratificó el liderazgo de Cristina Kirchner y se lo convirtió en bandera para lo que queda hacia el 2015.
En el campus de la Universidad Nacional del Centro (Unicen) y ante unos 5 mil militantes, el PJ mostró que no le faltan candidatos a suceder a CFK. Desfilaron por el atril al gobernador bonaerense, Daniel Scioli; su par de Entre Ríos, Sergio Uribarri, y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domíguez, partes del quinteto de presidenciables, que completan los ministros Florencio Randazzo y Agustín Rossi, ausentes al evento.
El gobernador de Jujuy y presidente del PJ nacional, Eduardo Fellner, señaló que :”¡Qué lindo es volver a verte, peronismo, unido, en la cancha y convocando a los más jóvenes!”. Lo flanquearon viejos referentes, como el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, el diputado Carlos Kunkel, el secretario de Seguridad, Sergio Berni y las caras de La Cámpora como Eduardo “Wado” De Pedro y José Ottavis. Una frase que resonó fuerte y sorprendió a más de un dirigente, vino por el lado del referente de La Cámpora, Wado De Pedro, quien se apartó del manual K de acusar de traidores a los que se apartaron del oficialismo. El joven dirigente señaló que “llamenos a los que no están o a los que se fueron, porque lo que buscamos es la unidad”. Este mensaje fue en sintonía con la mirada de los cadidatos presidenciales, gobernadores y dirigentes que asistieron al acto.
Los participantes además trabajaron en debates sobre pensamiento nacional, inclusión social, vivienda, transporte, y reestructuración de la deuda, entre otras cuestiones. Dos horas escasas para las conclusiones, pero suficientes para demostrar capacidad de movilización, destacada por el anfitrión, el director ejecutivo de la Anses, Diego Bossio, y el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, ambos aspirantes a la gobernación de Buenos Aires en 2015.
En una mesa a cuyas espaldas había medio centenar de legisladores y dirigentes, y en lo alto una enorme pantalla con las imágenes de Néstor y Cristina Kirchner y Juan y Eva Perón, los máximos referentes del PJ se turnaron para coincidir en un mensaje de unidad.
“Estamos todos juntos, se gana gobernando bien y el 2015 lo gana Cristina”, avisó Ottavis, quien reclamó “unidad más ideales”. De Pedro alentó a defender a la Presidenta y reconocerla como líder para tener “20 años de gobierno peronista, hasta que no quede ningún pobre”.
De los aspirantes a suceder a la jefa de Estado, Domínguez fue uno de los más duros. Acusó a los que “antes golpeaban la puerta de los cuarteles y ahora las de los tribunales” y, en referencia a opositores, señaló que los liberales “están donde tenían que estar”. Ya Kunkel había advertido: “No vamos a volver a permitir en el peronismo a ninguno que venga con el libreto liberal en el sobaco”.

EL MAS MODERADO

A su turno, Uribarri defendió la gestión de Cristina y denunció intentos destituyentes. “Para un golpe de Estado no se necesitan uniformes; alcanza con políticos tan buitres como el juez Griesa”, acusó. Del trío de presidenciales que desfiló frente a la militancia peronista, Scioli fue el más moderado. Destacó al Gobierno, aclaró que en el PJ los matices “nutren, nunca dividen” y alentó a transitar hacia 2015 “todos unidos detrás de la conducción de Cristina y sus políticos”. Todos denunciaron ataques contra la Presidenta: desde los fallos de la justicia estadounidense hasta los vaivenes del mercado financiero argentino. Y sumaron distintos responsables: los fondos de inversión, políticos, empresarios y dirigentes de puertas adentro.
Ottavis fue, junto a De Pedro, uno de los más firmes a la hora de reclamar un alineamiento incondicional con la jefa de Estado. Pidió a la militancia que las pintadas ya no sean por un candidato ni por el Frente para la Victoria. Es momento, dijo, de que los paredones del país se llenen de leyendas que digan “Cristina o buitres”..
Aunque no hubo manifestaciones altisonantes, se observó la preocupación de los gobernadores es el “día a día”. “Tienen serios problemas para pagar los salarios”, indicó una fuente. Si las provincias crujen por la falta de recursos, los proyectos presidenciales se caen con ellas. Los intendentes también están preocupados. Un importante referente del conurbano admitió que no saben qué hacer con el presupuesto. “Lo tenemos que presentar el 31 de octubre y estamos sujetos a los fondos nacionales y provinciales. No sabemos qué partidas contemplar”, explicó. “Los gobernadores quieren saber hasta dónde avanzará Kicillof.
Gran parte de los asistentes al evento de Tandil reconocieron que la materia pendiente del Gobierno y crucial para dar la batalla electoral, es que se encarrile la situación económica. En este aspecto, Daniel Scioli siempre es optimista. Cuando se le pregunta en estos días qué pasará en las próximas semanas con la economía, responde con contundencia.“Va a haber una solución. A medida que pasen los días quedará claro”. Desde su punto de vista no hay dudas de que para enero el Gobierno resolverá el tema de la deuda con los fondos buitre. “Será lo que sea mejor para el país”, asegura. Habrá que ver si la brújula del ex motonauta funciona y se evita el naufragio.

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