jueves, 30 de octubre de 2014

El temor del gobernador a un fin de año con violencia


Por Jorge Joury
En la residencia de la calle 6 en La Plata se trabaja a full. En la mayor discreción, se elabora de un plan para prevenir cualquier acción de conflicto que pudiera ocurrir a fin de año. Todo está relacionado con posibles desbordes sociales. Daniel Scioli no quiere ver perturbada su última etapa de gobierno al frente de su nave insignia, que es Buenos Aires. Menos aún, que su camino hacia el sueño presidencial tropiece con alguna circunstancia trágica. En este marco, la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez reconoció en las últimas horas, lo que era un secreto a voces: se encuentra articulando estrategias de manera permanente con los intendentes, sobre todo los del conurbano. El objetivo es prevenir cualquier hipótesis de conflicto, como ser saqueos o desmanes alentados por grupos violentos.
La historia marca que siempre el último mes del año trae problemas y crispaciones. En el 2001, el país se sobresaltó con el estallido social que terminó con el gobierno de Fernando De la Rúa. En el 2010 sonaron todas las alarmas con la toma del Parque Indoamericano, que dejó un saldo de cuatro muertos. En el 2012 se desencadenó una ola de saqueos de supermercados de la zona norte en el conurbano bonaerense. Y en el 2013 los acuartelamientos de 17 policías provinciales y nuevamente las depredaciones en todo el país, dejaron al descubierto un plan perfectamente articulado para sembrar el caos.
PLAN DE TRES PATAS
Pese al hermetismo con que se trabaja entre los ministerios de Gobierno y Seguridad, fuentes confiables admitieron que el plan para prevenir conflictos tiene tres patas. Se trata de evitar cortes de luz, reforzar la seguridad en supermercados y apuntalar los planes sociales, para evitar que haya caldo de cultivo de los eventuales agitadores.
Evitar los cortes de energía es una de las llaves cruciales del plan, ya que el año pasado hubo días con catorce barrios de Capital y Gran Buenos Aires sin electricidad de manera simultánea. Por lo que se sabe, la propia presidenta de la Nación le ha pedido al ministro de Planificación, Julio De Vido, que este año no quiere grandes apagones para que no se los aproveche para actos vandálicos. Para ello ya se ha hablado con las empresas, de manera que no vuelvan los percances. En lo que tiene que ver con los supermercados ya comenzaron las reuniones con las cámaras que agrupan a las grandes tiendas. El encargado de esta tarea es el secretario de Seguridad, Sergio Berni. En las próximas semanas su par bonaerense, Alejandro Granados además tomará contacto con la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que presidente el empresario Alfredo Coto. Idéntica metodología se llevará a la práctica con los supermercados chinos. La idea es repartir handies que se comuniquen directamente con el centro de operaciones que recibe los llamados al 911 y reforzar la presencia de Gendarmería y Policía Bonaerense. Además se ordenó a los Comandos Comunitarios de Patrullas que intensifiquen sus recorridas por los barrios durante las 24 horas y ante cualquier acción sospechosa, dar cuenta de inmediato para articular acciones conjuntas con Nación, hasta con la utilización del helicóptero de alta tecnología con rayos láser, que permite desde la altura captar situaciones no perceptibles para el ojo humano.
DISPARADORES
La ministra de Gobierno, Cristina Alverez Rodríguez señaló en las últimas horas que “hay que estar atentos a los discursos de algunos sectores de la oposición”, a los que calificó como “los pronosticadores de tragedias que podrían estar preparando alguna matiné para ahora, con eventuales estallidos para ir calentando la cancha”. Mientras tanto, los economistas estrella que rodean a Scioli, como Miguel Bein le advirtieron que tome precauciones. El malestar social en las clases más bajas es inevitable, ya que los índices de inflación anual se acercan el 40%. A esta circunstancia que resiente fuertemente el bolsillo popular, hay que sumarle los despidos en las zonas fabriles, tanto de Córdoba como de Buenos Aires por la crisis que experimenta la industria automotriz. Además se ha recomendado trabajar en lo que tiene que ver con el reparto de alimentos en villas y barrios más carenciados, para evitar acciones de cortes de ruta y tomas de supermercados por parte de grupos de izquierda. El gobierno nacional además haría anuncios para reanimar los planes sociales. La semana pasada se actualizó el programa Argentina Trabaja y además se impulsaría a empresas amigas a que den un plus a fin de año para mejorar el ánimo en las fiestas.
LA CARTA DE ENERO
Como lo hemos venido señalando desde esta columna, Scioli cuenta con información precisa que en Enero habría un acuerdo entre el Gobierno y los fondos buitre, lo cual permitiría descomprimir la situación financiera y salir a buscar dinero fresco a los mercados internacionales. El propio presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, en un encuentro privado con banqueros que organizó el J.P. Morgan reveló algunos de los pasos que se darán para enderezar la economía el año entrante. Uno de los primeras acciones sería llenar el mercado de dólares, para evitar una devaluación ante corridas como la de enero pasado. Los fondos saldrán de las reservas del Banco Central. Se calcula que para el 31 de diciembre habría un nivel de 25.000 millones de dólares de disponibilidad. Luego, a partir de enero del 2015 y una vez vencida la cláusula Rufo, se avanzaría ya hacia el acuerdo final con los fondos buitre, lo que se concretaría a través de un adelanto y varios pagos en cuotas. La idea que alienta el gobierno no es presentar este comportamiento como una rendición, sino como una salida elegante, de manera tal de ser coherente con el discurso que se utilizó hasta ahora. Además, en el plano laboral, Scioli habría ordenado trabajar sobre la posibilidad de anticipar las paritarias en enero para los maestros y los gremios estatales, de manera de dejar allanado el camino hacia una transición tranquila.
LOS DESAFIOS
A todo esto, al gobernador le aguardan algunos desafíos a sortear por estas horas. Uno de ellos es “la papa caliente de la Ley de Paritaria Municipal”. Ese fue el calificativo que usó una senadora bonaerense del oficialismo que señaló además que: “Nos tiran este proyecto en el momento menos oportuno, cuando hay que debatir el Presupuesto”. Es que la polémica reforma a la ley municipal para instaurar negociaciones paritarias para los empleados de las comunas, ha puesto a los intendentes al borde de un ataque de nervios. Varios alcaldes del oficialismo están dispuestos a levantar sus lanzas si la iniciativa, con sanción en Diputados, pasa el filtro del Senado.
Uno de los referentes de mayor peso territorial en el Conurbano le advirtió a los legisladores de su propio bloque que si se sanciona la ley, irán a la Justicia para frenarla. La norma establece límites a la cantidad de contratados que pueden tener los municipios y un piso salarial que, para muchos alcaldes, es de imposible cumplimiento. “Vamos a tener que dejar de prestar servicios”, alertan en medio de las presiones de sectores sindicales para que se avance con la normativa. “Se nos va a duplicar la masa salarial”, señalan. Dispuestos a que el proyecto no avance, varios jefes comunales iniciaron gestiones para reunirse con Scioli y trasladarán sus inquietudes a los bloques opositores del Frente Renovador y la UCR. La cuestión es polémica y tiene diversas aristas. “Nos dicen que se aprobó en Diputados por una orden de arriba, pero nadie nos revela quién la dio”, decía en las últimas horas uno de los intendentes que busca ponerle el freno al proyecto. Scioli ha pedido a su tropa que se hagan las modificaciones del caso para calmar a las partes. No quiere un enfrentamiento con el gremio y menos aún perder el control de los generales de su ejército del conurbano, el que tendrá que salir a buscar los votos a la hora de la verdad. Para los observadores, el tema es delicado y la presión sindical evitará el adormecimiento. Los legisladores, en tanto, se encuentran entre la espada y la pared, y con la certeza de tener que encontrar la salida lo antes posible. Por lo pronto, el Senado recurriría al salomónico cambio del texto para volver a mandarle el compromiso a Diputados. “Ellos nos metieron en esto, ellos que nos saquen”, se le escuchó decir a un senador del oficialismo que se niega a votar la ley así como está. Por lo que se ve, la Legislatura será el epicentro de todas las miradas. Por un lado, la nueva Ley de Presupuesto para el 2015, el pulmón de Scioli para lograr oxígeno en el último tramo de su gobierno y por el otro la Paritaria Municipal, que genera un frente de tormenta con final abierto.

No hay comentarios: