miércoles, 5 de marzo de 2014

Dos años sin Nataly Gonzalo, el tiempo de la impunidad…



Por Jorge Joury
¿A una persona se la puede tragar la tierra de la noche a la mañana ?. ¿Y qué luego nada se sepa de ella durante más de 2 años?. Resulta como loco pensarlo. Nos llevaría inexorablemente a no creer más en la justicia. Y a decir que la batalla la ha ganado la impunidad. O los malos, como quieras llamarlos. Lo que podría ser la columna vertebral de una historia de terror, pertenece a la realidad más cruda de nuestros días. Es la síntesis del caso de Nataly Gonzalo. Recuerdan : la chica de Florencio Varela, que con tan solo 15 años, la secuestraron en un descuido de sus familiares, frente a las costas del Río de La Plata, en Hudson. Fue en el 2012 y parece ayer, aunque para sus padres es una eternidad.

Hoy en una humilde vivienda del barrio San Rudecindo, donde habitan los padres de la jóven hipoácusica, la decepción y el dolor son moneda corriente. Estela y Víctor, están devastados. “Ha pasado tánto tiempo sin que nadie nos acerque una noticia de nuestra hija”. Sin embargo, coinciden en algo: “sospechamos que puede haber policías implicados, porque nunca se llega a la verdad. Ni siquiera, una punta aunque más no sea .Algo, aunque sea, que nos encienda la esperanza de encontrarla con vida”. Asi lo señalaron en mi programa radial (Te lo digo en serio, que va de 8 a 10 por la FM LOCAL 97.7) . Los entrevisté al cumplirse el martes 4, dos años de la desaparición de la chica.Pero quiero aclarar que lo hago periódicamente, para que no se apague la llama de encontrar algún día con vida a Nataly, que podría ser la hija de todos.

Nataly, desapareció el 4 de marzo del 2012. Hoy se puede decir con certeza de que fue secuestrada, en la ribera del Río de La Plata, en Hudson, en el partido de Berazategui. Ese día la joven de 15 años que había ido de disfrutar de un día de esparcimiento con su padre y sus hermanos, se esfumó “como por arte de magia”, según revela su madre. Que le apunta a “cuatro paraguayos que merodeaban por el lugar”. Estela asegura que los moradores de la zona les señalaron que nunca habían visto antes a esos sujetos por la costa y “lo lamentable es que la policía nunca siguió esa pista. La dejaron dluír. ¿No les parece raro?, se pregunta con tono de indignación, abriendo la sospecha de que a su hija la hayan “vendido a una organziación dedicada a la trata de personas con protección de gente pesada”.

Estela la recuerda todos los días y prorrumpe en llanto cuando señala que “la he soñado pocas veces.Pero cada vez que eso ocurre, la veo a Nataly en una habitación oscura, con una cama y una mesita de luz. Tal vez sea el sitio donde la tienen secuestrada”. Relata que hace un tiempo una joven de Varela que fue liberada en un prostíbulo de La Plata, señaló que había visto a Nataly “en un lugar donde explotaban a mujeres, pero nunca dio demasiadas certezas sobre el sitio”.

Las decepciones han acompañado a los Gonzalo durante estos dos largos años. “Hace unos meses nos llamaron de un colegio de Quilmes. Nos dijeron que habían dejado un anónimo arriba del escritorio de la maestra, señalando que alguien sabía dónde tenían cautiva a mi hija. Pero tampoco pudimos llegar al que escribió el mensaje. Parece que existiera una muralla que nos impide llega a mi hija”, apunta Estela.

No descarta tampoco “la pista mexicana de la trata de personas. Creemos que Nataly tal vez fue llevada a ese país, después de haber estado en un prostíbulo de Santiago del Estero”.Estela cuenta que “tres efectivos de Berazategui estuvieron trabajando durante una semana en esa provincia y uno de ellos nos comentó que los indicios que habían recogido, era que una banda de paraguayos la tenían cautiva en una casa de citas de la zona de La Aurora, pero que la policía local les entorpecía la búsqueda para evitar que la encuentren”.

No obstante, los testimonios y ante la ausencia de pruebas más contundentes, el magistrado que intervino en esa ocasión no libró las ordenes de allanamiento que se necesitaban, ya que se trataba en todos los casos de propiedades privadas. Así fue como la pista de Santiago se diluyó en medio de sospechas de complicidades encubiertas para tapar a “una banda de magnitud”, dedicada al tráfico de esclavas sexuales.

Hoy Estela de Gonzalo cree que “los paraguayos podrían haber vendido a mi hija a México”. Aunque la mujer no tiene como sostener con firmeza el tenor de esta versión, comenta que “un policía nos habló de esta posibilidad y además nos aclaró que en Santiago del Estero hicieron lo imposible para tapar la denuncia. Aquí hay metida una mafia dedicada a la trata de personas, pero el caso de mi hija ya ha sido insertado en este rubro delictivo. Todos los caminos conducen a que fue robada por estas organizaciones de delincuentes”.

Estela apila sus argumentos en los testimonios de lo que podría haber ocurrido aquel domingo 4 de marzo.”Ese día un baqueano que vive en la zona, nos dijo que observó la presencia en la costa del río de cuatro paraguayos que no eran lugareños. Al principio no se le dio importancia al rumor. La policía llamativamente dejó diluír la pista. Pero con el paso del tiempo creemos que estos tipos se robaron a Nataly para llevarla a algún prostíbulo. Luego la habrían traslado a Santiago del Estero y cuando la policía les pisó los talones, la vendieron a otra banda mexicana, donde creemos que podría estar”.

Estela asegura sin titubear que “estamos frente a un negocio muy oscuro, en donde se mueve mucha plata y personas influyentes. Una cadena de complicidades difícil de vencer, por lo menos para nosotros, que somos gente muy humilde”. Víctor Gonzaló interrumpe el diálogo para señalar que “hemos consultado a videntes y manosantas. Yo mismo viajé en su momento a Corrientes a ver a uno que me dijeron que era muy bueno. Todos coinciden en que mi hija está viva, pero nadie sabe indicar el lugar donde la tendrían cautiva.El único que me queda por ver es al hermano Pascual en Varela. Estoy buscando un contacto para que me reciba. Aunque no bajamos la guardia, estámos muy golpeados de tántas decepciones. Pero no bajaremos los brazos. Vamos a organizar una marcha para los próximos días. Quiero recordarles que están vigentes dos recompensas, que hacen un total de 100 mil pesos a quien aporte algún dato sobre el paredero de mi hija.”

Nataly Gonzalo es hipoacúsica, (sorda) pero se comunica con señas.”Ella está cautiva en algún prostíbulo, porque de otra manera se habría comunicado con nosotros. Pese a su deficiencia sabe como hacerlo y además tiene una memoria prodigiosa de los lugares que ha visitado”, sostiene su madre, como esperando un milagro que la devuelva a sus brazos.

Estela insiste con la pista del Río de La Plata. Sostiene que “de aquellos cuatro paraguayos misteriosos que merodeaban en la costa, nos dijeron que vivirían en Zeballos, pero nunca se pudo encontrar un rastro de ellos. Yo no quería que ese día mi hija vaya al río. Tal es así que argumenté que no tenía bicicleta, pero ella se consiguió una. Tal vez era el instinto de madre que me decía que a Nataly podía pasarle algo. Era tan frágil, que la cuidábamos mucho. Ella era muy cariñosa, tanto, que se extraña su ausencia en la casa. A veces creo escuchar su voz por alguno de los rincones. Estamos todos muy golpeados, pero seguimos adelante en la búsqueda”.

El próximo 14 de agosto, mi hija va a cumplir 17 años y se que en algún momento nos vamos a volver a ver. Me dijeron que hay 26 chicas en la misma situación y nada se sabe de ellas. Yo se que las cosas han cambiado y hoy existe una ley contra la trata de personas.Pero en ese sucio negocio se mueven intereses muy oscuros, mucha plata y una cadena de complicidades difícil de quebrar. Cuando suena el teléfono en casa, en todo momento pienso que me van a acercar alguna noticia sobre Nataly, pero todo luego se diluye. En la justicia es todo muy lento”



El dolor de Estela y Víctor es difícil de describir. Pero hay una frase de una madre desesperada que me golpeó muy fuerte y llama a la reflexión: “quiero decirle a la sociedad que no desaparecen objetos, sino personas .Y lo lamentable, es que nos estamos acostumbrando a vivir este tipo de situaciones como hechos normales”. Sería bueno que las autoridades tomen nota, para que no haya otras Nataly..

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