miércoles, 26 de marzo de 2014

Provincia al rojo, con un muerto cada treinta horas



Por Jorge Joury | El escenario de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires se ha convertido en una verdadera hoguera, con consecuencias sociales muy graves. Incluso ha pegado también con virulencia en Florencio Varela. Hoy el miedo es el denominador común en todos los barrios del GBA. Van once asesinatos en asaltos en 8 días, el último el de un jubilado, hace horas en la estación Carapachay, para robarle el celular.Y lo peor es que son 60 vidas perdidas en lo que va del año. “Matan por dos mangos y no le temen a nada”, es el pensamiento de la mayoría de los intendentes que se ven cercados por esta estela de violencia desenfrenada. Muchos de ellos han puesto al rojo vivo el celular del ministro de Seguridad, Alejandro Granados, solicitando refuerzos y medidas de fondo que permitan detener esta locura criminal. No quieren que se los cargue de responsabilidades y temen posibles puebladas, cuando el problema pertenece a la operatoria del Estado provincial.

VARELA ENSANGRENTADA EN POCAS HORAS

El propio gobernador Scioli reconoció en las últimas horas que “hay delincuentes que están dispuestos a todo”.Tomando como base los casos que aparecen en los medios, en lo que va del año, la tasa de homicidios en ocasión de robo es de uno cada treinta horas. Dos de los últimos episodios tuvieron por escenario a Florencio Varela y dispararon todos los censores de alarma en el distrito. Entre el domingo y el lunes: mataron a golpes a la jubilada Blanca Troncoso, en Lomas de Monteverde y de un balazo en el pecho en la zona rural, virtualmente ejecutado delante de su familia, a un quintero de origen boliviano identificado como Florencio Mamani. Por este último hecho hubo un corte de ruta clamando justicia y requiriendo mayor seguridad. Los dos homicidios tuvieron el mismo sesgo de violencia. A la jubilada le destrozaron la cabeza a golpes y al quintero, después de entregar 150 mil pesos a los delincuentes por la venta de un vehículo, lo fusilaron con absoluta frialdad delante de su familia. El jefe de la Distrital, comisario Walter García, a quien entrevisté en mi programa radial (Te lo digo en serio, que va de 8 a 10 por la Fm local 97.7) cree que por la virulencia que emplearon los criminales, “pudieron haber estado bajo los efectos de las drogas”.En ambos casos García sostiene la hipótesis de posibles entregadores y que las víctimas reconocieron por lo menos a uno de los agresores. En el de la jubilada “porque alguien contó que había cobrado una suma de dos mil pesos producto de un crédito que había pedido” y en el del productor rural, ” porque se filtró la información de la venta de un vehículo”.

Además, en las últimas horas se registró otro asalto violento en las calles 517 y 580, donde los malvivientes violaron a la empleada de una panadería. Encima se teme que la joven de 17 años, Mariana Llamazare, desparecida hace 10 días, pueda haber sido secuestrada, cuando volvía de un baile en la madrugada del 10 del corriente. El presidente de la Federación de Instituciones de la zona Sur, Osvaldo Tondino pidió en las últimas horas que “la policía utilice perros para localizar a la joven, ya que hay sospechas firmes sobre dos sujetos que la puedan haber atacado, uno de ellos conocido por el mote de “El Carrero” y de frondoso prontuario. Este sujeto ha desaparecido de los lugares que solía frecuentar”, aseveró Tondino.

PIDEN LA EMERGENCIA EN SEGURIDAD DURANTE UN AÑO

En el gobierno bonaerense se viven horas tensas y las prioridades urgen en materia de seguridad. Sobre todo porque el Frente Renovador ya apareció en escena y solicitó en el Senado que se declare la emergencia a nivel provincial frente a la ola de asesinatos. Concretamente, el senador Roberto Costa es el que se puso al hombro un proyecto pidiendo la declaración de emergencia en Seguridad por un término de 12 meses, con un plazo prorrogable de igual duración. La finalidad de la iniciativa, explicó, “es la formulación de una política criminal preventiva, que permita revertir la falta de contención de la vida y los bienes de los bonaerenses.”. El proyecto establece que la autoridad de aplicación de la emergencia designada por el Poder Ejecutivo, determinará las condiciones que deberán cumplir los aspectos operativos de la seguridad en la Provincia “y coordinará las estrategias de implementación de programas con los municipios, apuntando a canales de participación con las autoridades nacionales”.

CONVOCARAN A POLICIAS RETIRADOS

A todo esto, el experto en Seguridad, Luis Vicat señaló que “la situación social general es de luto.Es difícil hoy encontrar un hogar que no esté fracturado por la violencia. Hay muchas armas y drogas en las calles y se hace necesario actuar cuanto antes, pero con políticas de Estado.Caso contrario el drama nos seguirá acompañando a cada minuto”. El propio Scioli reconoció que “hay delincuentes que están dispuestos a todo”. Y en las últimas horas, aceptó una iniciativa del ministro de Seguridad bonaerense. Alejandro Granados, para convocar a policías retirados de la fuerza con el objetivo de reincorporarlos para tareas de custodia en organismos provinciales y municipales, con la idea de poner más agentes en tareas de patrullaje callejero, hoy retenidos en otras funciones.”Necesitamos 100 mil hombres en las calles para terminar con esta pesadilla”, comentan que repite a diario el ministro frente a sus colaboradores.

En el Ministerio de Seguridad los equipos trabajan a destajo, a la luz de que las cifras del delito continúan en aumento. No es para menos, en 8 días hubo once homicidios. Una seguidilla que arrancó el lunes 10 de marzo en La Plata, cuando mataron a cuchilladas a Anselmo Gómez, capataz de una importante empresa de construcción.Lo asesinaron con absoluta frialdad al intentar defender a su familia. Luego creó enorme conmoción el crimen del aprendiz de colectivero Leonardo Paz, de tan solo 22 años, hecho que generó un paro total del servicio.

El gobierno nacional confirmó a principios de marzo que el personal de Gendarmería adicional que permaneció en el Conurbano bonaerense entre agosto de 2013 y febrero de este año se retirará definitivamente de la Provincia.Sólo permanecerán 2.500 uniformados reforzando a la policía provincial en el GBA y continuarán los programas de seguridad que incluyen fuerzas federales vigentes desde 2011.

Esto generó malestar y preocupación en los intendentes, quienes reclaman una serie de medidas que garanticen una política “real de seguridad ciudadana”. En San Martín, por ejemplo Gabriel Katopodis, advirtió que de un promedio de 200 gendarmes que tenían, sólo quedan alrededor de 20.

El Ministerio de Seguridad bonaerense lanzó una urgente convocatoria para sumar a unos 2.500 policías retirados.Los oficiales reincorporados cobrarían el 90% de su jubilación más un monto cercano al sueldo básico de un policía, de $ 8500, dijeron allegados a la cartera.

“La seguridad ocupa el primer puesto en las prioridades del gobernador”, dijo un vocero de Granados. Y precisó: “La convocatoria ya está abierta. Los retirados empezarán a trabajar inmediatamente, una vez que pasen los exámenes de rigor”.

GRANADOS QUIERE UN EJERCITO DE 100 MIL HOMBRES

El principal objetivo del ministro Granados, lo ha dicho desde que se hizo cargo del ministerio, el 13 de septiembre del año pasado, es elevar a 100.000 los uniformados destinados a la prevención en las calles de la provincia, antes de que termine el gobierno de Scioli. Según el funcionario, ese número incluiría, además de los efectivos bonaerenses, los de las policías comunales que pretende conformar y los de las fuerzas nacionales.

“Hoy el déficit número uno es la falta de policías”, reiteró Granados tras la última escalada de crímenes. Luego señaló que en España, que tiene un territorio similar al bonaerense, hay 300.000 policías federales, regionales y comunales, mientras que en las calles de la provincia hay sólo cerca de 40.000 uniformados provinciales.

A ese número se le suman, según informantes del ministerio, entre 2500 y 3000 de las fuerzas federales. Había el doble hasta que, a principios de este mes, el gobierno nacional anunció que se retirarían los gendarmes que permanecieron en el Gran Buenos Aires desde agosto del año pasado. Esto generó una serie de quejas y reclamos, tanto de intendentes oficialistas como opositores, que se reunieron con Scioli para plantearle sus inquietudes.

LA PUERTA GIRATORIA DE LA JUSTICIA PARA LOS DELINCUENTES

“Además, estamos haciendo una campaña de reclutamiento. El año pasado egresaron 5000 nuevos agentes, que, después de participar en el Operativo Sol, ya están trabajando en el Conurbano. Este año creemos que egresarán unos 10.000 más. Ya hay 22.000 inscriptos”, precisó un funcionario de la cartera que conduce Granados. Y explicó que el número de aspirantes creció cuando se empezó a aplicar una beca de 3200 pesos mensuales que se les paga a los aspirantes desde que inician su formación.

Las primeras espadas del mandatario bonaerense, sostienen además de aumentar la cantidad de policías para combatir la inseguridad, el tema que más le preocupa a Scioli son los cambios en la Justicia. “Los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra”, dijo Scioli el mismo día que reconoció la “sangre derramada en las últimas horas”.

PRUEBAS AL CANTO DE UNA OLA SANGRIENTA

Fue en un acto, en Mar del Plata, frente a 210 oficiales de policía recién egresados, formados en esa ciudad, un día después de que un chofer de colectivos de la línea 56 fuera asesinado en Villa Madero por al menos dos delincuentes que se habían subido en Villa Celina, en La Matanza, y que se tirotearon con un policía federal que intentó impedir el robo.

Ese mismo día, el remisero Sergio Raúl Arcangeli, de 27 años, fue asesinado por tres delincuentes durante una entradera en Lomas del Mirador, y horas antes, en Quilmes, Jorge Luis Barrionuevo, de 29 años, fue ultimado por delincuentes que quisieron robarle la moto.

Fue luego de esta seguidilla de crímenes que habló el mandatario provincial en Mar del Plata, frente a los nuevos policías. Y lo ratificó en diálogo con la nacion, cuando dijo que era “dramático y violento el derramamiento de sangre”.



De acuerdo con relevamientos de casos publicados en los medios, se habrían registrado, en lo que va del año, alrededor de 60 crímenes en la Provincia. Aseguran que el gobierno nacional solicitó datos estadísticos al Ministerio de Seguridad. La respuesta oficial fue ésta: “Ese número no es cierto. Hay que discriminar los asesinatos en ocasión de robo de los ajustes de cuenta y los homicidios en riña”. Sin embargo, los datos no fueron aportados. Mientras tanto la muerte aguarda en cada rincón y nadie está seguro.

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