miércoles, 5 de marzo de 2014

Frente al oscuro camino de la usurpación de tierras


Por Jorge Joury

¿Que hay detrás de la ocupación de tierras?. Algunos centran la mirada en grupos delictivos que organizan estas situaciones, aprovechándose de la necesidad de la gente. Es decir, indicarles la ruta de lo ilegal, bajo falsas promesas. Y luego terminan comercializando en beneficio propio los predios. También se ha detectado una huella de este accionar en las redes sociales, como ocurrió en Florencio Varela. Allí se ofrecían terrenos que tienen dueño, en cómodas cuotas y a valores irrisorios. Una verdadera trampa para incautos y también otra forma encubierta de estafa. Pero no faltan también los que aseguran que existe ” una pata polìtica detrás de la movida, para provocar un clima de tensión en los barrios e instalar la inseguridad y el miedo, a través de la presencia de extraños”.

Así me lo hicieron saber muchos vecinos que llamaron a mi programa radial (“TE LO DIGO EN SERIO”, de 8 A 10 por la FM local 97.7). Y algunos hasta señalaban que conocían a gente intrusa “que ya tienen propiedades y que venían de otros barrios cercanos para sacar tajada de la situación”.

Todo está ahora bajo la atenta mirada de las autoridades, que presagian un año de tensión social frente a la inflación y los vaivenes de la economía. Los especialistas en temas de seguridad apuntan a que todo forma parte de un combo que viene encadenado con los cortes de ruta y los reclamos callejeros.

LA PUNTA DEL ICEBERG EN PICO DE ORO

El propio intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra fue hasta la raíz del tema y señaló que “hay actores que están haciendo negocios y venden terrenos usurpados”. En este propio sitio de internet se hizo público en su momento la metodología de un usuario de la red social facebook, que ofrecía una parcela de la segunda toma en Pico de Oro.

“La toma de tierras no está en el marco de la ley. No puede la necesidad individual atacar al conjunto de la comunidad. Todos debemos respetar la propiedad privada y no podemos tolerar los cortes de calle por estos temas, porque nos afectan a todos. Por eso, la Justicia debe expedirse en tiempo y forma, la policía debe colaborar con la prevención, y la comunidad debe respetar la ley”, remarcó el jefe comunal.

Pereyra lo que puso de manifiesto es que “la solución no es tomar un terreno” y sugirió apelar a los mecanismos legales como lo son el Consejo de Tierras, conformado por miembros del Concejo Deliberante, del Ejecutivo, la Universidad Jauretche y la Pastoral Social, a través del cual el Municipio va comprar tierra para vender a bajo costo. No obstante, el mandatario reconoció la dura realidad del déficit habitacional y aclaró que “ no hay que olvidarse que hoy en día el alto costo de la tierra perjudica a miles de familias”.

LUCES ROJAS PARA EL GOBIERNO

Sin criminalizar la protesta, el gobierno ha manifestado un cambio de actitud sobre estas cuestiones. Lo señaló la propia Presidenta ante la Asamble Legislativa. CFK habló de un proyecto para limitar la protesta callejera, porque “no puede ser que diez personas, por más razón que tengan, corten el tránsito y perjudiquen a miles”.

La iniciativa presidencial, que aún no tiene forma de proyecto de ley, ya despierta apoyos y rechazos opositores de igual intensidad, mientras los grupos piqueteros anuncian una catarata de movilizaciones para las próximas semanas.

Los observadores políticos sostienen que CFK “tomó nota de los resultados de octubre, pero también de los saqueos de diciembre y la protesta social que se viene, en sus diversas formas, hasta con la toma de tierras y con visos de gravedad, como es el caso puntual de Villa Lugano.

Todo forma parte de una cadena que puede apuntar a quebrar el orden social de manera peligrosa y con consecuencias imprevisibles. “Cristina no quiere otro caso Kosteki-Santillán, como el que le tocó a Duhalde, haciendo que adelantara la entrega del gobierno”, señaló una calificada fuente del oficialismo.

LUGANO EN EL OJO DE LA TORMENTA

A todo esto, en el oficialismo todo es hermetismo. En la Cámara de Diputados aseguran que hasta el momento no ingresó ningún proyecto para limitar las protestas y cortes de calles o rutas. Pero no se descarta que el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini y el de Seguridad, Sergio Berni, estén trabajando sobre el asunto.

En lo que tiene que ver con la toma de tierras en Villa Lugano, en las últimas horas secuestraron documentación que avala la hipótesis que detrás de la ocupación funciona una organización que utiliza a las familias carenciadas para comercializar los terrenos.El operativo fue pedido por el equipo de fiscales y avalado por Gabriel Vega, el juez que llevó adelante las negociaciones y el viernes ordenó el fallido desalojo del predio de Fernández de la Cruz y Pola. Allí, en la noche del lunes se instalaron más de 300 familias, y cada vez son más

LAS PRUEBAS HABLAN DE UN ACCIONAR DELICTIVO

Fuentes de la fiscalía informaron que la documentación encontrada prueba que los lotes dentro del predio tomado ya se estarían comercializando por precios que oscilan entre los $ 8.000 y $ 20.000.Además, dijeron que encontraron boletos de compraventa de terrenos de otros asentamientos de la zona, que datan del año 2002.

Los allanamientos se hicieron en cinco inmuebles que funcionan como oficinas, según fuentes de la fiscalía. Esta punta de la investigación busca determinar quiénes están detrás de las familias que están viviendo en el predio.

En ese marco, los allanamientos permitieron recopilar dinero, boletos de compraventa, contratos de locación, agendas personales, cuadernos y celulares. Además se detectó en el lugar que ya se están negociando los terrenos loteados. Según denunciaron algunos ocupantes, varias personas recorren la toma ofreciendo $ 15.000 por una parcela.



Como se ve a todas luces, un escenario explosivo es al que se enfrenta el Gobierno en frentes tan ríspidos como lo son la protesta social y la toma de tierras. Dos vertientes donde hay que legislar, para que la justicia intervenga de manera rápida con las penalidades ejemplificadoras que correspondan, antes de que todo explote en situaciones trágicas que puedan herir de gravedad el tejido social.

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