Por Jorge Joury
La misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman obligó a todos los candidatos a repensar sus estrategias. En el caso de Daniel Scioli, sus asesores trabajan por estas horas a contrareloj en un plan secreto para blindarlo de los efectos del caso. A la luz del efectivo resultado del Operativo Sol en las playas, ya se está hilvanando una nueva estrategia para recuperar el centro de la escena. En ese marco, el gobernador decidió posponer algunos viajes que tenía programados al interior y desplegó una agenda de trabajo para mostrarse activo en temas de seguridad, educación y obra pública. Por lo pronto, ya ha citado a todo su gabinete a la primer reunión del año. Será el martes 10, donde todos los funcionarios deberán acudir con una carpeta con proyectos y propuestas para cada área. La idea es presentarlos en el inicio de sesiones en el Senado para mostrar un Scioli enchufado totalmente con el objetivo de dejar obras terminadas en su última etapa de gestión bonaerense. El mandatario suspendió las giras por el interior porque no era oportuno hacer proselitismo en estos momentos, reveló uno de sus voceros, quien admitió que está solo concentrado en una agenda de trabajo. En su mapa de campaña, los hombres de Scioli tenían programado llevar “la ola naranja” a Río Negro, Santa Fe y Córdoba, primero, y luego a Catamarca y La Rioja. “Estamos esperando que baje la espuma. Creemos que los viajes se retomarán en unos días”, agrego la fuente, quien precisó que ya está en agenda una visita a Río Negro, a la Fiesta de la Manzana.
EL CIMBRONAZO
No es para menos, todos los proyectos y estrategias diseñadas por oficialistas y opositores para utilizar la temporada veraniega como gran vidriera electoral se desvanecieron en gran parte hace exactamente dos semanas, cuando el fiscal federal Alberto Nisman fue encontrado sin vida en su departamento de Puerto Madero. El efecto cascada del suceso relegó a un segundo plano todos los movimientos que se habían diseñado en las usinas de ideas electorales bonaerenses. No obstante, la semana estuvo plagada de señales y gestos que dejaron tela para cortar. Desde la foto con el embajador estadounidense en Mar del Plata hasta la presencia en la Casa Rosada en un acto junto a la presidenta Cristina Fernández, Daniel Scioli apuesta ahora a volver a poner el foco en su gestión. En los laboratorios donde se diseña la estrategia comunicacional, las primeras espadas de DOS explican que uno de los objetivos centrales para lo que resta de la gestión apunta a mostrar “obras terminadas”. Además, para los próximos días cuando se retome la discusión salarial con docentes y estatales, se trabaja también sobre una serie de anuncios que tienen que ver con obras de infraestructura escolar, uno de los ejes centrales a los que apuntará el Ejecutivo para no dejar ningún flanco débil a la oposición.
NEGOCIACIONES
En paralelo, en el sciolismo apuestan a intensificar la agenda de actividades públicas de Karina Rabolini, una jugada que, dicen, viene dando buenos resultados. En lo inmediato, la primera dama bonaerense viajará al Vaticano, donde compartirá una actividad con el Papa Francisco vinculada al proyecto educativo Scholas. En lo que respecta al ajedrez electoral, se descartó de plano un alejamiento de la Rosada a partir del caso Nisman. Todo lo contrario. “Daniel va a ser candidato del oficialismo. No hay ningún otro escenario posible. Su imágen no ha sido dañada, ya que es un hombre transparente, dialoguista y de buenos objetivos”, aseguran los operadores políticos del Gobernador. Y salvo la postulación presidencial, lo único que no están dispuestos a deponer, en el entorno del Gobernador reconocen que ese escenario implicará una negociación con la Presidenta en torno a la conformación de la fórmula, además de las listas legislativas y el candidato en la Provincia. Se trata de una pulseada que parece centrada hoy en las figuras del titular de la Anses Diego Bossio y el intendente de La Matanza Fernando Espinoza. En este caso, dentro del oficialismo hubo movimientos sugerentes en la puja interna, fundamentalmente en torno al principal competidor de Scioli en la carrera por la candidatura presidencia, Florencio Randazzo, alejado de la escena pública desde la muerte de Nisman. Las versiones agitan con fuerza la posibilidad de un acercamiento entre el ministro del Interior y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. La movida apuntaría a la posibilidad de hilvanar un acuerdo para que Domínguez deje de lado sus aspiraciones presidenciales, acepte postularse para la gobernación bonaerense y de esta manera dar batalla al sciolismo en una hipotética interna oficialista.
SEÑALES DE CFK
Mientras en el oficialismo todos están a la espera de señales de la Rosada que terminen de definir el escenario electoral, en la oposición hubo en los últimos días movimientos intensos. La alianza sellada el sábado por Mauricio Macri y Elisa Carrio para competir en una interna produjo un fuerte sacudón en los cuarteles de la politica. En ese marco, algunos aseguran que el acuerdo es apenas el primer paso de una movida que podría derivar en una alianza formal entre la UCR y el PRO. Si los pronósticos se cumplen, el intendente de San Isidro Gustavo Posse sería la figura elegida para dar la pelea por la gobernación bonaerense, una movida que implicaría “correr” del escenario a María Eugenia Vidal, quien viene recorriendo la Provincia desde el año pasado, pero que no logra mover el amperímetro. En paralelo, el acuerdo entre Macri y Carrió generó airadas reacciones en el Frente Amplio UNEN, desde donde descartaron cualquier posibilidad de sumarse a esa alianza. Tras el cimbronazo del caso Nisman, la política se muestra activa y dispuesta nuevamente a volver con cautela al centro de la escena en los próximos días, en un año electoral que como arrancó, aparece muy abierto a las sorpresas.
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