viernes, 27 de febrero de 2015

Stiusso abrió el paraguas y caen más dudas sobre el caso Nisman


Por Jorge Joury -

A poco  más de un mes del mazazo que recibió la opinión pública por el caso Nisman, hoy persisten las mismas dudas sobre cómo armar el macabro rompecabezas. No hay certeza si se trató de un homicidio, de un suicidio deseado o inducido. Ni siquiera los paraguas del 18-F pueden atenuar la lluvia de dudas. Tal vez tenga que ver con que la  fiscal se maneja con un marco de absoluto hermetismo, que no permite filtrar información para visualizar si hay avances en la pesquisa. Desde que Sandra Arroyo Salgado, la ex mujer del fiscal pidiera a la justicia que se ponga límite a la sobrexposición mediática, las novedades caen por goteo, lo que da pie a las especulaciones del más variado tenor y en algunos casos, los datos provienen de fuentes de dudosa procedencia.

 Si bien es cierto que hay que dejar avanzar el trabajo de la justicia sin interferencias, en la medida que transcurren los días, el marco de sospechas se agranda. Hay que hacer una lectura profunda de los hechos. La denominada Marcha del Silencio se agota en el vertigo mismo de lo que fue, tal vez la movilización más grande de las últimas décadas. Pero no es menos cierto, que los efectos de su intensidad  son necesariamente breves, sino  se los retroalimenta desde el terreno polìtico. Ahora es el turno de los dirigentes que se lucieron en medio del recogimiento con el perfil bajo. En la medida en que se fogonee el reclamo de justicia mediante acciones concretas, el camino hacia la verdad será más breve. Pero todavía faltan resultados certeros de los peritajes. Por lo que trascendió, aparentemente los análisis toxicológicos dieron bajas dósis de alcohol y fármacos.
 PRESERVAR LA PRUEBA
 La ex mujer de Nisman ha pedido mediante un escrito de que se trabaje en la preservación de la prueba, como única garantía para que la investigación avance con el norte puesto en que se determine si los hechos ocurridos fueron a partir de un homicidio o de un suicidio. En este marco,  se deja en claro además que la familia de la víctima sigue manteniendo la firme convicción de que lo ocurrido fue “un homicidio de singulares características, producto de la sofisticación con que se ejecutó y montó la escena del crimen en que fue hallado sin vida Alberto Nisman”.
 Arroyo Salgado le subrayó a la justicia con resaltador, que la muerte de Nisman se inscribe en el marco de múltiples amenazas contra su vida y la de su familia, judicializadas desde 2012. Y en las últimas horas, por primera vez  aseguró en público que está convencida que su ex marido fue víctima de un homicidio. “Por su personalidad, porque entiendo que no tenía motivos. De ningún modo admito la posibilidad del suicidio y mucho menos como se ha presentado, con un arma de por medio”, dijo. Arroyo Salgado también abrió el paraguas y pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque no cree que haya una investigación imparcial de los hechos.
 STIUSSO BAJO LA LUPA
 En este escenario, las sospechas de una interna en los servicios de inteligencia y un pase de factura al Gobierno, aún siguen vigentes, aunque Antonio “Jaime ” Stiusso en su declaración testimonial haya querido sacar de foco esta cuestión. El ex jefe de inteligencia sabe como escurrirse. Es su especialidad. Fue por ello, que ante la fiscal, negó haber hablado  con Nisman en las horas previas a su muerte. Según él, el último contacto se dio en navidad. Sin embargo, el Nextel con el que se comunicó con Nisman en la previa del trágico desenlace, está a su nombre. Se sabía que Stiusso iba a tratar de sacarse el polvo de encima. Tal vez por ello dejo en claro que ese aparato figura como de él, pero que quien lo utilizaba era otro agente desplazado del organismo. Señaló, según figura en un escrito de 4 páginas, a Alberto Massino, quien fuera director general de Análisis y hombre de su absoluta confianza. A esa misma línea Nisman había llamado también los días previos. Frente a esta situación, donde Stiusso ha desviado el foco, ahora Massino deberá ser convocado a dar testimonio. En la fiscalía de Viviana Fein se tiene la  firme convicción de que Stiusso no aportó nada. Gambeteó responsabilidades, fiel a su estilo y sumó más tinieblas. Esto había sido alertado por especialistas, ya que los agentes de inteligencia están blindados y saben como salir de las circunstancias más apremiantes, sin sufrir magullones. Después de declarar, Stiuso viajó a Uruguay, vía terrestre a través de  la ciudad de Colón, Entre Ríos. Es la vía que usa habitualmente cuando sale del país, para no dejar en evidencia su verdadero destino, dijeron fuentes responsables.
 EL ENIGMATICO LAGOMARSINO
 Teniendo en cuenta que Stiusso tenía 277 celulares a su nombre, era previsible que dijera que no fue él quien habló con el fiscal en esos días. Lo que reconoció es que estaba al tanto de que Nisman trabajaba en la denuncia contra Cristina Kirchner y otras personas, pero que él no colaboró con esa pesquisa. Apuntó que sólo se dedicaba a la del ataque terrorista a la AMIA. Como detalle dramático y para compartir riesgos, disparó que la causa era “la vida” de Nisman y la suya también. Otro dato que llama la atención, es que Stiusso se despega de la denuncia por encubrimiento que iba a realizar Nisman. No obstante, en tribunales se comenta que en el expediente AMIA las escuchas, incluidas las que usó Nisman para denunciar a la Presidenta, fueron transcriptas por la propia SIDE que el espía comandaba en ese entonces. Las escuchas de AMIA, según los voceros, las recibía Nisman con un oficio muchas veces firmado por Stiusso.
 En lo que tiene que ver con el técnico informático Diego Lagomarsino, el dueño del arma Bersa calibre 22 desde la que salió el disparo mortal, Stiusso negó conocerlo. Es más, aclaró que  no había escuchado mencionarlo. Sin embargo, el testimonio que Lagomarsino hizo llegar al diario Página 12  dio cuenta que Nisman le había comentado que fue Jaime Stiuso quien le advirtió que no confiara en sus custodios y cuidara a sus hijas. Alguna pieza no cierra o alguien está mintiendo.
 Stiuso declaró en la más absoluta confidencialidad y en presencia de su abogado, pero ni el defensor de Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, ni el letrado oficial que representa a las hijas de Sandra Arroyo Salgado y la madre de Nisman se enteraron de la diligencia. La fecha elegida fue el feriado de carnaval, tal vez para mantener lejos el ojo de la prensa. En la medida que la cancha siga embarrada por la falta de información pura, el estruendoso silencio del 18- F caerá inexorablemente en oídos sordos,  la verdad se irá alejando y lo más terrible, es que aumentarán los miedos y las inseguridades.

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