jueves, 19 de febrero de 2015

Claves para no caer en los secuestros virtuales


Por Jorge Joury

Ya son miles los casos anuales detectados en el conurbano bonaerense. Es frecuente, que a altas horas de la noche o no bien entrada la madrugada, suene el teléfono de algún hogar dando cuenta de un secuestro virtual. Gritos desgarradores detrás de la linea, simulando la voz de familiar que pide auxilio y el pedido de rescate, son la consecuencia directa de un flagelo que crece día a día . Un negocio que deja ganancias millonarias, donde en general las víctimas elegidas son jubilados o personas mayores, que cuentan con escasa capacidad de reacción y entregan inmediatamente los valores que tienen en la casa. Se calcula que unos 700 hechos por semana culminan de manera exitosa para los delincuentes. Hace pocos días la policía desbarató una banda integrada por 7 personas que contrataban lloronas para fingir situaciones dramáticas. El modus operandi consitía en comenzar a operar en horas de la madrugada. Con cierto nivel de conocimientos sobre el barrio, comenzaban a llamar a los abonados telefónicos. Aprovechando que las personas estaban dormidas, montaban una tatralización sobre un supuesto secuestro de un familiar. En ese momento comenzaban a actuar las “lloronas”, clave dentro del simulacro que montaba la banda. Si la víctima caía, le indicaban dónde tenía que dejar el dinero
Para localizar a estas bandas, los investigadores apelan a la tecnología aplicada a las comunicaciones, lo que paradójicamente los empareja con los delincuentes que hacen uso de las mismas herramientas para cazar a sus presas.
En el pasado, el plan era  pergeñado en las unidades penitenciarias por reclusos que sacaban provecho de su acceso a una guía y un teléfono para conseguir números de tarjetas telefónicas mintiendo un rapto. Hoy la estafa  es ejecutada  por bandas que hacen “inteligencia” con tecnología de fácil acceso.
La guía más completa para sus tropelías la encuentran en la web. En el directorio disponible en Internet figuran, además de los números de líneas fijas, las direcciones y nombres de los usuarios, a los que se accede teniendo uno solo de esos datos. Ya con la dirección y la foto de la casa, la novedosa plataforma de Google, Street View, permite visualizarla desde la computadora y convencer a la víctima mencionándole ciertos datos que le den verosimilitud al engaño. Muchos denunciantes relatan que los delincuentes los presionan describiéndoles su vivienda, mientras ganan tiempo y obtienen más información de su propia boca, por conmoción, o miedo.
Lo preocupante es que se han detectado la existencia de páginas que ofrecen información sensible de las personas, como datos financieros o cualquier otro disponible en la red, la mayoría de los cuales fueron facilitados a través de las redes sociales por el individuo al que se quiere investigar. De hecho, en algunos episodios registrados en los últimos meses los damnificados juran haber escuchado la voz de un familiar pidiendo auxilio, lo que los convenció de pagar el rescate.
ALTA TECNOLOGIA PARA DELINQUIR
En la provincia de Buenos Aires las autoridades han avanzado mucho para detectar estas prácticas. Pero no descartan que existan bandas con este nivel de sofisticación, capaces de “recortar de videos o audios algunas palabras” y editar con ellas un falso pedido de auxilio “con la voz de alguien”. Por las estadísticas acumuladas, cyo número se guarda bajo siete llaves para no despertar pánico entre la población, se estima que en la mayoría de los casos “las víctimas son sorprendidas en plena madrugada, dormidas, y presas del miedo se paralizan y creen escuchar la voz de un ser querido”.
En cuanto al grupo delicitvo que viene operando desde hace unos dos meses, se sospecha que estaría conformado por dos células. Una de ellas, que operaría desde el conurbano. Y otra integrada por los llamados “levantadores”. “Los que hacen los llamados son 4 o 5 personas”, dijo un pesquisa, que apenas advierten que la víctima puede caer en la trampa se contactan por otra vía con los “levantadores”. “Mientras mantienen al blanco en la línea, los cómplices van hasta la puerta de la casa para aumentar la presión” y “levantar el rescate en caso de que se pague”, agregó la fuente. Después, sólo es cuestión de desaparecer antes de que el damnificado descubra la maniobra y llame al 911. Con esta modalidad en alza, las autoridades recomiendan chequear la veracidad de los llamados extorsivos, cortar la comunicación de inmediato y hasta establecer códigos o palabras clave con familiares para identificarlos
COMO EVITAR CAER EN LAS REDES
Carlos M. cuenta que hace pocos días lo llamaron de madrugada. Según su descripción, una voz pastosa me dijo  que tenían secuestrado a mi viejo. Les pregunté en qué mano tiene la pulsera de oro y me respondieron: “En la derecha”. Inmediatamente les corté. Mi padre no usa una pulsera de oro”. Este tipo de artilugio es una manera de escapar de las redes de los delincuentes. También fuentes policiales recomendaron chequear la veracidad del llamado, cortar la comunicación de inmediato, establecer códigos o palabras clave con familiares para identificarlos y llamar al 911.
La lista la dio a conocer el Instituto de Previsión Social (IPS) de la provincia de Buenos Aires que junto al Ministerio de Seguridad bonaerense pusieron en marcha charlas preventivas destinadas a adultos mayores, que terminan siendo las principales víctimas de los secuestros virtuales.
En casi todos los casos, la vìctima escucha una voz llorosa que clama desesperada y lo primero que cree es que se trata del familiar supuestamente secuestrado. Del otro lado de la línea lo mantendrán lo suficientemente preocupado, para que no corte la comunicación para chequear el paradero del familiar. Y de esta manera termina accediendo a entregar el dinero que tenga en la casa.
CORTAR DE INMEDIATO
Una importante fuente del Ministerio de Seguridad bonaerense señaló que hay casos en que gente mayor ha fallecido por un paro cardiaco, a raíz del susto. Por eso recomendó que “cuando un mayor recibe una llamada telefónica sospechosa, lo recomendable es cortar de inmediato. Generalmente, se atiende porque las llamadas son en horarios extraños, como la madrugada, y toman a la persona de sorpresa, por lo tanto es muy importante no aportar datos en la conversación que se entabla”, explicó el vocero.
Agregó que “los secuestradores virtuales suslen trabajar sobre la propia información que se les va dando en el momento del contacto con la víctima. Luego de cortar hay que dar inmediata comunicación a la Policía, ya que los ladrones tienen el número de teléfono y así pueden saber donde vive la persona elegida, aunque puede suceder que tomen el número al azar de la guía telefónica”.
Los investigadores coinciden en que la mayoría de las llamadas son a teléfonos fijos. Por lo tanto, se recomienda si es posible, confirmar con el teléfono celular que la persona de la cual le hablan esta bien. Los delincuentes en muchos casos realizan un trabajo previo para que la víctima crea la situación. Incluso en ciertas ocasiones se llega a imitar, de un modo muy real, la voz del familiar damnificado. Frente a ello, se aconseja “descreer de todo. Lo aconsejable es establecer códigos específicos entre familiares e hijos. Una suerte de palabras en clave que sólo nosotros y nuestros familiares van a conocer o a saber su significado”. Precaución y familia con los ojos bien abiertos, son la fórmula para escapar de una pesadilla que se hace recurrente y que puede golpear en cualquier momento, hasta de manera trágica.

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