Fuertes rumores de fugas agitan la interna en el FR

Por Jorge Joury

Aunque todavía no lo diga a tambor batiente, algunos lo ven compitiendo en las internas del PRO con María Eugenia Vidal por la cadidatura a la gobernación de Buenos Aires. Se trata del polémico intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien volvió a los primeros lugares de la arena política, con los tapones de punta. Posse ganó hace poco tiempo lamentable notoriedad en los medios, al tomar estado público su propuesta para indemnizar a los vecinos humildes para que emigren de su coqueto distrito. Apegado a los orígenes del massismo, hoy está al borde del portazo, y construye mieles con la escuadra amarilla. Mientras en su propio entorno reconocen que Posse tiene las valijas preparadas, no ceja en criticar al líder del FR y poner en duda su armado. Pero no es el único. “Supuestamente, a esta altura, Massa iba a sumar a 70 intendentes bonaerenses, 140 en todo el país y seis gobernadores. Al final, no se quedó ni el gobernador de Río Negro”, sostuvo con indignación en las últimas horas. En los paleles, Posse hoy prefiere al jefe de gobierno porteño encabezando su boleta y como referente de una interna nacional que en las PASO agrupe a macristas, radicales, massistas y vecinalistas. Al sanisidrense no le resulta incómoda esta postura, ya  que  tiene ADN de cada uno de esos espacios, lo que lo convertiría en el postulante natural para la provincia. Posse se vuelca por Macri con diplomacia, pero con argumentos que desatan las iras en el FR.”Hoy tiene que haber un ordenador en la oposición,  que fije un método, una lógica. Para nosotros, esa lógica es la gestión, y bueno, Macri está completando dos buenas gestiones en el principal distrito del país. Massa no llegó a dos períodos en el municipio de Tigre, porque en el primero se fue para ser jefe de Gabinete de Cristina Kirchner y en el segundo, al Congreso”, puntualizó Posse, con evidente ánimo de derramar cizaña en territorio del Frente Renovador.

ADVERTENCIAS SOBRE EL GOBIERNO

Posse cree que con una oposición fragmentada, el kirchnerismo, aunque golpeado por la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, mantiene chances ciertas de pelear la presidencia. Y más aún la gobernación bonaerense, donde no hay ballottage y el ganador sólo necesita sacar un voto más que sus rivales. “Ahora más que nunca tenemos que unir esfuerzos y necesitamos un ordenador. Nuestra identidad es la gestión y nadie puede negar que en la Capital Federal hubo un antes y un después con la gestión de Macri. En San Isidro, también”. ¿Y en Tigre?, se preguntó. El jefe comunal le atribuye a Ricardo Ubieto, el fallecido ex intendente, haber saneado y llevado a su esplendor a la bella zona del Delta. “Lo que hizo Massa fue bueno: junto a el publicista Ernesto Savaglio construyó la marca Tigre”, disparó irónicamente. No obstante, aunque ácidamente Posse demuele todo a su paso, por otro lado  niega haber abandonado el FR. Tampoco se siente obligado a blanquear su pase a PRO. “Todo lo que digo es también una autocrítica. Pero yo no debo elegir entre Macri o Massa porque sería ir en contra de lo que estoy planteando: que debemos unirnos en un gran acuerdo opositor”, sostuvo.

Aunque lo niegue, también hay despecho y hartazgo hacia Massa, sobre todo porque el ingreso del diputado Francisco de Narváez  fraccionó aún más las chances de cada candidato renovador de llegar a la gobernación, sin contar la sombra cada vez más difusa, pero aún presente, de la llegada del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. También suele manifestar que lo desbordaron  las críticas que en San Isidro recibe de la concejal Marcela Durrieu, suegra de Massa y de su hijo Sebastián Galmarini, senador bonaerense, las que en algunos casos llegaron hasta los tribunales. Posse está seguro de que el tándem quiere moverle el piso para quedarse con la intendencia y que cuentan con el guiño de Massa.

GIUSTOZZI TAMBIEN  ESTA QUE TRINA

Pero Posse no es el único que está contrariado. Hay versiones de nuevas fugas de dirigentes hacia el oficialismo y otras fuerzas opositoras. Los rumores tienen como eje al presidente del bloque de diputados nacionales del massismo, el ex intendente de Almirante Brown Darío Giustozzi, y mencionan un supuesto acercamiento con el ministro del Interior Florencio Randazzo, con quien lo une una vieja relación política.Las versiones se intensificaron a partir del despliegue de cartelería del ministro del Interior y Transporte en Almirante Bronw, algo difícil de concretar sin el visto bueno del ex intendente.

Hay que decir que la figura de Giustozzi quedó debilitada en los últimos días por la decisión del diputado provincial Mariano San Pedro de dejar el bloque del Frente Renovador y sumarse al del Frente para la Victoria, un salto que se completó con el apoyo explícito que el legislador manifestó a la candidatura de Randazzo. El diputado, hijo del intendente de Bragado Aldo San Pedro, había desembarcado en el massismo a través de Giustozzi. Su alejamiento generó réplicas en Almirante Brown, donde tres concejales del Frente Renovador anunciaron que seguirán sus pasos para integrarse a la bancada oficialista, que responde políticamente al titular del Instituto de Previsión Social (IPS) Mariano Cascallares. La decisión de San Pedro volvió a agitar la interna massista. En las últimas horas, el diputado nacional del Frente Renovador Gilberto Alegre responsabilizó a Giustozzi por esa fuga y minimizó sus chances de competir por la gobernación bonaerense. “¿Qué futuro podría tener Giustozzi si no es dentro del Frente Renovador, volver ser a intendente?”, disparó en declaraciones periodísticas el ex intendente de General Villegas.

Alegre también se refirió a la situación del intendente de San Isidro Gustavo Posse, quien por el momento sigue dentro del Frente Renovador pero que en las próximas semanas anunciaría su pase al PRO de Mauricio Macri para dar la pelea por la gobernación bonaerense.“Todavía no pasó nada, ha habido discusiones y declaraciones muy duras, pero oficialmente todavía no hay nada”, dijo Alegre. Tambien señalan que Giustozzi está furioso por la llegada de Francisco De Narváez al FR, quien ya reparte ilusiones entre los intendentes. No es para menos, De Narváez se presenta con un discurso que  pone a los jefes comunales como protagonistas de su eventual gestión. Les dice que quiere que formen parte de las decisiones. Promete que terminará construyendo dos gabinetes. “Uno para el conurbano y otro para el interior, porque son dos problemáticas absolutamente distintas”.

LAS ESES TRAJERON COLA

Las primeras espadas de Massa observan con preocupación estos movimientos. Otro de los frentes que ha desatado fuertes críticas es el modo de plantear la campaña publicitaria. Las molestias tienen que ver con la repercusión del líder del Frente Renovador en las redes sociales. No por una definición política o una promesa de campaña, sino por su intento de sumar adeptos a lo largo del país imitando –sin demasiado éxito– la tonada de las distintas provincias. Las cargadas por Twitter y Facebook se multiplicaron hasta la viralización, culminando con una canción, la “cumbia tajen”, compilando expresiones camperas del ex intendente de Tigre.
En los avisos de la campaña “Contame cuáles son sus sueños”, difundido por Youtube, el precandidato presidencial abunda en lo que se podría asociar con acentos del interior, incluidas palabras en las que estratégicamente, como suele decirse, Massa “se come las eses”.
Hay versiones para Jujuy, La Pampa, Córdoba, La Rioja, Formosa, Mendoza, Neuquén, Corrientes, Entre Ríos, Tucumán y Santiago del Estero, entre otros. En ese caso, aparece Massa diciendo “vos que tajen” más el distrito en cuestión.
En el video destinado al electorado misionero, el legislador arranca diciendo: “Hola, soy Sergio Massa y te quiero hablar a vos.” Pero, a poco andar, empiezan las adulteraciones a su speech: “Vos, que tajen Misiones y que está haciendo patria todos los días.”

Por estas horas los rugidos en la interna en el FR son notorios y hasta se habla del posible éxodo de creativos publicitarios, entre ellos Ramiro Agulla, el hombre contratado para refrescar la campaña. Hay quienes advierten el peligro de que si Massa sigue por este camino y no saca de la galera  una idea que pegue con fuerza, puede terminar perdiendo el crédito y ser presa  de su propia frase de campaña que reza: “Es distinto”.