jueves, 19 de febrero de 2015

Lo que está por venir, tras el impacto del caso Nisman


Por Jorge Joury
Con la herramienta de la cadena nacional, en su primera aparición pública en vivo tras su fractura de pie izquierdo, y en medio de la conmoción que provocó la muerte del fiscal Albertto Nisman, la presidenta Cristina Kirchner volvió al centro de la escena en las últimas horas. Hizo una fuerte defensa de su gobierno y se animó a cuestionar al Poder Judicial. “Cuando los jueces y fiscales hablan también forman opinión, y cuando tienen causas también crean opinión”, dijo al cierre de un acto que duró una hora y que sirvió para retomar la agenda pública.
En política, nada es casualidad. CFK mandó un fuerte mensaje hacia la opinión pública. No es poco: la foto fue junto a 17 gobernadores. Firmó la refinanciación de las deudas provinciales y anunció que la suba en las jubilaciones será del 18,26%. Una clara señal de que está dispuesta a dar batalla y mantener las banderas de su gestión.”Ésta presidenta va a estar al frente del barco como siempre lo ha hecho, pese a que algunos lo quieran hundir”, aseveró. Las jefa de Estado está convencida de que es víctima de una conspiración, ya que el más perjudicado con la muerte de Nisman, es el propio Gobierno.
Está claro que el caso ha monopolizado la atención de la opinión pública desde el lunes 19 de enero, cuando el país se levantó con una de las noticias más impactantes y conmovedoras de la última década. Hasta ese día, la Argentina estaba envuelta en una suerte de letargo veraniego. No obstante, no es menos cierto que el mayor impacto había estado del otro lado del océano, con el brutal atentado terrorista en París.
Los fantasmas del caso Nisman seguirán merodeando por las columnas de los diarios, en medio de operaciones de todo tipo. Pero en tanto y en cuanto no surjan datos certeros que lleven al esclarecimiento del espinoso suceso, todo quedará enredado en la sórdida telaraña del terrorismo internacional, salpicada por una  lucha sin cuartel de espias, un marco casi novelesco, que peligrosamente puede desviar el cauce de la verdad, nunca tan necesaria para alejar la sensación de miedo que nos embarga a todos.
No obstante el entramado oscuro, serán otras las cuestiones que aparecerán en escena. La semana próxima, es probable que este escenario abonado por las sospechas, tienda a modificarse. No olvidemos, que este
es el último fin de semana de enero y, como se sabe, febrero marca -de alguna forma- el inicio de la rutina; es algo así como “el lunes del año”. La extraña muerte del fiscal que había acusado de encubrimiento en el caso AMIA a la Presidenta, se mantendrá, por supuesto, como un tema dominante de la agenda nacional durante mucho tiempo. Nada indica que vaya a tener un cierre abrupto y definitivo. Pero, como es natural, el estado de conmoción ciudadana irá cediendo, en tanto no aparezcan pruebas contundentes.
Irrupirán entonces lentamente inquietudes y debates que apenas habían entrado en una tregua durante el primer mes del año. Nos estamos refiriendo concretamente a cuestiones inherentes al bolsillo de la gente.La economía ya está dando señales de que ocupará el centro de la escena.
Los observadores coinciden en que los conflictos salariales comenzarán a despuntar a comienzo del nuevo ciclo, pero con la particularidad de que se trata de un año electoral, donde los actores, en el caso del Gobierno, que  tratará de evitar escenarios conflictivos y la oposición, que le marcará la cancha para llevar agua hacia su molino.
En lo que tiene que ver con el panorama bonaerense, hay datos que no pasan desapercibidos: los docente más allá de amagues y conversaciones, están lejos de alcanzar un acuerdo salarial y plantean una expectativa que difícilmente pueda ser convalidada por el gobierno de Scioli. Los judiciales de la Provincia -que siempre son uno de los sectores más combativos- ya avisaron que el lunes 2 de febrero no vuelven a Tribunales . Es, más que un dato, un anticipo del  marco de conflictividad gremial que ya asoma en la Provincia y que podría extenderse entre febrero y marzo.
En la Gobernación ya se trabaja con un objetivo muy definido: asegurar este año el comienzo de clases con normalidad. Daniel Scioli sabe que reeditar la fotografía del año pasado, cuando el ciclo lectivo empezó con un mes de atraso por una huelga que registra pocos antecedentes, sería poco menos que una catástrofe para su futuro  electoral. Los docentes bonaerenses, más allá de amagues y conversaciones, están lejos de alcanzar un acuerdo salarial Por lo bajo, sin embargo, funcionarios bonaerenses reconocen que ese objetivo no está, ni mucho menos, asegurado. Enero, en general, siempre aporta una tregua. El Gobierno, además, logró mantener a raya algunas variables: el dólar se movió muy poco y los precios de la Costa, aunque fueron tema de preocupación, no tuvieron una disparada descontrolada. Pero los problemas están a flor de piel. Y empezarán a marcar otra vez la agenda desde los próximos días. Todo parece indicar que el debate con los gremios se centrará otra vez sobre el impacto del impuesto a las Ganancias.
Recordemos que el Gobierno  había aceptado eximir del pago de ese impuesto al medio aguinaldo de diciembre -al menos en una buena porción del universo de asalariados. Pero fue una medida “bajo presión” para aliviar las tensiones de fin de año y no implicó ninguna modificación de fondo en la estructura de ese impuesto. Concretamente, no se han modificado las escalas ni se ha tocado el mínimo no imponible. Eso hace que cada vez más empleados paguen Ganancias y que el impacto de ese gravamen sobre los salarios sea cada vez mayor.
Según los cálculos de contadores  y tributaristas, en los salarios del primer trimestre del año se notarán quitas mucho mayores a las aplicadas el año pasado. Los gremios creen que eso potenciará la presión de cara a las paritarias. Otro tema que impactará este mes en las familias, es el costo de la canasta escolar, que ya registra aumentos del orden del 20 al 30 por ciento con respecto al año pasado. Además, se reanuda el cobro de las cuotas de escuelas privadas que -en general- no se pagan en el mes de enero. Febrero, en definitiva, amanece con una cargada agenda de preocupaciones económicas. Aunque muchos eligen este segundo mes del año para tomar sus vacaciones, el país empezara a poner la puesta a punto a otro ritmo. Como si fuera poco, comienzan a caer las hojas del calendario del año electoral. Y aunque la gente parece estar todavía alejada de esa sintonía, la política bailará al ritmo de un 2015 en el que todos se juegan todo y las sorpresas estarán a la orden del día.

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