lunes, 9 de marzo de 2015

Cristina en campaña, dio pistas claras de quien será su elegido


Por Jorge Joury – En su último discurso ante la Asamblea Legislativa, la presidenta de la Nación, sacó un nuevo conejo de la galera. Informó que lo que viene, a modo de frutilla de la torta de su mandato, es el fin de las tercerizaciones ferroviarias, lo cual desató un verdadero estallido de fervor entre la concurrencia. Pero este hecho, más allá de un mero anuncio, fue interpretado como una señal para tener en cuenta en las futuras elecciones presidenciales.

No es una coincidencia que Cristina diera una suerte de bendición al candidato presidencial, el ministro Florencio Randazzo, impulsor de este proyecto. CFK dejó en claro que el ministro es de su paladar para profundizar el modelo. No obstante, dejó entrever que ella será protagonista hasta el último día de su mandato y seguramente se convertirá en la gran electora. Es evidente que lo que hizo Cristina es un lanzamiento de su gobierno a la carrera electoral, ya que su discurso ante el Congreso fue el de un líder con absoluto dominio de cada metro de su gestión. Logró emocionar a sus seguidores con la promesa del poder, más allá de cualquier revés. Además dio cuenta de cifras en todas las áreas de gobierno, para demostrar que ha sido consecuente con sus principios fundamentales de ir en ayuda de los que menos tienen y hacer un reparto equitativo de la riqueza.
El 1-M, como el kirchnerísmo bautizó el último mensaje de CFK ante el Congreso, pasó entre la alegría por la adoración a su referente política y la nostalgia por un mandato que termina en diciembre, pero que para sus seguidores está lejos de ser el fin de un ciclo.
PALOS A LA JUSTICIA
Cristina además en otra parte de su alocuciòn, embistió con dureza contra la Justicia, a la que acusó de actuar en forma “independiente” a la Constitución Nacional. Además, se refirió a la denuncia por supuesto encubrimiento a Irán que presentó en su contra el fiscal Alberto Nisman.”Ultimamente el Partido Judicial se ha independizado, pero de la Constitución”, advirtió desafiante ante la mirada del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Tras cuestionar el “derecho cautelar delivery” por las trabas en la aplicación de la Ley de Medios, la jefa de Estado disparó que la Justicia “tiene que ser independiente del poder político, de los poderes concentrados de la economía, pero de lo que no puede ser nunca independiente el Poder Judicial es de la Constitución, de las leyes, de los códigos de forma y de los códigos de fondo”.
La militancia y los seguidores del oficialismo, que según los organizadores del acto superaron los 300 mil, coparon las inmediaciones del Parlamento, en una clara demostración de fuerza para poner el sello de que el denominado modelo está vigente y tendrá continuidad. Es que si bien fueron cientos de micros los que estaban estacionados en las inmediaciones del Congreso y la avenida 9 de Julio, una característica de la concentración fue que miles de personas se movilizaron por las suyas a través de transportes públicos. También se notó la presencia del “aparato” en las columnas provenientes del Conurbano que movilizaron los intendentes y la de las agrupaciones ultrakirchneristas como La Cámpora.
BATIO SU PROPIO RECORD
De este acto, quedará mucha tela para cortar, ya que por apenas dos minutos, el último discurso de la Presidenta ante la apertura de sesiones fue también el más largo de todos los que pronunció. Tres horas treinta y nueve minutos habló ante los diputados y senadores superando su marca récord de 2013.
Frente a un Congreso con mayoría kirchnerista, Cristina también redobló la apuesta, al apuntar contra el Estado de Israel. Fue uno de los momentos de mayor tensión, cuando pidió que reclamen Justicia para la Embajada y no solo para el atentado a la mutual judía. Además CFK tuvo gestos, elogios y bromas en forma de retos para el ministro Axel Kicillof, a quien de alguna manera destacó por sobre el resto de su gabinete. Eso sí, tras una larga serie de cifras sobre la marcha de la economía y la deuda, no hizo anuncios vinculados a la Economía, excepto los proyectos para la industria, pero nada dijo sobre el impuesto a las Ganancias, tipo de cambio, inflación, la inseguridad y la lucha contra el narcotráfico.
TAMBIEN HUBO CHICANAS
Demostrando en todo momento un gran dominio de la gestión y haciendo gala de una memoria envidiable, Cristina como se esperaba, pronunció un discurso de alto tono político. Mantuvo la atención de los asistentes a través momentos álgidos y tensos. Pero también hizo gala de ironías y hasta puso en práctica alguna chicana que provocaron risas entre propios y adversarios. Así fueron los intercambios que se permitió con el diputado Héctor Recalde, por los números de los índices de la nueva ley de jubilaciones. También hizo lo propio con Federico Pinedo, por la vuelta de los trenes al Estado nacional. Pinedo tomó el guante y le respondió alzando dos veces los dedos en V cuando CFK habló del “compañero” que elogió las banderas peronistas, en referencia a los dichos de la última semana de Mauricio Macri como precandidato presidencial. Pidió entonces el voto del PRO para la reestatización de los trenes, lo cual desató otra lluvia de aplausos.
Con signos evidentes de distensión, tras el fallo del juez Rafecas desechando su imputación, la Presidenta hasta bailó en la explanada del Congreso y se fue también de buen humor, asomándose por la ventanilla de la combi que la trasladó.
EL MOMENTO MAS TENSO
No obstante, en la última parte de su discurso alzó la voz en lo que fue el momento de mayor tensión. Fue cuando retrucó los carteles que en las bancas opositoras recordaron la causa AMIA, en referencia a la muerte del fiscal Alberto Nisman. Alli Cristina disparó con munición gruesa hacia la Justicia para exigir a la Corte Suprema respuestas en la investigación de la voladura de la embajada de Israel. Redobló en ese sentido la apuesta y no esquivó la muerte del fiscal Alberto Nisman sin eufemismos: dijo que lamenta su muerte pero también puso en duda la investigación y hasta dijo que la causa debería ser recaratulada como “Nisman vs Nisman” antes de leer documentos contradictorios firmados por el titular de la Fiscalía Especial para la causa AMIA. También defendió a rajatabla los acuerdos con China dando como ejemplo que hasta la propia economìa de Alemania ha puesto los ojos en ese país. Si alguien pensaba que podía ser una despedida, Cristina puso el sello de que será protagonista hasta su último día de gestión y que además marcará la cancha en lo que está por venir para su propia sucesión.

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