lunes, 30 de marzo de 2015

La primicia de Domínguez viene con premio: un vice de la Tercera


Por Jorge Joury
El desembarco de Julián Domínguez en la Provincia para dar la madre de todas las batallas, era un final anunciado. Me lo había confirmado uno de los dirigentes de mayor peso territorial de la Tercera sección electoral, durante una charla íntima el miércoles pasado. Lo publicamos en este portal en carácter de primicia. Solo faltaba formalizarlo, después de la bajada de bandera de Cristina, lo cual ocurrió en las últimas horas.
El precalentamiento del anuncio se veía venir por dos encuestas que lo posicionaban a Domínguez como un candidato bonarense competitivo. La última, de Ricardo Rouvier, lo ubicó primero –si es apoyado por Scioli, Randazzo y Cristina– con 27,6%, seguido de la macrista María Eugenia Vidal (20,2). Con los números en la mano, en las últimas horas se montó un ruidoso “Operativo Clamor”, desatado primero por el diputado Mario Oporto. La noticia trajo tranquilidad a intendentes y diputados afines. No es para menos, se trata del presidente de la Cámara de Diputados, una figura de peso, el tercero con más poder después de Cristina, que había arrancado como aspirante a la presidencia y que puede mostrar gestión, experiencia y antecedentes  como para aspirar al sillón de Dardo Rocha.
Todavía no hay un diseño electoral definido para el distrito, pero es probable que termine en una disputa entre dos fórmulas, alineadas con los precandidatos de la interna presidencial. En ese escenario, Domínguez aparece más cercano al ministro del Interior Florencio Randazzo, con quien ha compartido actos recientemente, que al gobernador Daniel Scioli. Sin embargo, cerca suyo aseguran que “la estrategia la decide Cristina y Julián va a hacer lo que ella decida”. Otro de los rumores que circularon con fuerza en las últimas horas, es que Domínguez podría ser acompañado en la fórmula por el joven intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, uno de los preferidos de la Presidenta y que cuenta con el padrinazgo del ministro de Planificación, Julio De vido.
Esta posible fórmula, es vista como un premio por los caciques de la Tercera sección electoral, quienes históricamente han contado con un representante territorial de ese riñón. Antes lo fueron Graciela Gianettasio, Alberto Balestrini y Gabriel Mariotto, entre otros.
El anuncio, que era un secreto a voces, lo hizo el propio Domínguez, tras recibir el apoyo de la Presidenta. “Después de hablar con @CFKArgentina quiero comunicar mi decisión de postularme como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires”, dijo en su cuenta de Twitter. “Si Dios y el pueblo me dan la oportunidad, seré gobernador”, agregó.
Para poner firma y aclaración a la jugada que contaba con el respaldo de la Casa Rosada, Domínguez fue este miércoles el invitado estelar de 678, el programa elegido en muchas ocasiones por el Gobierno para clarificar la línea discursiva y la agenda política oficial, por la TV Pública.
“Hay dos proyectos de país. Uno liberal y otro, que es el nuestro, que tiene al Estado como garante de la igualdad”, dijo, en el lanzamiento televisivo de su precandidatura. Todavía con un registro nacional en su discurso, Domínguez agregó que “el kirchnerismo vino a convalidar la razón de ser del peronismo”.
Para los observadores políticos, Domínguez aparece más cercano a la precandidatura presidencial de Florencio Randazzo. No obstante, en el entorno del diputado aclararon que no está decidido un alineamiento con ninguno de los aspirantes a suceder a Cristina. La definición de esa estrategia, le corresponde a la Presidenta, explicaron las fuentes.
Domínguez es el primero de los siete precandidatos del oficialismo que resigna su plan presidencial. Además de Scioli y Randazzo que a todas luces son los dos mejor posicionados en las encuestas, todavía mantienen sus aspiraciones el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el legislador porteño Jorge Taiana.
En los pasillos de la Casa Rosada se comenta que la decisión del presidente de la Cámara baja de volcarse a la provincia de Buenos Aires es el primer indicio claro de que CFK depurará la disputa interna presidencial del oficialismo, aunque todavía no está claro si la batalla estará limitada a dos postulantes o si habrá más.
Hasta ahora, en la carrera por el sillón de Dardo Rocha, muestra a varios anotados en el FPV. Domínguez se suma a un pelotón de precandidatos que ya integraban el titular de la Anses, Diego Bossio; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y el alcalde de Berazategui, Juan Patricio Mussi. A ellos hay que agregar a Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora, que todavía no definió si se postulará o no.
El nuevo candidato, es una acción de oro que juega Cristina rumbo a las Paso. Domínguez es además un hombre muy allegado al Papa,con terminal en el Vaticano. A tal punto, que uno de los primeros que se enteró de la bendición  de CFK a su candidatura a gobernador de Buenos Aires, fue el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, uno de los argentinos más emcumbrados en la corte vaticana.
Las versiones dan cuenta que fue  en la mañana del martes y Domínguez lo recibió a mediodía para entregarle una distinción en nombre de los jefes de bloque del Congreso. En ese escenario y en un aparte de esa reunión confirmó a los presentes lo que se sabía desde hace diez días y de lo cual dimos cuenta desde esta columna como primicia el martes 12 bajo el título: “Domínguez calienta motores para desembarcar en Provincia”.
El hombre de Chacabuco se había reunido en lunes por la noche con CFK, luego del acto donde se anunciaron beneficios agropecuarios. El nuevo conquistador bonaerense registra un paso elogioso como ministro agrario K, durante la crisis de la 125. Su perfil  es de peronista típico del interior, casi un conservador popular, que abrazó la doctrina cristinista a la que llegó tardíamente, cobijado por José María Díaz Bancalari, luego de ser jefe de campaña  de Hilda Chiche Duhalde en la elección por la senaduría por Buenos Aires en 2005.
Además, sus primeros pasos los dio como intendente de Chacabuco. Pero el peso político que le da ser el presidente de la Cámara De Diputados y el respaldo explícito de Cristina Kirchner a su decisión de postularse parecen atribuírle una ventaja inicial, al menos en el interior del oficialismo. Del resto de los precandidatos, Mussi es el más cercano a la Casa Rosada. Es por esta razón que en el entorno del diputado no descartaban una fórmula conjunta. La precandidatura de Domínguez arranca, además, con un apoyo de un dirigente con acceso irrestricto a Olivos. Un dato para tener en cuenta:  en la tribuna del programa  6,7,8 estaba Camilo Vaca Narvaja, novio de Florencia Kirchner y militante del Grupo San Martín. Pero los cambios en el tablero polìtico después de la conformación de la nueva alianza entre Macri, la UCR y Carrió, pueden despertar otras movidas desde el oficialismo. Por ejemplo, en las últimas horas se fortalecieron los rumores que señalan al ministro de Economía, Axel Kicillof, como probable compañero de fórmula de Florencio Randazzo. El propio titular del Palacio de Hacienda se encargó de alimentar los trascendidos, cuando utilizó una frase desafiante: “No vamos a dejar ninguna bomba, porque estamos pensando en quedarnos”. Queda claro entonces, que la propia Cristina está dando señales de que piensa manejar ella misma la cuadricula de candidatos del oficialismo, constituyéndose en lo que todo el mundo cree: la gran electora.

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