Por Jorge Joury – Nada es casual en la vida política de Daniel Scioli. A menos de 24 horas del discurso de Cristina ante la Asamblea Legislativa, alineó el suyo en la misma dirección, aunque fiel a su estilo, marcó a fuego que será el candidato componedor y de los consensos. Así como la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner vivió su 1M el domingo, Daniel Osvaldo Scioli tuvo ayer su DOS M, aunque algo más resumido según marcaron las estadísticas. CFK pronunció 25 mil palabras, en tanto el gobernador bonaerense, 6 mil.
También fue su último discurso de apertura de sesiones ordinarias, el 143º período. En su caso frente a la Legislatura provincial y ante gran cantidad de funcionarios e intendentes, el ex motonauta ya con traje de candidato al sillón de Rivadavia, en menos de una hora, sentó la receta de su próxima campaña presidencial.
Tras ocho años de gestión, enumeró cada uno de sus logros y dejó en claro la propuesta de trasladarlos al plano nacional. Además, para disipar dudas, Scioli mostró un fuerte alineamiento con la Casa Rosada con la promesa de continuidad y de no “volver a una receta anterior”. Para diferenciar estilos con la oposición, aclaró que todo condimentado con la polarización con los que quieren cambiar todo, en un virtual tiro por elevación a quien considera su principal rival en los futuros comicios: Mauricio Macri.
LO QUE ESTA POR VENIR
Posicionado como el próximo presidente de la Argentina, Scioli apeló a la frase: “Lo mejor está por venir”. Para que no queden dudas de sus orígenes, el bonaerense rindió un enfático homenaje a Cristina y Néstor Kirchner. Se mostró como la garantía del proyecto nacional, pero se cuidó de exponerse demasiado, fiel a su estilo conciliador. “Integro este espacio político porque es el único que acredita un compromiso total con los humildes, los trabajadores, la clase media, con el consumo interno y con la industria nacional”, añadió.
No obstante, tras recordar su lealtad al proyecto nacional, dio un giro respecto del discurso oficial y formuló una autocrítica: “Confío en que lo que hayamos hecho mal se pueda corregir. En que podamos avanzar hacia las asignaturas pendientes y en que lo que hayamos hecho bien podamos hacerlo mejor”, disparó, mientras sus simpatizantes arrojaban al recinto papeles naranjas con la leyenda “Scioli 2015″. “Yo creo en la provincia, en la Argentina y en nuestro pueblo, porque lo mejor está por venir”, enfatizó. En esta proyección hacia un futuro mejor se diferenció de sus contendientes Mauricio Macri y Sergio Massa, a los que situó elípticamente como parte “del pasado”.
PROVINCIA DESENDEUDADA
En la primera fila estaban varios de los hombres que aspiran a suceder a Scioli desde diciembre próximo: el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; los intendentes de La Matanza, Fernando Espinoza; de Berazategui, Patricio Mussi, y el candidato por el Frente Renovador Felipe Solá, entre otros. Ante ellos Scioli puso énfasis en que deja una provincia “viable y desendeudada”. Y agradeció a los gremios docentes por aceptar su propuesta salarial, a pesar de que dos de ellos fueron al paro en algunas escuelas.
No obstante, tras recordar su lealtad al proyecto nacional, dio un giro respecto del discurso oficial y formuló una autocrítica: “Confío en que lo que hayamos hecho mal se pueda corregir. En que podamos avanzar hacia las asignaturas pendientes y en que lo que hayamos hecho bien podamos hacerlo mejor”, disparó, mientras sus simpatizantes arrojaban al recinto papeles naranjas con la leyenda “Scioli 2015″. “Yo creo en la provincia, en la Argentina y en nuestro pueblo, porque lo mejor está por venir”, enfatizó. En esta proyección hacia un futuro mejor se diferenció de sus contendientes Mauricio Macri y Sergio Massa, a los que situó elípticamente como parte “del pasado”.
PROVINCIA DESENDEUDADA
En la primera fila estaban varios de los hombres que aspiran a suceder a Scioli desde diciembre próximo: el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; los intendentes de La Matanza, Fernando Espinoza; de Berazategui, Patricio Mussi, y el candidato por el Frente Renovador Felipe Solá, entre otros. Ante ellos Scioli puso énfasis en que deja una provincia “viable y desendeudada”. Y agradeció a los gremios docentes por aceptar su propuesta salarial, a pesar de que dos de ellos fueron al paro en algunas escuelas.
En los palcos destinados a los invitados se observó al diputado nacional Carlos Kunkel; legisladores provinciales; ministros del gabinete del gobernador; ministros de la Corte Suprema de Justicia provincial, y algunas de las abuelas fundadoras de Plaza de Mayo. A ellas saludó especialmente el vicegobernador Gabriel Mariotto. Ante este auditorio, Scioli anunció que no renovará la emergencia en seguridad. El anticipo suscitó fuerte polémica con la oposición, pese a que Scioli tuvo varios párrafos destinados a conciliar a los distintos bloques políticos.
En uno de los tramos sustanciales de su discurso, Scioli afirmó que la emergencia “no se prorroga” porque “se han cumplido sus objetivos”. Y acotó: “Incorporamos 25 mil policías y 3.300 nuevos patrulleros y renovamos y modernizamos equipamiento”. Scioli indicó además que según datos de las fiscalías de la Provincia, “bajaron un 35% los homicidios en ocasión de robo”. Y señaló que “tomamos un camino y estamos viendo los avances de un concepto de planificación preventiva para acorralar el delito”.
MODERACION Y DIALOGO
El gobernador también marcó la cancha con su perfil. “Los siete años de mi mandato en la provincia han sido un claro ejemplo de gobernabilidad, de respeto a las instituciones, moderación y diálogo constructivo. Agradezco a todos los sectores políticos por su cooperación”, manifestó. Incluso citó a Raúl Alfonsín. Y emuló al ex presidente radical, al recitar el Preámbulo de la Constitución, situación que provocó el más amplio aplauso entre todos los sectores políticos.
“Necesitamos unirnos en el interés común de nuestra gente, y si es necesario perdonarnos”, dijo Scioli en una clara diferenciación con el estilo combativo del kirchnerismo. “Cuando Perón y Balbín se abrazaron, cuando el peronismo y el radicalismo antepusieron la patria a sus diferencias, nos dijeron que todos los argentinos nos abracemos”, puntualizó , en un claro intento de posicionarse como estadista.
Como nota de color, pero con visible condimento político, hay que señalar que apenas terminó la ceremonia, Scioli puso en marcha la segunda parte de su plan. Invitó a pasar al Salón de los Escudos de la Cámara Alta Cámara a los intendentes que habían viajado a La Plata para escuchar su discurso. Y allí les bajó línea de manera contudente : “Yo no estoy trabajando para ser candidato, sino para ser presidente” y llamó a unirse para construir una fuerza que permita triunfar en primera vuelta. Los alcaldes también coincidieron en que “hay que lograr la unidad para marchar hacia una victoria contudente”.
Como nota de color, pero con visible condimento político, hay que señalar que apenas terminó la ceremonia, Scioli puso en marcha la segunda parte de su plan. Invitó a pasar al Salón de los Escudos de la Cámara Alta Cámara a los intendentes que habían viajado a La Plata para escuchar su discurso. Y allí les bajó línea de manera contudente : “Yo no estoy trabajando para ser candidato, sino para ser presidente” y llamó a unirse para construir una fuerza que permita triunfar en primera vuelta. Los alcaldes también coincidieron en que “hay que lograr la unidad para marchar hacia una victoria contudente”.
UNA PROVINCIA DESENDEUDADA
Aunque no lo nombró en su discurso, Scioli también pareció aludir a Sergio Massa cuando habló sobre la política de Derechos Humanos. “No son una etapa, ya forman parte de la identidad de la democracia argentina”, sostuvo en respuesta al tigrense quien habló de “cerrar bien la etapa” en esa materia. Otro que pareció quedar bajo el fuego del discurso fue el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Anotado para darle pelea en las Primarias del Frente para la Victoria, el funcionario nacional no ahorra críticas a Scioli. En las últimas horas, incluso, volvió a referirse al Gobernador y dijo que “es un hombre para acompañar, no para transformar”. Scioli le retrucó apelando a su historia. “Integro este proyecto político desde el inicio junto a Néstor y Cristina”, señaló.
No fue el único mensaje del Gobernador hacia el corazón del núcleo kirchnerista donde encuentra no pocas resistencias pese a sus gestos de alineamiento. Por ello, no pareció casual que hablara de las reformas impositivas que aplicó en los poco más de siete años que van de su mandato en la Provincia. Más bien fue interpretado como una respuesta a quienes lo acusan de no dar la pelea contra las corporaciones, una referencia casi al inicio del discurso. “Tomé la decisión de tocar intereses poderosos: las telefónicas, el juego, las proveedoras de cable, los pooles de siembra”, indicó.
Scioli también puso énfasis en que dejará una herencia apetecible con una provincia “desendeudada, con equilibrio fiscal”. Y mencionó como “asignatura pendiente” la reforma en la cuestionada red vial bonaerense. Pero a tono con los tiempos que corren, el mandatario procuró mostrarse como un candidato componedor. “Ahora estamos preparados para el gran capítulo del desarrollo”, arengó.
El comentario que hicieron las primeras espadas del mandatario tras el acto, es que se vio un “Scioli auténtico dispuesto a edificar como presidente lo que falta dentro del actual modelo”. Coindicieron además en que la mejor definición ocurrió al final del acto, cuando el mandatario puntualizó: “Yo estoy siempre a favor, como ponderación de su carácter político, antes que los prejuicios de “seguidismo” atribuidos por propios y extraños. Aunque resaltó que “Cristina sigue liderando con garra y coraje”, Scioli se mostró como exponente de un kirchnerismo más contemporizador. Sus asesores además pudieron de relieve el llamado que hizo a “unirnos en el interés común de nuestra gente, y si es necesario perdonarnos”, para lo cual usó palabras del papa Francisco.
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