lunes, 9 de marzo de 2015

El plan secreto del FPV para ganar la Provincia


Por Jorge Joury – Ya posicionado como firme aspirante al sillón que dejará vacante Cristina, Daniel Scioli planifica cuidadosamente sus próximos pasos rumbo a las PASO. Sabe que allí deberá jugar todas las fichas contra otro peso pesado del FPV, Florencio Randazzo, el hombre que le pone el aliento en la nuca de manera permanente y que cuenta con un guiño de la propia Presidenta, que lo considera de su riñón y continuador del modelo.No obstante en los laboratorios de la calle 6 en La Plata, se trabaja con ahínco para construir la telaraña bonaerense.

Se apunta a tabicar cualquier irrupción del ministro del Interior y Transporte, que como buen ajedrecista también empezó a articular su armado territorial. Para ello, Scioli quiere a la mayoría de los intendentes de su lado, algo que no será fácil, ya que gran parte de ellos observan aún expectantes la bajada de línea final que hará Cristina. Recién después se tirarán a la pileta con todas sus fuerzas territoriales.
Las primeras espadas naranja manejan como discurso seductor que sólo con un triunfo contundente en la provincia de Buenos Aires, CFK podrá en diciembre transferirle el mando a un hombre de su mismo sello político. El pasado lunes, después de su mensaje ante la Asamblea Legislativa, el ex motonauta reveló parte de su jugada, al pasearse entre dirigentes y caciques el conurbano a los que considera un ejército vital para llevar al FPV hacia el triunfo en primera vuelta.”Dejemos de dar vueltas. Tenemos que laburar todos para garantizar la provincia”, disparó como preámbulo para decir que ésa es la llave para “ganar la Nación” y que él es al ancho de espada.
“Daniel tiene la convicción de que lo primordial es trabajar por la unidad, evitar fugas y potenciar todos los distritos. Cree que si la situación económica tiende a mejorar por los acuerdos con China, lo mejor está por venir y la gente apostará por nosotros. Del otro lado, es impredecible y tanto en el FR como en el PRO, se observan la falta de propuestas y fracturas por la lucha interna”, reveló uno de los informantes del ex motonauta.
Si en algo coinciden en el estado mayor naranja con el Kirchnerísmo, es que hasta acá el oficialismo no pudo instalar no un puñado, sino ni siquiera un candidato fuerte a gobernador como sí ocurre a nivel nacional con Scioli, Florencio Randazzo y, en otro escalón, Sergio Urribarri. Hay, sí, un pelotón de voluntariosos – Patricio Mussi, Diego Bossio, Fernando Espinoza, Carlos Castagnetto, entre otros varios- pero ninguno aún como garantía de asegurar un triunfo contundente en primera vuelta. De allí que en los despachos de la mayoría de los alcaldes históricos y en el propio PJ, se siga fogoneando la idea de que el único candidato indiscutido, casi número puesto para la gobernación, sería el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.. Un bonaerense de Chivilcoy, que tiene chapa y que le sacó brillo a su gestión con la modernización del servicio ferroviario. Pero los observadores políticos hacen hincapié en que la elección es presidencial y, en ese contexto, la gobernación es una pelea de semifondo que terminará, muy probablemente, traccionada por la nacional.
Hay además en el espinel una carta secreta que se maneja bajo siete llaves en el más alto nivel del kirchnerísmo. Tiene que ver con la firme posibilidad de que Cristina encabece la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, algo que elípticamente dejó de manifiesto la jefa de Estado durante su discurso ante la Asamblea Legislativa. La eventual movida, entusiasma a muchos dirigentes, principalmente los intendentes partidarios que ven en Cristina, una segura carta de triunfo.
Los analistas creen que esta circunstancia le permitiría a la Presidenta marcarles la cancha y el ritmo de la campaña principalmente a Daniel Scioli si eventualmente saliera postulante presidencial del FPV, y al hipotético candidato a gobernador bonaerense, si fuera Florencio Randazzo, aunque éste aún sigue negando esta alternativa.
En caso de llegar a la Cámara de Diputados, CFK se convertiría por peso propio, en jefa del bloque del FPV. Si el oficialismo ganara las elecciones presidenciales, Cristina ocupará un lugar clave para “cuidar” el modelo, evitar desvíos de su sucesor, gobernar en las sombras y negociar espacios de poder para su grupo político.
Para el caso de que el kirchnerismo perdiera los comicios y pasara a la oposición, desde el Congreso, Cristina podría aspirar a comandar a un numeroso bloque capaz de condicionar al próximo gobierno en los más variados sentidos. Más aún si se diera el caso, como ocurrió frente al triunfo de la Alianza, que el peronismo conservara la provincia de Buenos Aires.
Lo que se comenta en los pasillos del poder, es que Cristina será la gran electora y que todavía no tiene necesidad de mostrar el juego. ¿Para que hacerlo ahora. Seria avisarle a la oposición?, reveló una alta fuente de la Casa Rosada, que recurrió a la estadística K de realizar movimientos sobre la hora para desacomodar a las otras fuerzas.
Mientras tanto, Scioli tiene en claro que de aquí en más, deberá lidiar con la incertidumbre. Tomó, por lo pronto, una decisión que hacia dentro de su universo tendrá alto impacto. Aunque todavìa es un secreto a voces, convirtió a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, el hombre que lo acompaña desde 1997, en jefe de la campaña nacional, para centralizar desde la Fundación DAR, el manejo de la estrategia y los enlaces políticos. Parte de las cartas están sobre la mesa, pero aún el juego político es imaginario. Seguramente tras las PASO, el peronismo recién empezará a mostrar la jugada.

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