lunes, 30 de marzo de 2015

Macri la reta, ella se rebela y el PRO comienza a crujir


Por Jorge Joury – Se habían jurado amor para toda la vida. Pero en política nunca está dicha la última palabra. Macri esperaba un camino con un lecho de rosas hacia las elecciones en la ciudad de Buenos Aires, en un momento clave de su campaña. No es poca cosa, ha logrado consolidar en el distrito una hegemonía política que hace que sean las PASO de su partido las que elijan al próximo jefe de Gobierno.

Pero después de jugarse por Rodríguez Larreta, dejando de lado a su principal alfil, Gabriela Michetti, la que lo acompañó desde la fundaciòn del partido, el pronóstico en el PRO podría ser el de un divorcio contradictorio de graves consecuencias. Algunos sostienen que fue un pase de factura, ya que en su momento Gabriela se negó a acompañar a Mauricio en la fórmula presidencial y se empecinó en ser candidata porteña. No obstante, en una primera lectura, hay quienes no quieren imaginarse una eventual foto del jefe de Gobierno rodeado de globos multicolores junto a una Michetti vencedora en la interna porteña de abril. El líder del equipo amarillo quedaría desnudo frente a su propio ejército, con las hilachas de Rodríguez Larreta colgando, perdería liderazgo y las chances presidenciales se le licuarían en un santiamén. Esta vez no se le podrá echar la culpa a Elisa Carrió de este verdadero terremoto, que está haciendo temblar la estructura del principal partido opositor al gobierno. Lo que está mostrando hoy la fotografía de la realidad: es la primer crisis interna del PRO. Algunos la justifican con el rótulo de una crisis de crecimiento, pero eso no la hace menos dramática para sus contendientes, que llegaron hasta aquí manejando entre cuatro paredes las disputas que siempre tuvieron.
Michetti siempre fue la segunda dirigente que mejor medía del PRO a escala nacional, lo que se transformó en su mochila. Tiene muchos amigos, pero casi todos están en la Coalición Cívica, en la UCR y hasta en el peronismo. En el armado amarillo, a ella siempre le tocaba salir a hacer campaña y ganar elecciones. Ahora quiere “humanizar” al espacio y que su imagen se traduzca en poder real. Para sus oponentes en el PRO, “es un capricho personal”. Como sucede en los matrimonios malavenidos, ambos tienen razón. “Creamos un monstruo adentro del partido. ¿Y ahora, quién lo para?, advierten en el entorno macrista.
Aunque muy amiga de Lilita, Gabriela Michetti no es una mujer de arriar y Macri lo sabe. Ya lo amenazó con que si insiste en apoyar a Horacio Rodríguez Larreta, ella podría renunciar a su postulación en medio de un escándalo. Pero lo más grave, es que el gabinete de la ciudad está partido y la grieta por estas horas es muy pronunciada.
Hay quienes comentan que durante la reunión del pasado miércoles estalló en una pelea altisonante entre Marcos Peña, el principal censor de la candidatura de Michetti, y el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, uno de los principales escuderos de la senadora.
Entre las especulaciones, hay dos preguntas que circulan por el estado mayor macrista: ¿Qué dirán Scioli y Massa si Larreta llega a perder frente a Michetti? ¿Qué destino tendrá su administración si ése termina siendo el resultado? El viejo eslogan “somos un equipo” ha sido traicionado. El macrismo, la legendaria estudiantina de Jaime Durán Barba y los globos amarillos, hoy está en llamas en medio de una lucha de poder de consecuencias imprevisibles y que le sirven en bandeja al oficialísmo la foto de la discordia.
Hay quienes aseguran que como lo hacía su padre en la empresa Socma, Macri disfruta sembrando inquininas y competencias entre sus jugadores. Más allá de que se llena la boca hablando de ” todos somos amigos y tiramos hacia adelante”, su especialidad es el “divide y reinarás”. La misma estrategia empleó durante su gestión en Boca, comentan en voz baja los que le cuentan las costillas.
El pronunciamiento público de Macri en favor de Rodríguez Larreta implica un riesgo para el alcalde de la Ciudad, quien, aspira a ser presidente. Si Michetti llegara a imponerse en las primarias dentro de un mes, el resultado podría afectar su imagen y transmitir la idea de que quien pretende sentarse en el silón de Rivadavia, no puede garantizar una transición según sus deseos en el distrito que lo catapultó a la política.
Era conocido en el PRO que el sucesor preferido de Macri era Rodríguez Larreta. Incluso en su momento trascendió que la cúpula del PRO había tratado de convencer a Michetti para que bajara su postulación. Sin embargo, la actual senadora desoyó los consejos y persistió en su proyecto de suceder a “Mauricio”.
Hoy por hoy Rodríguez Larreta es la voz de Macri. Su hombre incondicial. El que conoce datos relevantes de la administración amarilla, como el que la deuda en moneda extranjera de la ciudad, de hecho, casi se cuadruplicó entre 2007 a 2014 pasando de 548 millones de dólares en el principio del ejercicio a 2.134,2 millones de dólares según un informe elaborado por los equipos de presidencia de la auditoría de la ciudad . Una fuerte hipoteca que deberá enfrentar la próxima gestión porteña. De este modo, durante el período, la deuda per cápita de los porteños pasó de algo más de 199 dólares en 2007 a 740 en la actualidad, algo que todos ocultan en el marco de la ciudad encantada que quieren vender en la vidriera nacional.
El posteo de Macri en Facebook que desairó a Michetti se concretó luego de que otros dirigentes importantes del PRO, como el titular de la Legislatura Cristian Ritondo y el senador Diego Santilli, decidieran declinar sus precandidaturas para limitar la puja entre dos. Los que conocen el funcionamiento de la administración porteña juran que el actual jefe de gabinete es un actor clave en el dispositivo de gobierno y en la toma de decisiones del distrito. “Mauricio no hace nada sin consultarle a él”, sostienen en el círculo íntimo de las decisiones.
Según ese diagnóstico, que circula entre la dirigencia política de la ciudad, incluso en la oposición, Macri suele desentenderse de la gestión diaria y abocarse a la campaña, para lo cual confía en el trabajo de Rodríguez Larreta. Algo de todo eso se reflejó en lo que transmitió desde las redes sociales. “Cuando correspondió, él (por Rodríguez Larreta) estuvo presente para superar los momentos difíciles”, recordó el candidato presidencial del PRO. Tras la actitud de su jefe político de involucrarse y hacer pública su preferencia por su rival interno, Michetti reaccionó como lo aconsejan los manuales, buscando cierta victimización.
Cerca de Macri explicaron las razones de la jugada de su jefe. Recordaron que a él no le gustaron nada algunas declaraciones recientes de Michetti, en las que habló de “humanizar” a Pro, un latiguillo que -con matices- la senadora repitió en su lanzamiento del jueves pasado frente al Obelisco y que fue motivo de discusión entre el secretario de gobierno, Marcos Peña, y los michettistas Hernán Lombardi y Guillermo Montenegro en reunión de gabinete. Las versiones señalan además que tampoco le agradó a Macri verse en gigantografías y afiches junto a ella, cuando regía una especie de “acuerdo tácito” con ambos postulantes para no meter al jefe de gobierno en las arenas movedizas de la interna. “Tomaron la decisión de confundir a la gente con un apoyo que no tenían, mientras Horacio cumplió lo que se pidió”, apuntó una de las espadas del jefe de gabinete.
Larreta maneja más las estrategias y sabe por donde entrarle a su jefe. Precavido, agradeció el apoyo de Macri, y afirmó que con él “hay una relación de confianza muy grande con un equipo muy consolidado”. También para calmar la fiebre, merituó la “gran labor” de Michetti en el Senado.
Es notorio que este tsunami interno ya encendió todas las alarmas en el PRO, en momentos en los que Macri aparece bien posicionado en las encuestas de cara a las PASO presidenciales de agosto. “Mauricio está abriendo una grieta difícil de cerrar. Le aporta votos a Larreta, pero por ahí no le alcanza para ganar”, reflexionó un legislador porteño que pidió reserva de su nombre. En la misma dirección además alertó que: “Gabriela triste puede sumar más votos y hasta ampliar la diferencia”. Cerca de Macri negaron que esto afecte al candidato presidencial “siempre que la interna se mantenga dentro de los límites civilizados”. No obstante, las aguas bajan demasiado turbias y podrían traer olas de gran altura para el inquilino que sueña con habitar la Casa la Rosada.

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