jueves, 27 de noviembre de 2014

Desde Varela, la Iglesia empuja NO a la droga


Por Jorge Joury
No es la primera vez que la Iglesia pone el grito en el cielo contra el avance del narcotráfico. Los obispos lo vienen haciendo desde hace rato con sana lógica. No es para menos, es un clamor que brota a la luz de las estadísticas de una realidad que asusta. Habría que tomar conciencia, como advierten algunos especialistas, que si el próximo gobierno no se pone firme para erradicar el flagelo, se corre el peligro de que terminemos con el paso de no muchos años, en un estado narco. Por ello, este sábado a las 19, se escuchará la condena unánime de un pueblo que no quiere drogas, ni entregar más la vida de sus hijos. Será en el marco de la XIX Edición de la Misa de la Esperanza, que organiza desde 1996 el Obispado de Quilmes. Como es tradicional, la ceremonia de características multitudinarias, se realizará en el Cruce Varela. Precisamente  el centro geográfico de la diócesis, en donde confluyen los tres partidos que la componen junto a Berazategui y Quilmes. El Obispo Carlos Tissera será quien encabece la ceremonia, que este año, se desarrollará bajo el lema: “Que la droga no nos robe la esperanza”.
Cuando esta misa se puso en marcha, fue para hacer frente a la desesperante situación política y social que atravesaba el país por aquellos tiempos, en donde la desocupación, la congoja y la falta de horizontes llevaron a un rezo mancomunado en busca de esperanza. Afortunadamente, el país salió a flote.
UNA AMENAZA LATENTE
Esta vez es otra la circunstancia de la convocatoria. No obstante, hay de por medio otra amenaza, la de la droga que está socavando el tejido social y sembrando la muerte a su paso. El peligro, geográficamente está muy cerca. Precisamente las villas de Quilmes y otros puntos del corredor sur. Allí aparecen como balizas las zonas rojas donde el narcotráfico hace estragos. Es el ámbito donde se escoden las cocinas del paco y de otras drogas sintéticas, ya que son lugares de difícil acceso para las autoridades policiales. Más allá de ello, las organizaciones vecinales vienen denunciando permanentemente la connivencia de policías con las bandas narco y  la trata de personas. Se trata de dos flagelos íntimamente vinculados, en un submundo difícil de vulnerar y que se convierten después del tráfico de armas, en los negocios más rentables del universo.
Basta con recorrer las estadísticas para tropezar con datos contundentes. Los organismos internacionales dan cuenta de que cerca de 243 millones de personas, un 5 por ciento de la población mundial de entre 15 y 64 años de edad, han consumido una sustancia ilícita durante 2012. Hubo alrededor de 27 millones de consumidores de drogas problemáticas, equivalente a grandes rasgos al 0.6 de la población adulta en el mundo, o lo que es lo mismo, una de cada 200 personas.
El presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre, que hace más de 30 años libra una guerra sin cuartel contra el flagelo, sostiene que “la lucha contra el narcotráfico debe ser una política de Estado. Hay que instrumentar un plan a largo plazo, que obligue a continuarlo a los sucesivos gobiernos y levantar la guardia en materia de prevención, donde hoy son escasos los recursos que se destinan”.
Izaguirre asegura que las organizaciones delictivas lo desafían todo. “Hasta mandan la droga por correo, porque la correspondencia en nuestro país es inviolable. Además, la frontera es un colador. No hay radarización para detectar los aviones que pasan por día cargados de cocaína y por lo menos funcionan unas 1.500 pistas clandestinas, sobre todo en la zona norte”.
FACIL DE FABRICAR
Para poner en valor una realidad que mete miedo, también hay que señalar que el Departamento de Estado norteamericano sostuvo que si bien la producciòn local de cocaína creció en Argentina, aún no puede ser considerado un país de elaboración masiva. Pero además, en otro apartado del reporte anual, cuestionó la falta de controles y de informes que se elaboran a nivel local en materia de químicos utilizados para las drogas de diseño. Por su fuerte crecimiento en el mercado mundial, son consideradas como las “drogas del futuro”. Y aquí es donde las autoridades deberían poner atención.
Según notificaron los Estados miembros de la UNODC (United Nation Office on Drugs and Crime), la presencia de este tipo de drogas se incrementó en un 50% de 2009 a 2012 en todo el mundo. Se trata de estupefacientes sintéticos fáciles de fabricar y altamente rentables para los productores, como los cristales de metanfetamina o las pastillas de éxtasis. Los especialistas sostienen que el método es distinto al de la cocaína, ya que no se necesitan las condiciones para el cultivo de la materia prima. Sólo alcanza con precursores químicos que son legales, pero  que al fusionarse pueden generar sustancias ilícitas y se requiere de un simple laboratorio para hacer las mezclas. El peligro radica en que nuestro país cuenta con una industria química altamente desarollada y con todas las condiciones para ser tristemente una potencia en el mundo de las drogas sintéticas.

EN LA LISTA ROJA
En su último informe anual, la Junta Internacional Fiscalizadora de Estupefacientes, anotó a la Argentina en la lista roja. Esto tiene que ver con que en las fronteras se llegaron a incautar más de 5 mil litros de precursores juntos, tales como la efedrina, amoníaco o el anhídrico acético. Esto no hace más que dejar al descubierto  una participación en el tráfico a gran escala. De esta manera, con solo una pequeña mezcla, las pastillas o los cristales estarán listos para salir al mercado.
Si bien aún los casos de traficantes de drogas de diseño son aislados, casi todas las bandas comercializan algunas de estas drogas pero en menor medida que la cocaína y el consumo está concentrado en las clases medias y altas Una sóla dosis de éxtasis puede costar entre 30 y 60 dólares. Este mercado crece exponencialmente. Para que se tenga una idea, sólo  en la Provincia de Buenos Aires las incautaciones de  éxtasis aumentaron casi un 3 mil por ciento entre el 2011 y el 2013, de acuerdo a informes de la policía bonaerense.
Hay investigadores que sostienen que la facilidad a la hora de conseguir los precursores necesarios para la elaboración de drogas de diseño o “estiramiento” de estupefacientes tales como la cocaína y sus derivados, es otro de los puntos que aportan comodidad a los actores de este mercado ilegal. El éter de los aerosoles, el litio de las baterias, la nafta y el querosene “se consiguen en cualquier lado sin ningún tipo de control”, completó la fuente. Frente a este panorama y ante  el crecimiento del consumo mundial de las drogas de diseño, y teniendo en cuenta que Argentina es líder continental en exportación de precursores  químicos, la pregunta de cajón es si nuestro país puede llegar a ser una futura Colombia.

REFLEXIONES DEL NARCOSUR
La periodista mexicana Cecilia González, autora del libro “Narcosur” descarta que Argentina pueda convertirse en una potencia de la droga : “En Colombia el narcotráfico se metió en toda la estructura política y social, yo no creo que eso pueda pasar en Argentina, porque las drogas de diseño se trafican a menor escala, son más rentables y necesitan de una menor estructura criminal”. No obstante, debe servir como llamado de atención lo que ha ocurrido en ciudades como Rosario y Córdoba, donde estas bandas han puesto un pie muy fuerte y hasta demostraron que eran capaces de dominar la estructura policial.
Guillermo Serpa Guiñazú, ex coordinador del Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM) de la OEA, experto en políticas de la lucha contra el narcotráfico, tiene una visión más severa. Cree que nuestro país podría ser potencia del tráfico ilegal. “Absolutamente. Si la negación de este problema por parte de las autoridades persiste, no hay otro destino que no sea ese. Argentina terminará inexorablemente en un paraíso de las nuevas drogas”. Sostuvo además que desde el 2004 el narcotráfico está penetrando fuertemente en el país, ya que “la falta de regulación es estrepitosa. Desde distintos organismos nos cansamos de pedir la implementación de políticas serias y mayores controles fronterizos”.
Otro que se lo recuerda permanentemente al gobierno, es el presidente de la Corte Suprema de Justicia, el doctor Ricardo Lorenzetti. Es que el máximo tribunal tiene de primera mano las informaciones que llegan de la frontera del noroeste. En tal sentido, entre el 2005 y 2012 hubo un incremento del 84% de ingreso de causas penales relacionadas con el narcotráfico.
En noviembre, los magistrados advirtieron mediante un fallo que las extensas fronteras del NOA ofician de “gran puerta de entrada” para el tráfico ilegal de drogas que, para peor, no llegan solas hacia nuestro país: están acompañadas de graves delitos conexos como el tráfico de armas y la trata de personas. Es hora de volver a poner el grito en el cielo, como lo hará la Iglesia este sábado desde la zona Sur. Hay que acompañar este clamor, antes de que sea demasiado tarde.

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