miércoles, 5 de noviembre de 2014

El plan del PJ para evitar el voto anti en segunda vuelta


Por Jorge Joury
Todos en el PJ bonaerense están ansiosos con que Cristina se pronuncie por un candidato único. Sueñan con que sea Daniel Scioli y ponerse en campaña lo antes posible. No quieren saber nada con la palabra balotaje. Temen que si se llegara a una segunda vuelta en las elecciones del 2015, el voto “anti” peronista se fusione y termine pulverizándolos.  Mientras tanto, lo que se fogonea es dar la idea de un partido unido. Forma parte de un borrador que se pondrá sobre la mesa el próximo primero de noviembre en San Nicolás, donde habrá una cumbre, a la que asistirán además, la mayoría de los presidenciables. Antes de ese cónclave, el presidente del partido, Fernando Espinoza, invitó a un asado  a los apoderados del sello y algunos integrantes de la cúpula partidaria, para ir pergeñando algunos trazos del plan.
Los observadores sostienen que en la antesala de los comicios presidenciales, el peronismo ya está teñido de naranja, el color elegido por el ex motonauta. Reconocen un largo y constante trabajo subterráneo del gobernador bonaerense. Despojado de su titularidad en el PJ nacional, que ejerció tras la muerte de Néstor Kirchner, a todas luces, Scioli es hoy el presidente partidario “de hecho”. Lo logró a fuerza de encuestas y proyección electoral.
Pero hay nubarrones en el horizonte, que anticipan una fuerte pulseada. Parece que Florencio Randazzo no quiere saber nada con bajar a Provincia a disputar la Gobernación, tal como soñaban los caciques del conurbano. A 8 meses de la interna, el ministro ya mostró los dientes y estaría dispuesto a ir a la guerra con Scioli. “El Flaco”, como lo llaman sus amigos, ya se tiznó la cara y salió al cruce del gobernador bonaerense en varias ocasiones.
Primero su jefe de gabinete, Aníbal Pittelli,  mandó señales de enemistad a La Plata, al cuestionar  la “alarmante falta de gestión en la provincia de Buenos Aires en materia de atención al público”. De esta manera, trató se responsabilizar a Scioli  por las demoras de hasta 12 horas en los turnos para sacar el “Nuevo DNI”, uno de los pilares de la gestión Randazzo. Pero luego, el propio Florencio puso la frutilla de la torta, al señalar que Scioli es el candidato del “poder mediático”. “El poder económico y mediático tiene candidato. Un sale o sale. O es Macri o es Massa o intentan ganar las primarias dentro del FPV. Parece que los medios de comunicación quieren que las primarias del FPV las gane Scioli”, disparó  en Mendoza, en el encuentro del Instituto de Estudios y Formación Política del Partido Justicialista (Gestar).
SILENCIO DE RADIO
Como es su estilo, el bonaerense no acusó recibo. Espera, anota y observa el rumbo de la pirotecnia.  Aún cuando por ahora no será dicho en público, las primeras espadas naranja avalan la tesis de que, finalmente, Randazzo terminará abandonando aspiraciones presidenciales para competir por la sucesión de Scioli como candidato de la misma boleta del Frente para la Victoria que encabezaría el Gobernador en el escalón presidencial. El ministro lo niega en privado y en público con mucha vehemencia . Pero asesores sciolistas le susurran al Gobernador que si la Presidenta intuye que eso sería lo mejor para asegurar una oferta competitiva en la Provincia, obligará a Randazzo a bajar de escalón, acaso dándole al de Chivilcoy la excusa para presentar su resignación como un gesto a favor de la continuidad “del modelo”.
No obstante, en su visita a Mar del Plata, durante el coloquio de IDEA, Scioli continuó su derrotero para afianzar su relación cada vez más aceitada en defensa del ultrakirchnerismo. Calificó las duras críticas de los empresarios al gobierno, como “injustas e ingratas”. El ex motonauta trató de llevar la situación hacia aguas más tranquilas, recomendando a los sectores económicos “que tienen verdaderos intereses en el país a contribuir y poner el hombro en estos momentos y no sembrar ni incertidumbre, ni  zozobra. No se puede desconocer que a lo largo de estos años han crecido todos los sectores productivos. Esto no significa desconocer las dificultades coyunturales que puede haber, pero que se van a superar”, apuntó.
Scioli sabe que su futuro en mucho depende de lo que pase con la economía . Se ilusiona con que se pueda enderezar el rumbo después de enero. Por eso apuesta a calmar la fiebre. Pero también, como lo hemos señalado desde esta columna, no es casual que el gobernador vaya alineando cada vez más el discurso con el de la Casa Rosada. Aunque siempre dentro de su matíz conciliador. El bonaerense, que acaba de formalizar como vocero de la campaña a Jorge Telerman, hombre de experiencia en estas lides, quiere ubicarse en la línea de “mantener lo bueno” y “corregir algunas cosas”, discurso que en su momento también utilizó Sergio Massa.
SEÑALES PARA CFK
Es por eso que Daniel Scioli elogia el Código Civil. Arrincona a la oposición con políticas kirchneristas y les responde a empresarios críticos de la gestión nacional. El kirchnerismo ya ha bajado la guardia y no critica tanto como antes la gestión bonaerense. De esta manera, el gobernador es invitado por los peronistas para recorrer sus provincias y los referentes de La Cámpora comparten escenarios con él. Es una suerte de luna de miel. Scioli goza en las últimas semanas de un kirchnerismo que le envía señales de convivencia, mientras él se muestra más fiel al modelo que nunca.
Mientras tanto, en  la carpa naranja hacen cuentas. Tienen en claro, que necesitan del electorado ultrakirchnerista para ganar. De ese “30+10” con que especulan los más optimistas. El 30 es el piso que creen poder conseguir con los votos peronistas, entre los que estiman que cerca de un diez por ciento es un electorado kirchnerista. Y el 10 es el porcentaje que Scioli puede aportarle. Las señales de Randazzo de competir en la interna, en el caso de concretarse, no incomodan en la Gobernación. Aseguran que la interna con otro postulante invitará a participar a más votantes y luego mostrará un Scioli fortalecido. Creen que por la diferencia existente, el ex motonauta se impondría en Las Paso con comodidad. Muchos sostienen esta teoría, sobre la base de que en el escenario nacional, el gobernador crece y el ministro se desdibuja. La duda es si la sangre llegará al río.
EN TREN DE DESAFIOS
Si se diera el hipotetico escenario de una interna, Randazzo también alineó su discurso al de Cristina. Pero por ahora no le alcanzó para conseguir la bendición de la Casa Rosada. Es por ello, que la cúpula del PJ bonaerense apuesta todavía a una solución conciliatoria. Es decir, que Randazzo vaya a competir por la Gobernación de Buenos Aires, ya que mide bien. El kirchnerísmo necesita un candidato fuerte para enfrentar a Martín Insaurralde, Darío Giustozzi o quien termine siendo el representante del Frente Renovador. Pero Florencio lo rechaza: “Yo no voy a ser candidato a  gobernador”, recalcó en las últimas horas en Mendoza. Habrá que ver qué dirá Cristina. Ella tiene la palabra final a la hora de acomodar las fichas en el tablero.
“Randazzo también cuenta con buenos fierros”, sostienen algunos. Aluden a los recursos que maneja, como un presupuesto de 83.700 millones de pesos anuales. Una cifra que es la envidia de buena parte de los candidatos del Gobierno que ya se largaron a la carrera electoral. Desde su cartera, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, tiene funcionando un comando de campaña con la ilusión de ganarle la primaria al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y convertirse en el postulante único del Frente para la Victoria en 2015.
Su ministerio se convirtió en los últimos meses en un búnker donde se trabaja a destajo en el entramado de actos y construcción de relaciones . Por lo que se sabe, hay al menos una decena de sus funcionarios de máxima confianza que arman este andamiaje. Tiene a su mando una cartera que le abrió las puertas a la carrera electoral: transporte, migraciones, documentación y la seguridad vial son, y serán hasta fin de año, sus ejes para instalarse ante el electorado. La llegada de los nuevos trenes y las obras ferroviarias le dan además, una vidriera que provoca rencillas en el resto de los candidatos del gabinete.
A TODA MAQUINA
Randazzo se identifica con pocos de sus colegas en el gobierno nacional Es muy selectivo y cuidadoso con quienes  mostrarse. Aunque no lo diga públicamente, reniega de Amado Boudou. En su grupo de favoritos destaca a Diego Bossio, el titular de la Anses y dueño de otro de los presupuestos más abultados de la gestión oficial; Miguel Galuccio, el presidente de la petrolera estatal YPF; y Sergio Berni, el secretario de Seguridad.
Es un trabajador incansable. Todas las semanas, el ministro viaja al interior para inaugurar alguna estación de trenes remodelada, los centros de documentación rápida o acciones de la agencia de seguridad vial. Usa los aviones oficiales de la flota de Presidencia, el Tango 03 o el Tango 10, que el secretario general, Oscar Parrilli, le designa sin chistar. “Randazzo se mueve con hechos de gestión concretos”, se defienden en su equipo a la hora de los cuestionamientos por el uso de su estructura como plataforma electoral. Es una práctica que se repite en la mayoría de los candidatos, ya sean del gobierno nacional como de otros espacios, como Scioli o Mauricio Macri, que están en cargos ejecutivos.
El ministro se afianza en su armado territorial con los gobernadores e intendentes bonaerenses, a quienes lleva obras ferroviarias. En cada salida al interior repite el mismo esquema de campaña. Un acto y una charla con militantes políticos, ante quienes replica lo que es su despacho, con las doce pantallas que actualizan sus hechos de gestión. Tiene, a su vez, los fondos de los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN), otra caja para seducir a caciques provinciales. Recursos no le faltan y ostenta buena imágen de gestión en un área muy sensible para la gente como es el transporte. Habrá que ver  si finalmente se materializará la pulseada con Scioli. O si Cristina dejará correr las aguas para mantener activa a su tropa. Algunos sostienen, que la Presidenta tal vez  sobre la hora baje el martillo para concebir la fórmula .¿Terminará siendo: Scioli presidente y Randazzo gobernador?. Sería una manera de conformar el ejército bonaerense, que  esta vez tendrá que defender los trapos a la hora de la verdad, en lo que sin dudas, será la más dura de las batallas.

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