Por Jorge Joury
La naturaleza es sabia. Casi siempre avisa. Y además, se encarga de marcar los desaciertos del hombre. Tiene que ver con obras que no se hacen y malas regulaciones en la construcción. Lo hizo en La Plata, donde el 2 de abril del año pasado se vivió la peor catástrofe que se recuerde. La inundación allí dejó al menos un saldo de 89 muertos, daños inconmensurables y una herida que aún no se cierra. No obstante, pocas enseñanzas han quedado de aquel revuelo de grandes dimensiones del que hoy casi ni se habla y que parece haber ocurrido hace 500 años. Evidentemente, aquel desastre no ha servido para resolver la necesidad de proyectos hídricos fundamentales frente al factor climático, que según los especialistas, cada vez será más impiadoso. Tampoco se limitaron los permisos de construcción de edificios en el código urbano, que en el caso de La Plata, fueron determinantes para que el agua no escurriera y tapara a casi media ciudad.
No obstante, algunos han aprendido del drama. Por ejemplo, el municipio de Florencio Varela que instaló un Comité de Crisis de sesión permanente, después de la terrible tormenta del 4 de abril del 2012. En ese marco, hoy se monitorean y se dragan permanentemente los arroyos. Además, tanto Defensa Civil, como Bomberos, cuentan con un grupo entrenado y capacitado, que hace simulacros semanales para estar afilados frente a un eventual escenario de desastre.
Por suerte vienen seis días de sol. Pero lo cierto es que la inundación de las últimas jornadas ha dejado huellas profundas. Ha instalado una polémica de inusitada fuerza y hasta despiadada, en algunos de sus costados. Lamentablemente, las aguas hoy bajan turbias, en una discusión política que se aleja de lo principal: las necesidades de la gente, para defender egoísmos propios.
PASES DE FACTURA
Chicanas más. Chicanas menos. En tiempos de campaña política, los pases de factura llegaron frente a un escenario de 19 partidos de la Provincia bajo el agua a raíz de 40 horas de lluvia sin parar. Más de 5.300 evacuados y un saldo de tres muertos, completan la dolorosa postal. El gobernador Daniel Scioli es uno de los protagonistas de la historia. Se topó en un duelo de artillería, con el diputado Sergio Massa. Las presuntas responsabilidades de cada uno, dejaron un amplio caudal para el análisis. El mandatario acusó al Frente Renovador de “hacer política con el dolor de la gente”. Es más, apuntó a la cabeza de los intendentes de ese espacio por la proliferación de barrios cerrados en la zona Norte, dando a entender que al estar construidos a mayor altura, van en detrimento de los vecinos que los rodean. Su ministro de Desarrollo Social, Eduardo Aparicio, de manera desafortunada fue aún más lejos. Señaló que las inundaciones en los countries eran un acto de justicia divina.” Dios es justo, de arriba a todos nos mira por igual”, disparó por un barrio privado de Pilar, cuyo intendente es massista. Pero luego, ante la andanada de críticas que generó en las redes sociales, tuvo que salir a pedir disculpas.
Massa no se quedó atrás. Salió a reclamar que “dejen de buscar culpables y vayan por las soluciones”. Además devolvió “gentilezas” de sus oponentes y recordó que la autorización para el loteo y construcción de countries y barrios privados es una atribución del Gobierno de la Provincia.
Lamentablemente, el escenario de pirotecnia se veía venir desde el domingo. Ese día, los intendentes alineados con Massa abrieron el paraguas y salieron con los tapones de punta. Acusaron a Scioli por la falta de obras hidráulicas en la Provincia. En el cuartel naranja se defendieron de la andanada y cargaron culpas hacia los barrios privados y la falta de propuestas. Pero en las últimas horas el propio gobernador se puso al hombro ese discurso. “Cuando se da una desigualdad tan grande de que hay una cobertura de un 50 por ciento del territorio solamente de barrios cerrados, va en detrimento del resto de la población por las consecuencias que tienen las tierras que se elevan y que perjudican al resto”, argumentó.
ACUSACIONES PUNTUALES
Durante un acto en Ituzaingó, el mandatario criticó sin nombrarlos a los alcaldes de los partidos bonaerenses de Tigre y San Fernando , que lo habían cuestionado. Los acusó de tener “problemas” propios de planificación urbana” en sus comunas. “Lamentablemente hay quienes aprovechan el dolor de la gente, para hacer política. Lamento esas actitudes mezquinas”, disparó.
Mientras las cámaras de TV mostraban imágenes patéticas del conurbano bajo el agua, con la pestilencia cloacal y el peligro de electrocuciones, Massa salió al cruce del gobernador. Lo hizo durante un acto donde anuncio subsidios y exenciones impositivas para vecinos de Tigre afectados, mientras se sacaba fotos abrazando a los daminificados. Algo que a todas luces aparecía como perfectamente articulado, para que luego su equipo de prensa distribuyera la postal a los medios.
Algún día los políticos tendrán que asumir que no se debe manipular el drama. Sobre todo cuando afecta a las clases más pobres, sin capacidad de respuesta. “En Valentín Alsina, Laferrere, Virrey del Pino, Azul y Pringles, no hay barrios cerrados. Y sin embargo hay inundaciones. Dejen de buscar culpables y busquen soluciones”, dijo Massa al redoblar la apuesta.
Además, el diputado se colgó de la normativa provincial “que establece que cada urbanización especial requiere de la firma por decreto del gobierno de la Provincia. Así que en todo caso se tendría que revisar la actuación de los funcionarios provinciales”. Y si algo le faltaba al reparto, desde la Casa Rosada, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich tomó la batuta y señaló que “se superaron varios récords de lluvia acumuladas en 24 horas”. Además, atribuyó el desastre a tres factores: imposibilidad de desaguar los ríos interiores del Río de la Plata y el interior del Delta por la sudestada. La saturación de los suelos tanto superficiales como subterráneos. Y la incorporación de volumen de agua drenal superior”.
“UN VIDEO MANDADO”
En las últimas horas la película continuó. Scioli tuvo que salir a defenderse a través de las radios, como lo hizo el lunes por la noche en el programa “Intratables”, de América TV. Volvió a manifestar su indignación por las imágenes que lo muestran mirando un partido de fútbol sala. Acusó al massismo de armar con esto una operación política en su contra.“Mi indignación y mi enojo en el programa “Intratables”, todos saben que no es habitual en mí. Cuando uno ve un oportunismo de este calibre es como un abuso hacia al dolor de los inundados. Fue un video mandado. Yo estaba advertido de eso. La burda maniobra política quedó desenmascarada apenas se empezó a conocer. Esto fue lo que me generó indignación. Como yo tengo amigos en todos lados, me avisaron: “Mirá que la gente de Zúccaro y Massa te mandaron a sacar una foto, para operarla. Si son ellos son el futuro y van a hacer política de esta manera, que lo hagan así se desenmascaran”, lanzó Scioli.
El gobernador y precandidato oficialista contó que “me dijeron que me estaban mandando una persona, al partido que fuí a ver a mi equipo de La Ñata, donde no jugué pero estaba vestido con pantalones cortos y la indumentaria naranja. Es un golpe bajo”, añadió
UN ALERTA ACADEMICO
Más allá de la pirotecnia verbal, quienes tienen la responsabilidad de gobernar, deberían tomar nota que las implicancias del crecimiento de los barrios cerrados en las inundaciones han sido remarcadas desde el ámbito académico. Por ejemplo, desde el Centro de Investigaciones Geográficas de la Universidad Nacional de La Plata se detalló que, en el Río Luján, una de las zonas más afectadas, estos emprendimientos tienen “una incidencia clara en los cambios de los patrones de escurrimiento”.
“El río necesita una planicie de inundación para que en momentos de creciente, el agua naturalmente inunde esa planicie, un proceso natural de cualquier río que tiene un caudal medio pero en épocas de crecientes, al superar ese caudal, evacúa el agua avanzando sobre ese espacio”, afirmó a la Agencia de Nacional de Noticias Jurídicas, la geógrafa Patricia Pintos, integrante de ese centro de estudios.
Con la responsabilidad primaria de regular el suelo, el municipio tiene que atender la solicitud en primera instancia. El decreto Nº 27 de 1998, firmado por Eduardo Duhalde, estable que el proyecto inmobiliario puede “localizarse en cualquiera de las áreas definidas por la ordenanza municipal de ordenamiento territorial urbana, complementaria o rural”.
También se pone de manifiesto que en los casos que corresponda, el Municipio debe propiciar un cambio normativo del predio en cuestión “a fin de dotarlo de los indicadores urbanísticos, mediante los estudios particularizados”. En ese sentido, en el artículo tercero de ese mismo decreto, se señala que la implementación de un barrio cerrado estará condicionada al cumplimiento de varios requisitos, entre los que sobresalta que, “el emplazamiento no ocasionará perjuicio a terceros respecto de la trama urbana existente, ni interferirá futuros ejes de crecimiento”.
Para cerrar : una vez un intendente del conurbano me confió que ” las obras hídricas no dejan votos. La gente no las ve”. Así se justificaba por no llevarlas a cabo. Pero un dìa, el agua llegó a su distrito de manera dramática. Tal vez hoy, aquel desafortunado concepto deba ser reemplazado con políticas de prevención. Llegó la hora, antes de que el agua nos tape a todos.
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