miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿Quién mueve las fichas en el tablero del miedo?


Por Jorge Joury
Primero estalló el conflicto policial por mejoras salariales en Santa Cruz . Y en las últimas horas un hecho aún confuso, disparó todas las alarmas en la Casa Rosada. Unas cien personas se llevaron la carga de 50 toneladas de maíz de 18 vagones de un tren que se había detenido por problemas técnicos en la localidad de Caupi Pozo, en Santiago del Estero. Dos escenarios, que tal vez no tengan vasos comunicantes, pero que al menos son llamativos. Lo que se sospecha, es que estos episodios sean parte de un plan para meter miedo en la población. Algo así como el preludio para fogonear un cuadro de situación similar al de las navidades del 2013. La propia presidenta de la Nación abrió el paragüas en las últimas horas. “No estaremos en Disneyworld, pero que no nos quieran plantear un escenario apocalíptico que no existe”, sostuvo al exponer durante una hora ante unos mil empresarios nucleados en la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina.
Si bien es cierto que la situación es de absoluta tranquilidad en todo el país, las  primeras espadas de CFK temen que la rebelión policial en Santa Cruz  se extienda por contagio a otras provincias. Estas señales también empiezan a generar preocupación en las administraciones locales.
Las versiones dan cuenta de movimientos extraños. En Santa Fe comenzaron a circular mensajes de texto y de Whatsapp entre los efectivos que llaman el 27 y 28 de noviembre a “tomar los portones” de las dependencias policiales de la capital provincial y de Rosario en reclamo de incrementos salariales. El sindicato no reconocido de Apropol se despegó de la convocatoria, aunque en el gobierno santafecino no creen que sea ajeno.
Además, el martes de la semana pasada integrantes de este gremio entregaron un petitorio que surgió -según señalaron en Apropol- de una asamblea de policías autoconvocados, en el que reclaman una “urgente recomposición salarial” que lleve el salario mínimo a 15.000 pesos (hoy es de $ 8100).
También pudo saberse que en la policía de Tucumán  esperan ser convocados antes de fin de año para negociar una recomposición salarial. En diciembre de 2013 lograron un aumento de 35% y ahora exigirán una mejora no inferior a 40%, según pudo saberse.
Mientras tanto, la lupa del Gobierno está puesta en informes de inteligencia que dan cuenta  de un panorama similar en otras regiones. En Río Negro, por ejemplo, los agentes policiales que cobran un salario mínimo de $ 9550 y $ 500 por presentismo, reclaman llevarlo a 15.000 pesos. En Chaco existe preocupación , ya que si bien oficialmente no hay indicios de inquietud, la policía estaría realizando distintos tipos de acciones.
En Jujuy,  existen fuertes rumores que parte de la fuerza está disconforme con la situación actual, ya que consideran que el arreglo para alcanzar los $ 8500 no se cumplió, aumentó la carga horaria y no se reflejó en la paga. En tanto, la situación en San Juan, Santiago del Estero, Mendoza y Salta es de relativa tranquilidad.
EN BUENOS AIRES
A todo esto, en la sede de la Gobernación en La Plata, la carpa naranja levantó la guardia. Se sigue atentamente lo que ocurre en el escenario a nivel nacional. No obstante, desde hace semanas se vienen articulando mecanismos de prevención a nivel territorial. El ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, cuenta con una voluminosa carpeta donde  están detalladas las zonas más calientes del conurbano. Se trata de distritos donde eventualmente pueden desatarse saqueos o alteraciones del orden a fin de año. Existe un completo informe de inteligencia, en el cual trabajan en forma combinada el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, el jefe del Ejército, César Milani, los intendentes y algunos gobernadores.  Allí se planifica la estrategia para contener la eventual protesta social, frente a un diciembre que se pronostica de alta temperatura en materia de reclamos. Algunos lo llaman “Operativo Navidad Roja”. En el plan está previsto implementar los sistemas más sofísticados de seguridad. Toda la tecnología posible y lo más avanzado, que incluye el uso de drones. Se los llama los espìas del aire. Una especie de aviones no tripulados que captan movimientos sospechosos desde el cielo.
ALERTA GENERALIZADA
Por lo que se comenta en La Plata, la  primera medida que tomó Berni fue enviar un alerta a las fuerzas de seguridad. Contempla la suspensión de todas las licencias anuales durante diciembre y enero para Gendarmería, Prefectura Naval y Policía Federal.  Cerca de mil gendarmes destinados a diferentes puntos fronterizos se quejan mientras arman sus mochilas para pasar las fiesta de fin de año en Buenos Aires. Más del doble aterrizarán en Córdoba , Santa Fe, Tucumán y Bariloche.
Eso no significa que esos sean los únicos puntos del país donde podrían estallar “situaciones violentas”. Pero son puntos que aparecen en rojo en una de las pantallas que hay en la sala de situación y operaciones del Edificio Centinela, sede de la Gendarmería. Fuentes responsables de esa fuerza reconocieron que los primeros en recibir la alerta, fueron los efectivos de las unidades móviles,  quienes recibirían un “refuerzo operativo de personal proveniente de los escuadrones de frontera”. El vocero reconoció que el movimiento será gradual a medida que se obtenga información precisa del análisis de las situaciones de riesgo.
COMANDO CONJUNTO
Por su parte, el general de brigada Emilio Jorge Luis Rodríguez, comandante de la Segunda División de Ejército, con asiento en Córdoba, ya recibió la orden de dar una mano a los gendarmes que sean trasladados a esa provincia. En principio, camas y carpas deben estar listas a la brevedad. En el Edificio Libertador admitieron que la única participación que podría tener el Ejército es en lo logístico. La jurisdicción del “Ejército del Norte”, que comanda Rodríguez, abarca las unidades de Catamarca, Córdoba, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán.
Todo el plan está siendo hilvanado en el más absoluto secreto. En Buenos Aires, Berni y el ministro de Seguridad de Scioli, Alejandro Granados, están aceitando el mecanismo para  poner en marcha un “comando conjunto de operaciones”. Tiene que ver con  coordinar acciones entre la policía provincial y las fuerzas federales. Los gendarmes serán distribuidos en las instalaciones de Campo de Mayo, Ezeiza y Lomas de Zamora. Y desde esos destacamentos patrullarán diversos puntos del Conurbano.
En esta columna dimos cuenta tiempo atrás, que la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Alvarez Rodríguez reconoció se que comenzó a trabajar “para prevenir todo tipo de acciòn de conflicto que pudieran ocurrir a fin de año, puntualmente desbordes sociales. No obstante, desde la Casa Rosada están con los ojos bien abiertos. La pregunta que se hacen es si este año habrá calma en las policías provinciales, a diferencia de los acuartelamientos y las protestas que se registraron durante fines del 2013. En este sentido, dentro del Ministerio de Seguridad aseguran que ya recibieron reclamos salariales de fuerzas de distintas provincias, pero creen que podrán resolverlos.
PIQUETES SORPRESA
Por lo que se comenta en los basillos de Balcarce 50, la Secretaria de Inteligencia (ex SIDE) y el jefe del Ejército, César Milani le entregaron a Cristina Kirchner información sobre un plan de los movimientos políticos y sociales de la izquierda dura. Se trata de un plan que contempla un piquete sorpresa por día, para convertir a Buenos Aires en una ciudad imposible de transitar. Las organizaciones que están en la mira son Barrios de Pie, el Partido Obrero, El MST y la Corriente Clasista y Combativa. Berni mandó a revisar los protocolos de desalojo. La preocupación es la misma de siempre. No se quiere muertos en las calles. Ya lo dijo Cristina, la bala que mató a Mariano Ferreyra rozó el corazón de Néstor Kirchner.
En el plan de prevención del Gobierno, otro de los frentes está a cargo del ministro de Planificación, Julio De Vido. El foco está puesto en las obras eléctricas, reacción derivada de uno de los conflictos con los que comenzó el año después de un pico de calor extendido y los cortes de luz que transformaron partes del conurbano y de la ciudad de Buenos Aires en un caos.
Más allá de las sanciones y las amenazas de rescindirles los contratos a Edenor y Edesur, el Gobierno terminó finalmente apurando a las empresas para que avancen con las obras y destinó recursos del Tesoro para paliar la crisis. Ya invirtió más de 2100 millones de pesos en el plan de obras que lanzó De Vido tras los cortes del verano pasado.
Del total del programa de inversión, de 3.950 millones de pesos en dos años, el Gobierno anunció que ya ejecutó poco más de la mitad en los primeros diez meses por temor a nuevos cortes de luz. Todas las semanas, Roberto Baratta, mano derecha de De Vido, se reúne en el ministerio con los responsables de las compañías, encuentros que se intensificaron en los últimos días para apurar la mayor cantidad de obras. Los más presionados son los directivos de Edesur, que tienen la demanda más importante de las zonas más vulnerables del conurbano y el sur de la ciudad.
TODO BAJO LA LUPA
Para paliar daños, De Vido, el hombre que sigue manejando la relación con los intendentes de la provincia de Buenos Aires, cerró convenios con 20 municipios por unos 1000 millones de pesos para la renovación y ampliación de redes de media y baja tensión. De paso, monitorea con los jefes territoriales el termómetro social ante la posibilidad de que se generen focos de conflictividad. Además creó en el noveno piso del Palacio de Hacienda, edificio que comparte con Axel Kicillof, un centro de atención para los usuarios. También mantiene diálogo con los sindicatos, sobre todo con el jefe de la CGT oficial, Antonio Caló, que el martes pasó en las últimas horas por la Casa Rosada.
En forma paralela, Berni coordinará un dispositivo de prevención y monitoreo con los ministerios de Defensa y de Desarrollo Social, con preeminencia de los equipos de intervención territorial en las villas. Por el momento, en el Gobierno no tienen detectados posibles conflictos, pero funcionarios oficiales reconocen que aún es temprano y que se pueden generar situaciones provocadas. Donde pondrán especial atención, agregan, es en las vías ferroviarias, en las que reforzarán la custodia llegado el fin de año.
LOS SUPERMERCADISTAS
Mientras el Gobierno trata de bajar el tono de la preocupación, las cadenas de supermercados, tanto grandes como medianas o chicas, están tomando precauciones. La idea  “es trabajar en la prevención, porque el tema preocupa mucho a nuestros asociados”, manifestó Fernando Aguirre, titular de la Cámara Argentina de Supermercados, que representa a mil bocas de expendio en todo el país. Cada cámara regional trabaja a nivel municipal y con los comisarios distritales. También se habla con organizaciones sociales y punteros, para generar un clima de diàlogo. Se está instrumentando la entrega de bolsas con alimentos, para evitar que sectores interesados puedan embarrar la cancha. La Asociación de Supermercados Unidos (ASU), otra entidad que nuclea especialmente a las grandes cadenas como Coto, Walmart y Carrefour, articulan con las autoridades nacionales y de la provincia de Buenos Aires un plan para contener futuros desbordes.
Los supermercados chinos nucleados en la Casrech, cuyo titular es Miguel Calvete, también se pusieron en guardia. No hay que olvidar que hace un año, sufrieron cincuenta saqueos. Hoy están reeditando con apoyo de la Embajada oriental un protocolo de seguridad, que incluye la recomendación de no abrir hasta tarde en la noche; tener sistemas de alerta temprana y estar en diálogo con las fuerzas de seguridad locales.
En busca de mayor seguridad, varios empresarios buscan contratar nuevos servicios tecnológicos, más alla de las cámaras. Por ejemplo, en la compañía Lo Jack están ofreciendo nada menos que drones, una especie de aviones no tripulados, que captan información de los alrededores de un establecimiento para que sea procesada en un centro de información.
“Estos dispositivos pueden recibir información electrónica automáticamente y realizar tareas de observación de manera remota, de forma que pueda verificarse el alerta generado por otro dispositivo, generando más información de modo autónomo con más rapidez y efectividad”, explicó Enrique Vera Vionnet, gerente de marketing de la firma.
Cuando falta menos de un mes y medio para diciembre, el país está en guardia ante eventuales desbordes. Los efectos de la  inflación, que pegan más durante en los sectores más necesitados, pueden ser caldo de cultivo de sectores ultra violentos. Pero a diferencia del 2013, esta vez el pronóstico oficial es de alerta máxima.

No hay comentarios: