miércoles, 5 de noviembre de 2014

Los exabruptos de Carrió más que nada desUNEN


Por Jorge Joury
En el ambiente periodístico hay coincidencia entre los editores, en que Elisa Carrió es la dirigente política que más títulos explosivos genera. Es un clásico escuchar el :” Lilita vende”. Pero en los círculos políticos, le tiemblan. La califican de díscola a inmanejable. Es apocalíptica a todas luces. Pronosticadora de los escenarios más terroríficos. No está loca, pero es un tiro al aire, sostienen algunos de sus rivales. Los dirigentes del Frente Amplio UNEN (Faunen) intuían que la convivencia con ella podía llegar a ser complicada. Pero ni por asomo imaginaron que estaban comprando una bomba de tiempo. Lo de Lilita y sus exabruptos, hoy son una novela por capítulos y para el asombro. En su derrotero aliancista, la diputada, antes de la presentación formal del espacio, plantó bandera y mostró los dientes. Enarboló la teoría de construir una coalición lo más amplia posible, para derrotar al peronismo. Creee que para ello es fundamental contar con Macri, aunque tenga que renegar de principios ideológicos. Al líder del PRO lo denostó de la manera más agraviante en el pasado, pero hoy cree que es el rayo láser para pulverizar al peronismo. Luego generó el divorcio con su socio estratégico, Pino Solanas, al que hoy se empecina en jubilar, vociferando a tambor batiente que tiene 80 años. Y con el correr de los meses, la apuesta ha subido y lo seguirá haciendo, hasta límites insospechados.
Hace pocas horas, uno de sus principales sparring, el senador Aníbal Fernández dijo de ella: “Lo que tiene Carrió, como dice Jaoaquín Sabina, es la frente muy alta. La lengua muy larga y la falta muy corta. No sé cómo será la falda”, se preguntó. Y agregó: “me cansé y presenté una denuncia para que ella ponga sobre la mesa lo que tenga de mi persona. Es más, renuncié a mis fueros, porque me presenté a la justicia como un ciudadano particular. Además, insulta a sus compañeros, a Margarita Stolbizer a Pino Solanas, Binner. No tiene paz con nadie, ni le importa nadie. Es una cosa imposible”, sentenció.
Una vez, Alberto Balestrini, cuando era intendente de La Matanza, me comentó: ” me gustaría verla sentada una semana en este sillón, a ver cómo resuelve los problemas más acuciantes. Carrió no tiene gestión. Nunca fue intendente para comprender la realidad y quiere ser presidente. Es puro blá, blá. Pocas veces puede probar sus denuncias y generalmente lo que vaticina, no se cumple”, sentenció.

NO SE SALVA NADIE
Lilita quiere volver al país del 83 y derrotar al peronismo como sea, aún en medio de la construcción una bolsa de gatos. Para ello hace una cuenta: UNEN más el PRO, sería una manera de cortar la continuidad de sus eternos rivales. Pero no construye de una manera convicente. En el estado mayor macrista  se observan sus movimientos con silenciosa complacencia . Aguardan que la situación decante para poder ver el horizonte. En el frente progresista, en cambio, funciona como una tormenta devastadora que parece colocarlo al borde de la disolución. Además hay que agregar que a este escenario contribuyen con intensidad los radicales con sus últimos zurcidos territoriales. Y en medio de todo ese panorama, aparecen fotos urticantes. Gerardo Morales y Sergio Massa, en Jujuy; el abrazo de Carrió y Michetti. Todo contribuye a que los dirigentes de ese sector, estén al borde de un ataque de nervios.
Encima, en los últimos días, Lilita puso en marcha un derrotero devastador. Trató de imbéciles y mediocres a los que se niegan a sellar un acuerdo con Mauricio Macri. Se mostró sonriente y abrazada a su amiga, Gabriela Michetti. Dijo que Jorge Obeid fue “el mejor gobernador de Santa Fe”, en presencia del propio Hermes Binner y cada vez participa de menos reuniones con sus socios del frente.
Hace pocas horas, durante la presentación de su libro en la localidad de Escobar, volvió a mutar  a dinamita. Entre los destacados de la munición gruesa, pueden recopilarse las siguientes frases:  “Estamos siendo tomados. Massa es narco. Me peleo con los radicales que le cobran a Scioli para aprobarle las leyes. Estoy sacando imbéciles del camino. Pino tiene 80 años y es senador. ¿Qué mas quiere? “. Carrió cargó contra todos y no dejó títere con cabeza: “Acá la penetración del narcotráfico se está metiendo para lavar dinero, hasta en las iglesias e instituciones benéficas. Todos los carteles propagandísticos que se ven en la calle y autopistas, que yo no tengo ninguno, salen 100 mil, 200 mil pesos por mes y es dinero del narco. Eso es Massa. No sólo que es oficialista, sino que también es narco”.

CON EL VENTILADOR A FULL
Carrió no tiene filtro. Disparó, recargó y volvió a apuntar, ahora contra los de su propio Frente Amplio Unen, cada vez más mutilado internamente. “Yo me peleo con todos porque roban y traicionan. Me peleo con muchos porque dicen que son radicales y después le cobran a Scioli para aprobarle las leyes. Ahora estoy peleando por la unidad y sacándome imbéciles del camino porque sino el PJ se los lleva puesto”, sostuvo.
Hubo lugar para las figuras bíblicas también, como Abraham y su prueba de fé y el Rey Salomón, dirigidas a una “sociedad argentina mal apegada y obediente”. Con un ramo de flores en la mano y ante la mirada de varios dirigentes locales, se despachó también contra Macri, pese a sus intenciones de alianzas. “Yo denuncio y no lo quiero a Macri, pero si no armamos una alianza, al menos no peronista, nos vamos a quedar recitando poesía el resto de nuestras vidas mientras los mafiosos nos roban y los políticos matan a nuestros hijos”, disparó. No obstante, para tranquilizar a la audiencia, Carrió pidió que: “No se preocupen, porque no estoy rompiendo nada. Estoy sacando imbéciles del camino. Pino ya tiene 80 años y sigue siendo senador. Estoy tratando de hacerle entender al socialismo que es sólo una alianza, ya que con sectores del PRO hacemos que el peronismo no gane”, remató.

LA COSTUMBRE DE VICTIMIZARSE
Los dirigentes del Faunen, están hartos de ella y ya no quieren dar explicaciones. Aseguran que lo que quiere es tensar la situación y provocar que la echen del espacio, para luego victimizarse, como es su costumbre. Algo que nadie está dispuesto a hacer. “Que diga lo que quiera. Nosotros no vamos a hacer nada”, puntualizó un referente del sector. Reconocen además que Carrió ya casi no tiene presencia en las reuniones del espacio en las que solía estar. “El Libro Gordo de Carrió”, como algunos lo llaman, comenzó a escribirse en el mes de marzo con su idea de ampliar el espectro de alianzas del FAUNEN hacia el macrismo, aún antes de que el espacio fuera presentado formalmente. Sin embargo, en ese momento, los dichos de Lilita no fueron tomados como un riesgo para el frente. Algunos en la UCR sostenían que “Lilita coquetea con Macri porque quiere ganar a su electorado en la Ciudad, no porque realmente quiera cerrar un acuerdo con ellos”. Otros, minimizaban el tema, pero el tic-tac de la bomba, empezaba a funcionar.
“Son cosas de Lilita, no hay que prestarles atención. En las reuniones del Frente participa gente de la Coalición  Cívica y nadie ha planteado esa posibilidad”, aseguraba un dirigente con presencia en las negociaciones en las cuales se tejía la alianza. Pero con el correr del almanaque, a Carrió empezó a salírsele la cadena con más frecuencia.  Plantó a Pino Solanas en un acto por la conmemoración de triunfo de UNEN en la Ciudad de Buenos Aires y volvió a generar malestar. Con sus embates, la diputada volvió a instalar la idea de una pelea interna. Tampoco participó de las presentaciones que hicieron los equipos de UNEN con propuestas de Gobierno. Durante los dos eventos que se hicieron en las últimas semanas, en la primera fila del auditorio del Palacio Rodríguez Peña, estuvieron sentados todos los referente del espacio, a excepción de Lilita.
En las últimas horas, Julio Cobos se quejó a tambor batiente de las expresiones de la dirigente : “Todas estas cosas terminan beneficiando a otros espacios políticos. Esta actitud no ayuda a UNEN”. Cansados de las actitudes de Carrió y buscando alejarse de la figura de “una bolsa de gatos”, los principales dirigentes de ese espacio ahora ruegan que Lilita defina si quiere  o no estar allí. Pero siempre y cuando acepte bajo condiciones de respeto y convivencia. No hay quien apueste una moneda a que se concrete el milagro. Por lo bajo, la mayoría dice que aguarda que Carrió dé un salto definitivo al PRO, aunque nadie sabe si Macri le pondrá red o la dejará seguir de largo.

DESDE EL PRO OBSERVAN
Por lo que pudo saberse, hasta el momento, el acercamiento de Carrió al PRO no tuvo más manifestaciones que su relación con Gabriela Michetti. “A diferencia de Luis Juez, que se sentó más de cinco veces a charlar con Emilio Monzó, Carrió no mantuvo conversaciones, para construír alianzas. Comentan en el cuartel amarillo que no tomó un café con nadie. Por ahora, su prédica de que Macri sea presidente, no viene acompañada de ningún pedido específico. Cerca de Michetti confirman que los encuentros de la senadora con Carrió se deben a “la buena relación personal que tienen”, pero hasta ahora no se traducen en negociaciones políticas.
Aunque el debate interno sobre la relación del PRO con Lilita aún no llegó a la mesa partidaria, varios dirigentes se preguntan si la diputada realmente le sumaría a esa fuerza o le generaría una fractura en el corto plazo. Para un dirigente el PRO que compartió con ella muchas horas en la Cámara de Diputados: “Lilita es brillante. Es una espada filosa en el recinto. Honesta y verborrágica. No tiene freno en decir muchas cosas. Pero el problema es que no sabe escuchar a los demás. Ella expone, se levanta y se va. El resto no existe. Y ése no es el estilo del PRO”.
Sin embargo, en la matríz dialéctica de Carrió, aflora permanentemente la intención de crear un romance con el electorado amarillo. La dirigente donde puede, insiste con su frase: “No tengo la culpa de que la gente me quiera”. Hay quienes opinan que existen dos polos contrapuestos en esta construcción. Una cosa es que la quieran. Y otra, es que le crean. Como en las novelas: continuará…

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