martes, 18 de noviembre de 2014

Otro round Scioli – Massa por un bono de fin de año




Por Jorge Joury

Sciolistas y massistas están con pintura de guerra. Es más, en lo que está por venir, redoblarán la apuesta para ver quien tira más de la cuerda. En este trecho, el más perjudicado puede resultar el gobernador, ya que debe gestionar con viento de frente, por los cada vez más intensos pinzamientos gremiales de fin de año. Tiene que ver con el paro de los maestros, que ya privó a los chicos de 21 días sin clases y las movilizaciones de los estatales por mejoras salariales. Y encima, está pendiente para su aprobación en el parlamento, el proyecto de Presupuesto 2015, una herramienta vital para el próximo ejercicio, el último de su gestión bonaerense. En un presente económico adverso por la inflación y la falta de crédito externo, Scioli tendrá que remar en el dulce de leche, como se dice comúnmente,  para evitar el incremento de la conflictividad social. Sabe que ceder hoy a las demandas, sería generar un efecto cascada con el resto de los gremios, que se le vendrían en las narices. El gobernador es consciente que la llegada de fin de año, acelera las pulsaciones y tendrá que apelar mucho al  diálogo, la cintura y persuasión.
Massa en cambio, tiene un plan para incomodarlo. Dio órdenes al bloque de senadores del Frente Renovador, a que impulse una iniciativa para que el Gobierno bonaerense disponga un “bono compensatorio” para estatales, que apacigüe el impacto de la inflación de este año. Siete provincias ya lo anunciaron para evitar un diciembre rojo como el del año anterior, que terminó en saqueos y una trágica rebelión policial. Se trata de Córdoba, La Pampa, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe y Santiago del Estero.  Pagarán a sus empleados una suma especial que oscila entre los 1.400 y 3.500 pesos. Tanto Scioli como Macri, alegaron la falta de recursos para poder sumarse. Y la ANSES negó que vaya a otorgar un beneficio especial para los jubilados, ya que tiene que afrontar la suma de 53 mil millones de pesos entre sueldos y aguinaldos.
EL FOGONEO
La iniciativa en la Provincia, la timonea el cuñado de Massa, el senador Sebastián Galmarini. El joven legislador le pondrá a Scioli el aliento en la nuca, para que les conceda a los trabajadores bonaerenses un bono que compense, de manera proporcional, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. “La inflación se comió los aumentos que dispuso el gobernador para este año, y el presupuesto en tratamiento ante el Congreso provincial no incluye ninguna pauta de aumento salarial para el próximo año”, señaló el senador.
En los fundamentos del  proyecto se da cuenta del reclamo que están realizando distintas organizaciones sindicales, que solicitan un bono para acotar los efectos de la inflación respecto del aumento acordado en las paritarias, donde se contempló una mejora que en promedio ronda el 22%, cuando la inflación estimada para este año orilla entre el 35% y 40%, según la mayoría de las consultoras privadas.
Vale recordar que el massismo viene implementando y difundiendo una movida similar en las comunas donde gobierna, como Almirante Brown, Olavarría y Tigre, que ya tomaron la decisión de pagarles a sus empleados municipales un plus salarial de $2000 como bono de fin de año. Se trata de municipios con buena recaudación. Cuentan con recursos que no tienen la gran mayoría de los de GBA. En el massismo sostienen que la provincia de Buenos Aires debe avanzar en igual sentido, sobre todo teniendo en cuenta que los ingresos provenientes de la recaudación provincial han aumentado el 32% en comparación con el año 2013. Del otro lado del mostrador observan  y califican a la solicitud “como una maniobra electoralista del FR”. “Le pedimos una vez más al gobierno que maximicen el rendimiento de los recursos y que no malgasten el dinero en gastos superfluos, como la publicidad o eventos en otras provincias”, fustigó Galmarini. Además, el legislador fue por más e instó a Scioli a “reclamar junto a todos los representantes bonaerenses que el Gobierno nacional actualice los fondos para la provincia de Buenos Aires y afrontar su último año de gestión sin seguir recortando gastos y aumentando impuestos”.
EL PRESUPUESTO
En el estado mayor naranja intuyen que los que vienen serán 13 duros meses.  Lo cierto es que cuando aún no han cicatrizado las heridas que dejó la dura batalla por los inundados con el FR, Scioli recibió desde el parlamento una buena noticia. Se trata de la inminente aprobación del Presupuesto y La Ley Impositiva 2015, una herramienta fundamental para el último año de gobierno, proyecto que  prevé gastos por $246.000 millones.
Las negociaciones entre los bloques del oficialismo y la oposición  desembocaron en las últimas horas en un principio de acuerdo que permitiría que las dos iniciativas sean tratadas y sancionadas en las dos cámaras. Para eso, en el oficialismo habrían aceptado introducir algunas modificaciones en la redacción de ambos proyectos. El acuerdo más trabajoso fue el que se alcanzó con los legisladores del Frente Renovador. Para conseguir el acompañamiento de ese bloque a la Ley de Presupuesto, el FpV aceptó introducir tres cambios sustanciales a la norma. En primer lugar, bajar 10 mil millones de pesos el monto total de lo que se autorizará para tomar deuda al Ejecutivo, que pasará de 31 mil a 21 mil millones de pesos. También se acordó no incluir en el texto del proyecto el artículo por el cual se prohibiría el cobro de la denominada tasa vial a la carga de combustibles que aplican la mayoría de los distritos gobernados por el massismo.
FONDO EDUCATIVO
Finalmente, se llegó a un entendimiento para modificar la afectación de las partidas del Fondo Educativo, unos 2.300 millones de pesos que Nación gira a los municipios. El Ejecutivo había incorporado un artículo por el cual se obligaba a las comunas a usar una parte de esos fondos para el mantenimiento de infraestructura escolar de los establecimientos que están bajo la órbita provincial, lo que había generado reclamos de los intendentes. Con esas modificaciones, y el apoyo del massismo, el Frente para la Victoria cuenta con el número necesario para sancionar el Presupuesto.
No obstante, el escenario es más complejo en lo que tiene que tiene que ver con el proyecto de Ley Impositiva, ya que las espadas de Massa se mantuvieron firmes en su decisión de no acompañarlo. Así, el oficialismo se abocó en las últimas horas a una compleja negociación con los otros dos bloques con peso numérico en la Legislatura, el FAP y la UCR. Para conseguir el respaldo de esas bancadas, el Frente para la Victoria aceptaría introducir alguna modificación en el esquema de incremento del Impuesto Inmobiliario Rural a partir de un pedido del campo para aminorar el impacto del ajuste en algunos sectores productivos. Además, se introducirá otra modificación de forma tal que el incremento previsto en el Impuesto Inmobiliario Urbano -del 30 por ciento- no se traslade a un aumento en las tarifas del servicio de agua.
ADVERTENCIA
En el plano político, el horizonte tambien deja asomar nubarrones. El vicegobernador Gabriel Mariotto advirtió que “lamentablemente” la campaña electoral está desatando una “guerra sucia”. Además, calificó como “una operación” contra el mandatario provincial Daniel Scioli que haya trascendido una imagen suya viendo un partido de fútbol, mientras varios distritos bonaerenses permanecían inundados. Mariotto remató señalando que “las operaciones están a la orden del día, todo el mundo se da cuenta” y advirtió que “los asesores de campaña están más para destruir que para construir”.
Desde el propio riñón del gobernador enumeran los últimos duelos de artillería. Por ejemplo la avanzada para eliminar la tasa vial que cobran los municipios renovadores.  La aparición de afiches contra Scioli en San Fernando, comarca que responde a Massa, por un viejo litigio de tierras, y la posterior denuncia de funcionarios provinciales sobre una “operación”. Y por si algo faltara en el escenario caliente, el diputado nacional del Frente para la Victoria, Wado de Pedro, denunció que desde el massismo se están “articulando conflictos para fin de año” y responsabilizó a “intendentes vinculados a la primera sección electoral”.
De Pedro señaló que ante la posibilidad de “un estallido” en diciembre, no le temen a “la desestabilización, porque tenemos una Presidenta muy fuerte y que sabe gobernar”. Sin embargo resaltó que han “anticipado hace algún tiempo que hay sectores vinculados al massismo, a Luis Barrionuevo y a algunos intendentes del Frente Renovador que están articulando conflictos para fin de año”.
Por lo que se ve, en la medida en que el calendario electoral avance, habrá abundancia de pirotecnia y graves denuncias cruzadas,  lo cual encendió las alarmas en varios distritos, donde los intendentes se pusieron en guardia.

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