jueves, 27 de noviembre de 2014

Interna anticipada entre Scioli y Randazzo, en el “Planeta K”


Por Jorge Joury
Por el poder de Máximo Kirchner o por el de Cristina, en las últimas jornadas los actos por el Día de la Militancia, separaron las aguas y la posibilidad de un candidato único para las elecciones del 2015, como soñaban algunos generales del PJ bonaerense. En Mendoza, hubo un marco multitudinario armado por el gobernador Paco Pérez para Scioli, pero licuado por la notoria ausencia de funcionarios K. En el otro extremo, en Río Gallegos, Máximo Kirchner y las primeras espadas de La Cámpora,  le concedieron una suerte de bendición a Florencio Randazo. Pusieron en valor que nadie tiene el pasaje seguro hacia la Casa Rosada y que el ministro también puede ser el candidato oficialista. Para los observadores, quedó explícito que la interna en el FPV entre Scioli y Randazzo, adelantó la fecha y  de aquí en más dejará muchos costados para la polémica.
El justicialismo es, ante todo, un movimiento de poder. Como el PRI mexicano, son considerados por la ciencia política latinoamericana como ejemplos de partidos dominantes. No hay que olvidar que de los 31 años de democracia, 22 fueron de gobiernos peronistas. Por eso, preparan la continuidad, aunque en la previa tengan que sembrar el cielo de bengalas. Es parte de la mística partidaria. Pero para ir leyendo lo que vendrá y no ser contradictorios conceptualmente, hay quienes vaticinan de aquí en más, nos enfrentaremos a jornadas de peronismo gestual. No solo habrá que hacer una lectura entre lineas de los discursos o de las fotos de los protagonistas en los actos masivos, para ir definiendo los alineamientos, sino además estar muy atentos a las movidas de Cristina y de su hijo Máximo Kirchner.
CANCHA MARCADA
En ámbitos gubernamentales se sostiene que después de aquella reunión en Olivos, de la que participaron cuatro intendentes, además de las primeras espadas de La Cámpora y fugazmente el ministro Axel Kiciloff, Máximo colocó la piedra fundamental en el campo de juego partidario. Se erigió oficialmente como el representante de su madre en los armados del FPV. Se mostró como el único interlocutor dentro del nucleo duro K, tarea que ejerció denodadamente su padre. Una señal de ello, es el comportamiento del diputado y representante de La Cámpora en el PJ, Eduardo “Wado” De Pedro, al informar que no asistiría al acto por el Día de la Militancia en Mendoza donde se daban cita los principales gobernadores, visiblemente alineados con Daniel Scioli.  Cuando todos daban por segura su ficha en la provincia de la vid, De Pedro cambio de destino hacia Río Gallegos. La orden llegó el viernes pasado por un llamado del hijo de la Presidenta al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, para que fuera orador en la otra celebración por el Día de la Militancia.
A criterio de los observadores, este mensaje del camporismo, no es ni más ni menos que otra demostración de que “los soldados de Cristina” no se dejarán marcar la agenda electoral por los gobernadores e intendentes, ni por el propio PJ. Así  como Néstor Kirchner pasó a retiro en el “Manual del Alumno Bonaerense”, que supo ser la Biblia de cómo se conformaban las listas con una política de compensaciones entre los barones de la Primera y la Tercera Sección Electoral, La Cámpora parece estar dispuesta a demostrar que será Cristina y solo ella quien defina el momento de los lanzamientos y las definiciones electorales. Es evidente que el Planeta K licuó el acto de Scioli en Mendoza y dejó a los dos candidatos en carrera, para ver cual de los dos marca el mejor tiempo.
APOSTAR A LAS PASO
En Gobierno decodifican esos movimientos, al igual que el faltazo de Capitanich en Mendoza, como una señal surgida directamente del clan Kirchner. Un operador cercano a la Casa Rosada señaló que ” no quiere decir que Randazzo vaya a ser el candidato K, pero es un mensaje para los que dicen que ya está todo definido a favor de Scioli. Se equivocan los dos : Scioli porque se apura y quiere dar por sentado todo y Randazzo porque se pone agresivo”.
El mensaje que llega de Olivos es apostar a la PASO como instrumento donde se definan las candidaturas y el kirchnerismo pueda mostrar su vitalidad y poder de movilización. Lo dejó en claro la diputada Juliana Di Tullio el fin de semana al poner las primarias como ring inevitable de 2015.
En Mendoza, la euforia sciolista no fue completa. El equipo de la gobernación de esa provincia que trabaja para la candidatura de Scioli tuitéo “Tsunami naranja en San Martín”. El gobernador anfitrión, Francisco “Paco” Pérez logró desbordar con cerca de 10 mil militantes el polideportivo Torito Rodríguez de la ciudad de San Martín para festejar el Día de la Militancia. No obstante, lo que había sido promocionado como una cumbre del PJ, terminó siendo un acto para impulsar la figura de Scioli en el que se ausentaron otros precandidatos presidenciales y funcionarios del gobierno nacional. No obstante, la postal no fue tan mala. El gobernador bonaerense ocupó el centro de la escena junto a su esposa, Karina Rabolini.Lo acompañaron Gildo Insfrán (Formosa), Juan Manuel Urtubey (Salta), Martín Buzzi (Chubut), Maurice Closs (Misiones), el titular de la ANSeS, Diego Bossio, el Presidente del PJ, Eduardo Fellner (Jujuy), el ex canciller Jorge Taiana y el embajador en Chile, Ginés Gonzalez García, entre otros legisladores nacionales e intendentes. Entre los que se bajaron a último momento se contaron Jorge Capitanich, Sergio Urribarri, Julián Domínguez y “Wado” De Pedro.
CON EL ALIENTO EN LA NUCA
Quedó en evidencia, que aunque Scioli sea el candidato que mejor mida en las encuestas y tal vez termine siendo el delfín de la Presidenta por segura decantación, no se la van a hacer fácil, como se dijo en ese encuentro secreto en el quincho principal de la residencia de Olivos. Cristina le pondrá el aliento en la nuca hasta último momento, para seguir siendo la gran electora y ocupando el centro de la escena. Más aùn, cuando una de las últimas encuestas le reconoció que aún tiene el 49% de imágen positiva.
Las horas corren y el calendario electoral empezará a dejar volar sus hojas. Obligará a que las confirmaciones de quiénes estarán en cada foto sean una incógnita que se develará a último momento, como sucedió en Mendoza y en Río Gallegos. De aquí en más hay otro jugador fuerte en el tablero K, que moverá las fichas hacia el lado que diga la Presidenta. Florencio Randazzo, ausente en La Matanza y en Mendoza, es el hombre que saldrá  a romper con la trama electoral que vienen urdiendo caciques peronistas y algunos conspicuos cristinistas, para llevarlo hacia un mundo que no desea: competir por la gobernación de Buenos Aires.
En su entorno reconocen que el hombre de Chivilcoy, no se cansa de repetir que no quiere ser gobernador: “ni de Scioli, ni de Massa ni de Macri, ni de nadie. Voy a ir a la primaria para ser candidato a presidente por el Frente para la Victoria y, si no llego, me voy a mi casa”, asegura. Cuando alguno de sus interlocutores le insinúa que Cristina Kirchner en persona podría pedirle que fuese de candidato a gobernador en la Provincia, lo corta tajante: “Le diré que no, como tras veces le dije que no a ella y a Néstor”. Cerca suyo recuerdan que el ministro del Interior y Transporte se negó a ser candidato testimonial en 2009 y algunas veces se animó a expresarse en público con un matiz diferente al del discurso oficial. También una de sus espadas confió que Randazzo está convencido que Cristina nunca va a elegir a Scioli como su heredero. “Olvídense, voy a ser el mejor posicionado, cuando la Presidenta tenga que buscar una alternativa”.
EL PLAN RANDAZZISTA
Los randazzistas fundamentan su fortaleza en un sondeo de un consultor histórico del peronismo que circula en la Casa Rosada. Alli se da cuenta que cuando se requiere a los probables votantes de una primaria mano a mano del FPV entre el gobernador y el ministro del Interior, muestra a Scioli obteniendo hoy un 47,5% y a Randazzo un 41,4%. La brecha es lo suficientemente corta como para que el Ministro del Interior confié en que un mínimo guiño de Cristina, sería suficiente para volcar esa elección a su favor.
“La opinión de Cristina va a ser absolutamente decisiva de cara al futuro”, enfatizó Randazzo, quien señaló que “en estos últimos años hemos tenidos aciertos y también errores y tenemos una agenda enorme”. Al ser consultado sobre si tiene posibilidades de convertirse en el candidato presidencial del oficialismo, aseguró que tiene “la victoria en el corazón”.
Pero en La Plata, las primeras espadas naranja manejan otras cifras. Según sus encuestadores Scioli está más de 15 puntos arriba de su contrincante y por lo que falta por recorrer, es muy difícil que se revierta esa ecuación. De todas maneras, Randazzo redobló la apuesta . Sale a golpear cada vez con mayor dureza al gobernador. No solo lo culpa de haber tenido que prolongar la fecha de vencimiento de los DNI,  sino que lo califica como “el candidato de las corporaciones”.
INTERNA FEROZ
También trascendió que el equipo de colaboradores de Randazzo trabaja denodamente recopilando datos que podrían incomodar a Scioli y que tienen que ver con puntos flojos de la gestión. Hay en carpeta inclusive hasta manejos oscuros de  fondos públicos. Esta posibilidad preocupa a muchos caciques peronistas que temen que la interna se vuelva encarnizada y derive en una sangría que provoque una dispersiòn de votos hacia la oposición. De todas maneras, no les será fácil a los operadores randazzistas perforar el escudo mediático de protección que tiene el gobernador. A propósito de esto y en directa alusión al ex motonauta, Randazzo reiteró en el acto de Río Gallegos ante unos 500 militantes de distintas unidades básicas del FPV y de La Cámpora, que “los poderes económicos y mediáticos tienen candidatos, los protegen, los financian, los administran, los cuidan. Nosotros, como militantes políticos, tenemos que garantizar que los candidatos los ponga la militancia y no los medios ni las corporaciones”.
La interna se anticipó con un hervor peculiar entre los dos principales contendientes. Pero tanto Scioli como Randazzo, tienen desafíos en común y comparten riesgos. Deben mostrarse como gestores eficientes. Además están atados al carro del rumbo económico. Dependen de que se logre revertir el malhumor social con un acuerdo con los fondos buitre. Esto permitiría reactivar el proceso productivo, frenar la inflación y mejorar los salarios. En la trastienda del PJ bonaerense confìan en una solución partidaria de último momento, para evitar que la sangre llegue al río. Solo Cristina podría parar la carrera, pero por ahora le conviene que sus dos principales espadas se mantengan en pie de lucha. Tal vez la jefa de Estado, haya consultado el manual estratégico de Perón. El líder emblemático sostenía que cuando el justicialismo se pelea hacia dentro, es porque se está reproduciendo. El tiempo lo dirá.

No hay comentarios: