domingo, 2 de febrero de 2014

Después de 10 años y 37 días, comienza el juicio por el crimen de Natalia Di Gallo

Más de 200 testigos desfilarán frente al tribunal para aportar datos que permitan el esclarecimiento del homicidio de la adolescente de Florencio Varela, de tan solo 16 años, quien fue abusada durante una orgía y sometida a brutales tormentos.


Por Jorge Joury

Fue lo más parecido a un largo viacrucis que duró diez años y 37 días.Una historia de terror, plagada de  marchas,  contramarchas y pruebas que se terminan borrando. Es que  el paso del tiempo  siempre aleja la verdad de sus cauces o por lo menos la desdibuja. Pero lo cierto es que el próximo 7 del corriente comenzará el juicio por el crimen de la  adolescente de 16 años, oriunda de Florencio Varela, Natalia Di Gallo.Su cadáver fue encontrado en un desolado paraje del parque Pereyra Iraola, en el vecino partido de Berazategui. Frente a semejante cantidad de fojas y lo voluminoso del expediente, paradójicamente habrá solo dos imputados en el banquillo de los acusados.

Juan Di Gallo, el padre de la víctima, dueño de un peregrinar sin pausa por los pasillos de tribunales clamando justicia, dijo textualmente en la última entrevista que le hice en mi programa radial:.”Era lo que tanto estábamos esperando y gracias a Dios el momento llegó. Nuestro único objetivo es que Natalia pueda descansar en paz y que nos acerquemos a la verdad de lo que le ocurrió. El paso del tiempo ha borrado muchas pruebas, pero confiamos que el expediente y el cuerpo de Natlia hablen y nos señalen a los responsables”.

El debate será largo. Cerca de 40 jornadas donde desfilarán más de 200 testigos y estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Quilmes que fijó la primera audiencia para las 9.30 del 7 de febrero. Daniel Mazzochini, abogado de la familia Di Gallo, confirmó que el tribunal dispuso 40 audiencias donde se recogerán testimonios de  más de 200 testigos.El fiscal de juicio será Claudio Pelayo, el primer instructor que tuvo la causa y que luego fue sucedido por tres colegas distintos. Pero todas las miradas apuntarán al banquillo de los acusados. Allí mientras estarán Nicolás Gómez (28) y Daniel Feliciano Ojeda (45).

Sobre ambos pesa la acusación de partícipes de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada por el resultado de muerte en concurso real con de abuso sexual”, aunque el primero de ellos llega al debate preso y el segundo con falta de mérito. Gómez es a quien apunta el padre de Natalia. Se trata ni más ni menos que del  joven que estaba junto a la víctima en su Renault 11 cuando la adolescente desapareció y estuvo detenido entre enero y abril de 2004.Pero luego fue liberado por falta de pruebas. No obstante ello, en el 2011, Gómez volvió a quedar detenido tras la declaración de un testigo que presenció cuando la víctima era pasada de un auto a otro por un muchacho con ropas y características
fisonómicas similares a las del ahora acusado.

En lo que tiene que ver con  Ojeda, se trata de un remisero que primero fue detenido por el robo de un Peugeot 504 blanco y luego señalado por un testigo como el mismo tipo de auto en el que vio a una chica parecida a Natalia pedir auxilio la noche en que desapareció la víctima. Entonces, Ojeda quedó preso por el crimen de la adolescente aunque en
2005 fue excarcelado también por falta de pruebas.Para la familia Di Gallo, el remisero siempre fue un “chivo expiatorio” para desligar del caso a Gómez y en 2011 cuando se cerró la instrucción de la causa solicitó su sobreseimiento definitivo pero la Justicia de Garantías de Quilmes no hizo lugar a la solicitud, por lo que Ojeda será sometido a juicio.

Para el abogado Mazzochini, enjuiciar a Ojeda va a “complicar” un proceso judicial en el que todavía hay al menos “dos asesinos sueltos”. El letrado está convencido de que  Gómez fue el “entregador” de Natalia a un grupo de hombres que luego violaron y asesinaron a la adolescente.”En los hisopados vaginales y rectales se encontraron dos perfiles genéticos masculinos que no pertenecen a los acusados”, recordó Mazzochini.

Por ello, el letrado pidió autorización al tribunal tomar extractos del expediente para abrir una causa paralela en otra fiscalía y se investigue a los otros autores del crimen. En ese sentido, el letrado recordó que hay medidas para realizar
respecto de un grupos de sospechosos como un análisis de ADN mitocondrial de un cabello hallado en el cuerpo de Natalia y el entrecruzamientos de llamados de esas personas. Por su parte, Juan Di Gallo siempre estuvo convencido de la responsabilidad de Gómez en el caso y aguarda que en el juicio no sólo sea condenado sino que “hable” y revele quiénes fueron los autores materiales del crimen de su hija.Di Gallo sostiene que “Gómes secuestró a mi hija y la entregó para una orgía. Natalia estuvo  en un sótano sometida a brutales tormentos y el cuerpo hasta tenía mordeduras de ratas”. El padre de la adolescente sospecha que su hija fue asesinada en una vivienda de la zona de Varela y su cuerpo luego
llevado al Parque Pereyra Iraola, donde armaron la película de un supuesto intento de robo”.

Natalia desapareció la noche del 28 de diciembre de 2003 cuando Gómez la pasó a buscar en el auto por su casa de Florencio Varela. Gómez siempre declaró que aquella noche fueron al parque Pereyra Iraola y cuando estaba con Natalia en su Renault 11 un hombre rompió la luneta del auto, los amenazó con un arma, lo encerró a él en el baúl y secuestró a Natalia.Añadió que luego logró salir del vehículo y se dirigió a una estación de servicio de la zona para pedir auxilio. A partir de esa denuncia se comenzó a buscar a Natalia, la que cuatro días más tarde, el 1 de enero de 2004, apareció asesinada envuelta en bolsas de nylon en el mismo parque.Sin embargo “hubo una pericia que se hizo en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata, la cual determinó que las prendas que Gómez vestía en momentos de
aparecer en la estación de servicio no tenían ningún sedimento por haber estado en el baúl del auto”, precisó Mazzochini.

Los forenses llegaron a la conclusión de que Natalia fue abusada sexualmente y murió por una “asfixia mixta” producida por la obstrucción de las fosas nasales y la boca, en combinación con la compresión torácica-abdominal que la chica sufrió cuando soportó el peso de una de las personas que intentaba violarla. También se demostró que fue asesinada en otro sitio y luego envuelta en bolsas de nylon, atada con sogas y depositada en el parque donde fue encontrada.

El  oscuro caso, que ahora entra en la recta final, comenzó a ser investigado por el fiscal Pelayo que después fue apartado de la causa al igual que su sucesor, Andrés Nieva Woodgate; mientras que un tercer instructor, Cristian Pietrobon, pidió licencia médica y fue reemplazado por Alejandro Ruggeri, quien en 2011 finalmente elevó el expediente a juicio.Durante la investigación se descubrieron irregularidades como la existencia de una astilla de vidrio con sangre que fue “plantada” en las muestras de tierra del interior del auto de Gómez con el aparente fin de sostener la versión del acusado acerca
del agresor que rompió la ventanilla.

La cuenta regresiva ya comenzó.Será el momento ideal para desentrañar parte de una historia plagada de enigmas y que aún se mantiene fresca en la memoria de los varelenses. Son horas decisivas. El juicio oral, si algo permite es visualizar quien miente y quien dice la verdad.Ahora la justicia tiene la palabra.

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