viernes, 28 de febrero de 2014

Las olas, el viento y un mar de dudas en la cumbre del PJ bonaerense

 


Por Jorge Joury
Algunos aseguran que será para alquilar balcones y que además tendrá suficiente sal como condimento. “Hay muchachos que se miran mal y otros con sospecha”, es lo que se susurra en voz baja en la previa. Pero la cuenta regresiva está en marcha y por estas horas los históricos del peronismo bonaerense velan las armas para el cónclave de este sábado en Santa Teresita.

Hay pronóstico de munición gruesa. Y aunque la mayoría sueña con la unidad a pleno, el camino a recorrer no será fácil. Después de la fuga hacia el massismo del jefe comunal de Merlo, Raúl Othacehé, se asegura que habrá olas y de gran porte. Todo tiene sus razones, porque parte de las miradas están puestas en La Cámpora, los jovenes K que también tendrán sus sillones en las arenas movedizas. Hasta podría haber dientes apretados por recuerdos del pasado. Hay que memorizar hechospalpables, donde algunos jóvenes “torearon” de mala manera en su momento a caciques del Conurbano, subestimando su peso territorial.

“NUNCA PISARON EL BARRO DEL CONURBANO”
“Cuando las papas queman nosotros tenemos que salir a juntar los votos y a muchos de ellos la gente no les conoce la cara, ni menos que hayan pisado el barro para conocer sus necesidades”, expresó con dejo de indignación, en el marco de la confidencialidad de un café espeso, uno de los barones del Conurbano, anticipando lo que podría constituirse en la antesala de un pase de facturas.
Aunque el escenario no está acorde con la retórica peronista, será el coqueto Club de Golf de esa ciudad, allí confluirán el gobernador Daniel Scioli y buena parte de su gabinete con varios ministros del gobierno nacional, figuras de La Cámpora con intendentes del conurbano, diputados, senadores y sindicalistas, tratando de dejar de lado las aspiraciones personales y los resquemores en pos de un objetivo común: octubre de 2015.
Los observadores políticos ven también en Santa Teresita el lugar para que el jefe comunal de La Matanza, Fernando Espinoza, luzca por primera vez la corona de titular del partido, puesto para el que fue elegido en noviembre a pesar de no contar con el respaldo de todo el PJ. Espinoza, en su rol de costurero tendrá que tejer una malla mantener encolumnados a todos los sectores, especialmente a algunos de sus pares que son tentados por el Frente Renovador, como la intendenta de Campana, Stella Maris Giroldi (muy cercana a Othacehé), o el de Ituzaingo, Alberto Descalzo, con un pie más adentro que afuera, según se asegura. Frente a esta fotografía, lo que se espera es que Espinoza reciba la bendición de Scioli, de quien se cree que participe del plenario y haga el discurso de cierre.

OTTAVIS, COMO LA PIEDRA EN EL ZAPATO
No será fácil el camino a recorrer. El cónclave que de alguna forma, está planteado para ser un ámbito de contención ante posibles migraciones de intendentes, será el corolario de encuentros anteriores después de que Othacehé encendiera una luz amarilla en el PJ. Se suma a los contactos que ha venido teniendo con ellos el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, el as de espada de la Casa Rosada que estaba algo alejado del “mundo conurbano” y al que los jefes comunales valoran con el título de “salvador”. No es para menos, es quien les garantiza que no faltarán fondos para obras públicas en los municipios afines.
Pero si entramos en el análisis de lo estrictamente político-partidario, algunos comentan en voz baja que lo que desvela a Espinoza es el desafío de mostrar que es capaz de encolumnar sin fisuras al sciolismo, al cristinismo acérrimo encarnado en la agrupación La Cámpora y al poder territorial de los intendentes del conurbano, expresiones del PJ que se recelan entre sí y, en algunos casos, como el agua y el aceite, son imposibles de juntar.
Y si no que lo digan los que presenciaron las peleas a gritos entre algunos jefes comunales y los juveniles, en los días de cierre de listas previos a las elecciones partidarias, donde algunos hasta recibieron la mano que aprieta con rigor en el cuello. En ese andarivel entre los más cuestionados se señala al dirigente de La Cámpora José Ottavis, “hombre intemperante y soberbio si los hay”, como lo describió uno de los jefes comunales. Y encima le dio para que anote y recordó que “todos sabemos, porque tomó estado público en su momento, que Ottavis fue denunciado por golpeador por su ex mujer, Laura Elías.Y como si fuera poco, anda mostrándose por Puerto Madero en autos de alta gama y pelando billetera en los restaurantes más caros”.

ESPINOZA TENDRA QUE SER EL GRAN EQUILIBRISTA
Como se ve , habrá olas frente al mar y alguna pirotecnia. Por eso el encuentro de este sábado será una suerte de prólogo para ver la cintura política de Espinoza, que en marzo próximo deberá abocarse a la tarea de repartir, con cierto equilibrio, los más de 40 cargos de la mesa de conducción del PJ bonaerense. Pero antes, deberá sortear la sospecha que sobre él tienen muchos cristinistas respecto a que su verdadero objetivo es ser candidato a gobernador de una boleta presidencial encabezada por Scioli.
Uno de los hombres que prepara el convite añadió que el esquema del encuentro será a través de una serie de mesas temáticas de debate, donde se bosquejarán las líneas principales que luego se incorporarán a un documento final. Se descuenta el apoyo a las gestiones de Scioli y de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero habrá debates ásperos en otros items, vinculados principalmente con la economía y las paritarias por venir. Según trascendió, se invitó al ministro de Economía, Axel Kicillof, a que presida esa mesa, aunque el funcionario aún no aseguró su asistencia.

LAS FOTOS QUE QUIERE COLGAR SCIOLI
Fuera de los grupos de debate habrá una intensa actividad subterránea, que correrá en doble sentido: por un lado, de arriba hacia abajo, buscando apuntalar la estructura y prevenir más fugas. De esa labor se encargarán principalmente Espinoza; el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, y el diputado nacional Eduardo “Wado” De Pedro, con la venia de la Casa Rosada. Otros armadores, de perfil más bajo, los respaldarán en la tarea, que ya comenzó esta semana el ministro de Planificación, Julio De Vido, al intensificar reuniones con intendentes.Pero en paralelo, y con sordina, se están jugando las aspiraciones de cara a 2015. El intendente matancero y el diputado Martín Insaurralde aspiran a la gobernación; Scioli y el senador Aníbal Fernández están los dos anotados en la carrera hacia la Rosada; otros, como el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, juegan los dos partidos. De todas formas, y por pedido expreso de la Presidenta, por este fin de semana, en Santa Teresita, se intentará dejar de lado estas internas en pos de la unidad partidaria.Pero nadie se atreve a negar en los pasillos de la Gobernación, que existe “un juego subterráneo”. En este escenario, Scioli no sólo aspira a conquistar el aval explícito de los intendentes a su iniciativa presidencial, un propósito que le resulta complejo. También, como un golpe de efecto, intentará repatriar a algunos dirigentes que abandonaron el redil oficialista. Se trata de por lo menos tres alcaldes, entre ellos, Jesús Cariglino de Malvinas Argentinas, de vieja inquina con el “Vasco” Othacehé, la flamante incorporación del Frente Renovador. Aunque hoy Cariglino está cerca de Massa, tambien se halla entre los anotados para el sillón de la Gobernación en el 2015 y un guiño de Scioli le vendría muy bien para subirse al podio. Parece que el plan de Scioli, es recostarse en el PJ y lograr dos fotos simbólicas este sábado: por la mañana, en la cumbre del peronismo provincial en Santa Teresita, y por la noche, con un puñado de gobernadores en la Fiesta del Sol, en San Juan, tierra comandada por José Luis Gioja, un aliado en su plan 2015 y al que se sindica como su posible compañero de fórmula. Como se observa, si de menú se trata, el de Santa Teresita ofrece variantes para todos los gustos.

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