martes, 18 de febrero de 2014

Si de “traiciones politicas” se trata, el viaje es de Merlo hacia el Tigre sin escalas




Por Jorge Joury

Algunos hablan del pase del año. Otros en cambio, de la gran traición. Depende el ángulo por donde se lo mire. Pero los calificativos abundan. Lo cierto es que la decisión del intendente de Merlo, Raúl Othacehé, de pasarse a las filas del Frente Renovador que lidera Sergio Massa provocó un vendaval de críticas. La ola viene tanto desde el oficialismo  como de la oposición y del propio macrismo. Muchos creen que el legendario “vasco”, en vez de sumar, resta. Pero otros sostienen que este éxodo es común en el PJ, donde sus hombres van siempre detrás de los liderazgos. La foja personal de Othacehé, que se mantiene en el cargo desde 1993, no le es muy favorable que digamos. Cualquier colectivo le ha venido  bien para estar en el podio. Pasó del cafierismo al menemismo. Luego se autocalificó como uno de los mejores soldados más leales a Duahlde. Rápido para los mandados, fue ministro de Gobierno de Felipe Solá.Y en su última etapa de paracaidismo, aterrizó en uno de los angares privilegiados  del kirchnerismo. Aunque hoy lo niega,  fue beneficiario con obras muy importantes para su distrito. Pero su pasado lo condena. Los opositores en su territorio lo consideran “autoritario y violento”. Suma denuncias de todo tipo, hasta de armar patotas para persuadir a golpes y punta de pistola a sus competidores, como fabricar causas penales de la mano de amigos que le son fieles en la justicia. Los organismos de Derechos Humanos hace años que lo han puesto en foco, pero todavía no han logrado vulnerar su poder. Por todo esto es que hoy muchos analistas políticos se preguntan si realmente Massa sumó calidad a su proyecto o la llegada de este nuevo jugador se convertirá a la larga en un pelotazo en contra, ya que le da a los críticos del Frente Renovador, renovado ímpetu de calificar de “rejuntado” a ese espacio.
FALTO DE CODIGOS Y DEMAS YERBAS
.Lo cierto es que un grupo de jefes comunales del conurbano lo consideraron “falto de códigos” y difundieron un comunicado en el que apoyaron la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y del gobernador bonaerense, Daniel Scioli. Uno de los más duros fue el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, al manifestar  que, con esa decisión, el jefe comunal de Merlo traicionó los votos de los vecinos de su distrito. Además consideró que el salto “no revela ninguna sorpresa” y que “responde a su naturaleza”.Lo que era un secreto a voces entre los barones del Conurbano, de que en las últimas internas “el Vasco corrió con dos caballos” para mantener la mayoría en el Concejo Deliberante, hoy queda plenamente corroborado a la luz de los hechos. A la andanada de voces de indignación se sumaron las del  vicegobernador Gabriel Mariotto. “Los traidores son tan groseros que les llegará la lección en las próximas elecciones”, dijo. El intendente de Ensenada, Mario Secco, sostuvo: “Yo defiendo el modelo y no me puedo ir atrás de Massa, que es un modelo liberal y de barrileteada”.A todo esto, en mi programa radial (TE LO DIGO EN SERIO, que va de 8 a 10 por la Fm local 97.7) entrevisté al politólogo y profesor de la UBA, el licenciado Gustavo Damián González.”En el peronismo es muy común que se den estas cuestiones, porque se trata de un espacio que va detrás de los liderazgos”, señaló.
Consultado sobre si el pasado de Othacehé le puede jugar en contra a futuro a Massa, González añadió que “la gente no tiene muy en cuenta estos factores donde hacemos la lectura fina los especialistas y hoy están peleados con la política. Lo importante es que al ex intendente de Tigre, Merlo como ciudad importante de la Primera Sección Electoral, le puede acercar unos 150 mil votos para su sueño presidencial”.
UN FEUDO BAJO LA LEY DEL GARROTE
El politólogo reconoció que Othacehé “gobernó desde 1993 un feudo con mano durísima. Compró y destituyó concejales armándoles causas ante la justicia, ordenó hechos de violencia, se enfrentó de manera virulenta con la Iglesia e hizo abuso del nepotismo, colocando a su madre y hasta su propia esposa en lugares relevantes de decisión política. Nadie puede decir de él, que destila agua bendita, sino que más bien lo contrario porque sobrevivió a fuerza de traiciones”.
A su turno, el jefe comunal de Tres de Febrero, Hugo Curto,  sostuvo que “ el intendente de Merlo se ha beneficiado con obras públicas y en los momentos difíciles da un paso al costado”. “No se pueden perder las lealtades”, sentenció el antiguo dirigente de la UOM. Precisamente, Curto participó en las últimas horas  junto con otros intendentes de la Primera Sección Electoral de la firma de un documento para respaldar a CFK y a Scioli, a la vez que ratificaron su pertenencia al Frente para la Victoria (FpV). “Somos parte de este proyecto político desde su inicio y en él seguimos trabajando”, sostiene el comunicado que surgió tras la reunión de los jefes comunales con el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza. Aunque nada se dijo oficialmente, trascendió que también fue motivo de análisis de los denominados barones del Conurbano, el posible pase de otro hombre fuerte que estaría próximo a dar el salto al Massismo en las próximas horas. Lo que se teme es el “efecto contagio”, señaló el politólogo González, “ya que ahora son 20 los caciques que ha logrado reclutar Massa”.
NO HAY PLATA PARA REPARTIR
Por estas horas la inquietud que también llegó al despacho de Daniel Scioli y su ministro de Seguridad Alejandro Granados, es “frenar el drenaje que se está dando por la falta de recursos provinciales para apuntalar obras a nivel regional y la coparticipación que llega a cuentagotas. Esto ha puesto a muchos intendentes al borde de un ataque de nervios. Inclusive muchos de ellos hoy carecen de intelocutor en la Casa Rosada y sostienen a pulmón las bondades del modelo. El paceño Mario Ishii, en su momento autotitulado “cazador de traidores” en la elección que bendijo al colorado De Narváez, también se sumó al concierto de indignados. No dudó en salir con los tapones de punta y lo calificó de “traidor” a Othacehé. “Sabía que iba a perder su sillón con el massismo y por eso se fue con ellos”, aseguró. Desde Morón, el intendente Lucas Ghi juzgó la decisión de su par de Merlo como “teñida de oportunismo y mezquindad”.Por su parte, el jefe del bloque de legisladores bonaerenses del FpV, Fernando “Chino” Navarro, calificó al massismo como “un esquema político que mira más a Estados Unidos que a la Argentina”. En ese sentido, Navarro consideró que, si el intendente de Merlo “se identifica con el accionar” del país norteamericano, “es porque se le fue el peronismo”.Pero si ha tenido una virtud Othacehé, es haber unido a todo el arco político en su contra. Hasta los legisladores de la oposición, como la diputada nacional del PRO Laura Alonso consideró “llamativo” que Sergio Massa “busque renovar la política con aquellos que avalan la reelección indefinida”, en referencia a los 23 años que Othacehé lleva al frente de Merlo. La senadora macrista Gabriela Michetti respaldó los dichos de su compañera y subrayó que, con este pase, queda demostrado que el massismo “no representa una verdadera alternativa de renovación”.Es evidente que el fuego no se apaga. Pero la gran preocupación es que la sangría que inició, otro peso pesado, Jesús Cariglino de Malvinas Argentinas se extienda a otros caudillos relevantes. Te doy una pista: por lo menos uno de ellos, que puede ser el próximo, sino lo convencen a tiempo, es un hombre que no quiere quedarse descalzo. Por lo que se ve, de no modificarse el escenario económico, los intendentes del Conurbano  que siempre han tenido la virtud de traccionar votos para el PJ, esta vez tendrán que remar en el dulce de leche.

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