viernes, 28 de febrero de 2014

Retazos de la cumbre del PJ, varios presidenciables y una pueblada frente al Congreso


Por Jorge Joury

Si algo apareció en el horizonte, fue la estela que dejó la cumbre del PJ bonaerense en Santa Teresita. Quedó claro que el gobierno quiere recuperar en lo inmediato el protagonismo con miras a llegar al 2015 con candidato propio que le asegure otro período en el sillón de Rivadavia. Y ayer se dio la primera puntada de lo que denominé en un artículo anterior, “El Operativo Marzo”. Es decir, la intención de armarle el próximo sábado “una pueblada en las calles” a Cristina, como lo definió el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Ese es el escenario inmediato al que se comprometieron en Santa Teresita la mayoría de los caciques del Conurbano, para que la jefa de Estado inaugure el nuevo período de sesiones en el Congreso, en un marco multitudinario. Es la foto que se busca , como una suerte de refundación del modelo, para que se entienda de que el oficialismo va a dar batalla, pese a los cimbronazos de la economía.

Cristina dio el puntapié inicial el viernes en Florencio Varela, eligiendo ese escenario a sabiendas de que el intendente Julio Pereyra, como jefe de los caciques del Conurbano se encargará de ultimar todos los detalles para alistar al ejército de militantes con miras a que confluya en la Plaza de los Dos Congresos .”Los muchachos se juegan la vida”, reconoció uno de los armadores de la movilización.

LO QUE PASO ES PARA LEER ENTRE LINEAS

En este marco, hay que decir que el peronismo de la provincia de Buenos Aires protagonizó en las últimas horas frente al mar de Santa Tresita, un hecho político casi inédito y cargado de simbolismos. Y que dejó varias lecturas en el trazo fino. Tal vez la primera de ellas, después de contabilizar la lista de oradores, es que el justicialismo cuenta hoy con varios potenciales precandidatos a presidente.

Tanto el gobernador Daniel Scioli, quien habló por la mañana; y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, responsable del cierre; junto con el senador Aníbal Fernández; el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; y el ministro de Defensa, Agustín Rossi, alternaron en el atril para instalarse como potables frente a una multitud formada por intendentes, legisladores militantes y cuadros medios del peronismo.

Y en tal sentido lo que quedó en claro tras este cónclave pejotista, es que Scioli, Capitanich, Fernández, Domínguez y Rossi, junto con el salteño Juan Manuel Urtubey, el entrerriano Sergio Urribarri, y el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, no descartan competir por la candidatura presidencial del peronismo a través de las Primarias. De todos ellos, Scioli aparece como el más lanzado y además contaría con el apoyo de varios caciques comunales de peso, quienes lo ven como el más compacto por el voto popular para defender “los trapos” frente a Sergio Massa. Los observadores políticos creen que la definición del nombre de los postulantes, que se dilucidará recién en agosto de 2015, comenzará a ganar intensidad tras el Mundial de Brasil y asumirá un lugar central en la agenda a partir de la próxima temporada veraniega.

Ayer, con la fotografía “de unidad y cohesión” y la competencia presidencial postergada para más adelante, todos los expositores coincidieron en las prioridades de corto plazo. Así, exhortaron a movilizarse a la Plaza de los Dos Congresos el próximo sábado 1 de marzo, para acompañar a la presidenta en la apertura de las sesiones ordinarias del Parlamento.

MIRANDO AL 2015 CON UN ABANICO DE OPCIONES

La convocatoria a concentrarse dentro de una semana es la primer puntada de la estrategia y quedó incluida en uno de los párrafos más destacados del documento, redactado a varias manos y que llevó como título el mismo lema de la convocatoria: “Un solo justicialismo, el de todos”. “Convocamos a todo el pueblo el día 1 de marzo de 2014 en la Asamblea Legislativa a fin de afirmar nuestro compromiso con los ideales de Perón, Evita, Néstor y con nuestra conductora Cristina Fernández de Kirchner, en la búsqueda de un propósito innegociable: que la bandera de la justicia social flamee en todos los rincones de la provincia y de nuestra patria”, concluye el texto.

Si algo se rescata como sentimiento generalizado de lo ocurrido en Santa Teresita, es la convicción de que el próximo mandato presidencial corresponderá a un justicialista. Esta fue, precisamente, una de las definiciones más compartidas por los oradores. “Si estamos unidos y juntos, como en 2003, 2007 y 2011, vamos a volver a ganar en 2015. En este proyecto lo mejor está por venir”, vaticinó Scioli. El gobernador llamó a mantener “el equipo unido”, elogió la fortaleza de la presidenta para atravesar un momento delicado (“pude ver esa energía positiva de un líder que está a la altura”) y reconoció que en enero hubo un intento de “sembrar un escenario de pesimismo y catástrofe”.

LA ROSCA PREVIA SE PUSO ASPERA

Otro de los temas que dio tela para cortar y que fue motivo de comentario es una áspera discusión en la rosca previa. Allí hubo posiciones fuertemente enfrentadas en torno de si persistir en la idea de “invitar” a Sergio Massa a competir en la interna del PJ o dar por clausurada esa posibilidad y abrir la puerta para que los candidatos del oficialismo se definan en las primarias del año que viene. Esta última visión pareció terminar imponiéndose en la cena que el viernes por la noche se sirvió en un restaurante de Santa Teresita. La idea del “vía libre” para que se anoten los que quieran competir por la candidatura presidencial y a gobernador, fue el dato clave que surgió de la cita peronista-kirchnerista.

Ese esquema, en rigor, sería el verdadero operativo contención que busca desplegar por estas horas el oficialismo para frenar la sangría de dirigentes de su propio cuño al campamento de Massa: alentar la participación de todos los sectores en las primarias que definirán los candidatos del FpV para 2015. “Les van a dar juego a todos. Esta modalidad de contención le cae como anillo al dedo a Scioli y sus aspiraciones presidenciales. “Es lo que viene pidiendo Daniel, que haya internas”, repiten cerca del mandatario. Convencidos de que podrán pasar sin sobresaltos la etapa de las Paso, hasta evalúan beneficios adicionales. “Vamos a salir fortalecidos no sólo por el triunfo, sino porque le vamos a ganar en la interna a los D’Elía y a La Cámpora”, analizan con cierta dosis de chicana en la Gobernación.

UN PASE DE FACTURA PARA EL MATANCERO ESPINOZA

La cumbre, por otra parte, dejó algunas perlitas, de esas que ayudan a comprender ciertos reacomodamientos que se están generando en el oficialismo. La ausencia de Martín Insaurralde fue uno de los datos llamativos. El ex intendente de Lomas de Zamora y actual legislador nacional le dio la espalda a la convocatoria auspiciada por Espinoza.

Se comenta a tambor batiente en el PJ, que se trató de un pase de facturas al dirigente de La Matanza por haberle retaceado apoyo a la intención de Insaurralde presidir el Congreso partidario. Pero también hay que señalar otra cuestión: ambos buscan ser candidatos en la Provincia y van encaminados a chocar en la interna. En los corrillos peronistas tampoco pasó inadvertido el arribo tardío al cónclave de Julián Domínguez. “Fue para no encontrarse con Scioli que se fue antes para ver a Gioja en San Juan”, comentaron en voz baja algunos de los asistentes al mitin oficialista, quienes recordaban los chispazos que el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación supo mantener con el sciolismo. Otro de los comentarios de pasillo fue la ausencia del ministro Florencio Randazzo. Aquí se encontraron explicaciones contradictorias. “Se cumplían dos años de la tragedia de Once y acá estaba lleno de periodistas”, era una de las razones que se esgrimió para explicar el faltazo del ministro de Transporte y posible candidato presidencial.

Por su parte Massa, a su estilo y mirando de reojo lo que pasaba en Santa Teresita, buscó dinamitar el operativo contención lanzado desde el peronismo con el anuncio de un nuevo pase a sus filas. Se trata de un senador provincial, con lo que arrebata al FpV en la Cámara alta la primera minoría. El nuevo jugador del tigrense es Fabio Sochilli, un dirigente de San Antonio de Areco e hijo de un ex intendente de ese distrito.

También hay que destacar otras postales significas del cónclave. Una de ellas es el encuentro que mantuvo Daniel Scioli con Antonio Caló, el jefe de la CGT oficialista. Dos minutos les bastaron a ambos para ratificar que están en la misma sintonía. Dijo un informante que Scioli y Antonio Caló se corrieron unos metros de los oídos indiscretos en un aparte de la cumbre del PJ bonaerense en Santa Teresita para hablar sobre una estrategia salarial . En tiempos de paritarias, el Gobernador y el jefe de la CGT oficialista se convirtieron en sostenes de la Casa Rosada para evitar una escalada de la puja precios-salarios que torne incontrolable la inflación. Ambos están implicados en esa situación: Scioli enfrentará esta semana los reclamos de aumento salarial que harán los gremios, varios de los cuales están nucleados en la central que comanda Caló. El escenario se configura especialmente complejo en el caso de los docentes, a las puertas del inicio del ciclo lectivo previsto para el 5 de marzo. “Vamos a ponerle cordura”, prometió el jefe cegetista tras la charla con el gobernador.

Entre los detalles de color, además hay que destacar que muchos de los denominados barones del Conurbano salieron gratificados “por el escaso protagonismo que tuvo La Cámpora” en el evento, ya que ni siquiera contaron con la presencia del ministro de Economía Axel Kicilloff. “Estos pibes no conocen el barro y finalmente somos nosotros los que tenemos que defender las banderas. Me gustaría ver a cuánta gente movilizarán el sábado”, se le escuchó decir a uno de los jefes comunales de significativo peso territorial.

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